Capítulo 12

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—Dae-su.—lo llamó Su-hyeok.

—¿Qué?—le preguntó Dae-su.

—¿Cómo te fue en la audición?—le preguntó.

—¿Pues tu que crees?—le contestó Dae-su sin energía.

—Pero tú cantas muy bien.—intervine.

—Hee-do tiene razón, canta algo.—le pidió Su-hyeok.

—No tengo ganas, olvídenlo.—dijo Dae-su cansado.

—Deberías cantarnos algo.—intervino Joong-Yeong

—¿De verdad?—nos preguntó y todos asentimos.

Dae-su empezó a cantar y cada vez más gente se unía a la canción.

—Que linda canción.—dijo Hyo-ryeong

—Dijste que era muy mala.—le replicó Dae-su.

—Ahora que la escuché mejor me parece muy bonita.—le dijo Hyo-ryeong.

—¿Desde cuando fumas?—le preguntó On-jo a Nam-ra.

—Desde octavo grado.—le contestó Nam-ra.—Así lidio con el estrés porque no tengo amigos.—le explicó.

—¿Alguna vez has necesitado un amigo?—le volvió a preguntar On-jo.

—No sé.—le contestó Nam-ra mirando al fuego.

—Siempre has puesto una barrera.—le explicó On-jo.—Estas todo el día con audífonos y no decías nada.—dijo On-jo.—¿Lo hacías porque nos odiabas?—le preguntó a mi hermanastra.

Se quedó en silencio hasta que Nam-ra miró a On-jo.—Yo nunca les he odiado.—le contestó.—Yo solo que nunca he tenido amigos.—le explicó.

—Pues...—intervino Hyo-ryeong.—Yo si te odiaba un poquito.—le dijo Hyo-ryeong.—Por que pensaba que nos considerabas inferiores.—le explicó.

—No eres la primera ni la última.—le dije colocando más madera en la fogata.

—La verdad....—dijo Joong-yeong—Hubo momentos en los que quise que desaparecieras.—acabó de decir.

—¿Ustedes no son amigos?—pregunto Ji-min sorprendida.—Son los mejores alumnos de toda la escuela.—

—Por eso me caía mal.—le contestó Joong-yeong.—Por que yo siempre estaba en segundo lugar.—dijo Joong-yeong.—Ahora me agrada.—dijo Joong-Yeong.

—Yo no puedo hablar en este tema.—dije al ver que nadie decía nada.—Lo mío van mas allá de las calificaciones o unos prejuicios.—dije y Nam-ra me miró.

—Yo quiero escucharte.—me dijo y yo la miré.

—No creo que quieras.—dije mirando al fuego.

—Si voy a morir mejor saber lo que piensas de mi.—me dijo y yo suspiré.

—Yo creo que sigo odiándote.—dije seria.—Por que mi padre te daba todo lo que a mi nunca me dieron. Paseos,regalos, abrazos...—dije y suspiré.—Y tu creciste com tu madre.—continue y las palabras ya no más salían.—Eso es todo lo que puedo decir.—dije y Woo-jin me abrazó por el hombro para consolarme.

—¿Nunca has necesitado a tu padre?—le preguntó Dae-su.

—Cuando era pequeña si.—le contesté.— Veía como trataba a Nam-ra y yo también quería.—dije y lo miré.—Cuando me echaron de mi otro colegio, mi madrastra le dijo a mi padre que me mandara con mi abuela que ya era demasiado.—dije y baje la mirada.—Me trajo aquí y sin bajar del coche me tiro un sobre con dinero a la cara "Y no vuelvas a llamarme, ya no tienes padre"—dije tal cual las palabras.— Un año dos años después me vino a buscar aquí al instituto.—dije y suspiré.—Ya estoy hablando demasiado.—dije un poco nerviosa y Woo-jin me abrazó más fuerte para consolarme.

ℌ𝔲𝔶𝔢 𝔰𝔦𝔫 𝔪𝔦𝔯𝔞𝔯 𝔞𝔱𝔯𝔞𝔰. 𝔈𝔰𝔱𝔞𝔪𝔬𝔰 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔱𝔬𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora