El mundo exterior me recibió con su fría indiferencia. Caminaba sin rumbo fijo, tratando de ocultar mi verdadera naturaleza y mantenerme alejado de cualquier situación que pudiera revelar mi secreto. Aunque me sentía seguro en mi soledad, también había momentos en los que extrañaba la cálida compañía de Luke y la curiosa amistad con Caleb y Eileen.
Aunque la razón principal por la que escapé fue por la posibilidad de que alguno fuera un ángel, no pude evitar extrañarlos, porque me terminaron agradando.
Los días pasaban lentamente, y cada vez era más difícil ignorar el vacío que sentía. Aunque me esforzaba por mantenerme fuerte y alejado de los demás, había algo en mí que anhelaba volver a sentir esa conexión especial que había tenido con Luke. Pero también me recordaba a mí mismo que era peligroso para ellos, y para mí, estar juntos.
En uno de mis recorridos solitarios por la ciudad, me encontré con situaciones que me recordaban a los peligros que enfrentaba. Grupos de personas, "cazadores de seres sobrenaturales", acechaban las calles, y era evidente que no estaban buscando amistad. Me las arreglaba para mantenerme fuera de su radar, pero la amenaza constante me mantenía alerta y en constante movimiento. Aunque los humanos no eran quienes me preocupaban.
Una noche, mientras me ocultaba en las sombras de un callejón, escuché una conversación entre dos personas, que por su presencia sentía que no eran humanos normales, por lo cual decidí acercarme.
"¿Encontraste algo?" Preguntó un chico bajo.
"Un pequeño rastro de esencia divina en un hospital a unos kilómetros de aquí" dijo una voz femenina "Aunque lo que noté es que un chico de ojos verdes era el que tenía más rastro".
Sentí un pinchazo al saber que se referían a Luke. ¿Esto lo pondrá en peligro?, pensé.
"Bien" dijo otra vez el chico, y pude confirmar lo que más temía, eran unos ángeles, lo supe cuando salieron volando del lugar.
El pinchazo de preocupación en mi pecho se intensificó al confirmar que aquellos dos eran ángeles. Sabía que Luke estaba en peligro, y no podía permitir que nada le sucediera. Sin perder tiempo, me apresuré a regresar al hospital, confiando en que podría llegar a tiempo para protegerlo.
En el hospital miré alrededor buscando figuras extrañas, y rápidamente las encontré dirigiéndose hacia las escaleras. Me apresuré para emboscarlos antes de que subieran al siguiente piso.
Esperé un momento, y cuando por fin los vi, los empujé con mis alas contra la pared.
"¡Dayron!" Me dijo una voz familiar y cuando me detuve a ver a las personas con atención.
"¿Neil?" Dije con sorpresa al ver al ángel que fue una vez mi amigo y quien me advirtió para que pudiera escapar del mundo divino.
"Ey, yo también estoy aquí", dijo la voz femenina.
"¿Nayeon?" Dije al verla y los solté inmediatamente a la vez que ocultaba mis alas. Nayeon fue una amiga de mi mamá, cuando mis padres se ocultaban en el infierno.
"¿Qué hacen aquí? Se supone que ya no se iban a exponer a estar conmigo, y..." me quedé mirando a Nayeon "¿Cómo rayos conseguiste alas de ángel?"
"Agarro mi poder prestado", mencionó Neil. "Tuve que hacerla pasar por una ángel para que nos concedieran permiso de venir".
"Pero me miro hermosa", decía Nayeon, adulándose a sí misma, y después reaccionó. "Pero eso no es importante, por lo que venimos es para advertirte que algunos ángeles van a empezar a buscar en el mundo humano, y como ves, el chico de ojos verdes tiene muchos rastros de tu esencia divina, así que corre peligro".
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El anhelo de nuestro amor
RomanceDayron, un chico híbrido entre demonio y ángel, se ve obligado a escapar del mundo divino cuando es perseguido por ángeles que buscan acabar con su vida. Con el destino incierto ante él, Dayron emprende un peligroso recorrido para evitar su captura...