"Nuestra madre era la que iba a ser dios", comenzó a explicar con solemnidad, "era la hija del que estaba al mando y ella iba a ser la siguiente en ocupar ese puesto... Y nuestro padre, al igual que nuestra madre, iba a reinar sobre el infierno".
Las palabras de Raziel resonaron en mi mente, revelando una verdad que sacudió mi mundo interno. La idea de que mi hermano y yo estábamos vinculados a un linaje tan poderoso y divino era impresionante, pero también generaba una serie de conflictos y dudas.
"Entonces tú puedes reclamar el trono de Lucifer y Dios. Y así obtener más poderes y ayudarnos a vencer al falso dios", expresé, dejando escapar una pizca de emoción y esperanza. Pero la mirada confundida de Raziel me hizo comprender que había malinterpretado la situación.
"No... Yo no, tú serías el que lo reclamaría", respondió con firmeza mientras sus ojos me buscaban con intensidad.
Fruncí el ceño, confundido por sus palabras. La idea de reclamar el trono de Dios y Lucifer era tentadora en términos de poder, pero rápidamente mis pensamientos se dirigieron a Luke, el amor de mi vida. No podía imaginar un escenario en el que me separara de él, incluso por el poder supremo.
"No lo haré", dije con seriedad, dejando en claro mi posición. "Esa ambición solo nos separaría, y no estoy dispuesto a dejar a la persona que más amo en esta existencia por nada".
Raziel asimiló mis palabras y pareció buscar las palabras adecuadas para expresar algo que estaba en su mente.
"Es que..." hizo una breve pausa, como si estuviera sopesando sus pensamientos. "Yo ya intenté reclamar el trono de dios... Y no pude. El trono donde se hace esa iniciación me dijo que 'El único que puede reclamar el trono de dios tanto como el de Lucifer es aquel que posee ambos mundos en partes iguales, cuya alma arde con el fuego divino y oscuro, forjando una unión inquebrantable entre el cielo y el infierno'".
La revelación de Raziel me dejó sorprendido y reflexionando sobre su significado. Entendía que la fusión de ambos mundos en partes iguales significaba que debía haber un equilibrio perfecto entre lo celestial y lo infernal dentro de una sola entidad.
"Me niego", respondí con firmeza, dejando de lado cualquier idea de reclamar ambos tronos. "No sacrificaré mi amor y felicidad por el poder. Prefiero vivir una vida junto a Luke, sin importar las ambiciones o el destino que puedan esperarnos".
Cuando Raziel escuchó mis palabras sobre el amor que sentía por Luke y mi negativa a reclamar el trono de dios y Lucifer, noté una mezcla de comprensión y preocupación en su mirada. Si bien entendía mi postura y respetaba mis sentimientos, también sabía que enfrentar al falso dios sin la plenitud de mi poder sería un desafío mucho mayor.
"Dayron, entiendo lo que dices", dijo Raziel con sinceridad, mientras se cruzaba de brazos en un gesto reflexivo. "El amor es una fuerza poderosa y valiosa, pero enfrentar al falso dios no será una tarea fácil. Reclamar el trono te proporcionaría una ventaja significativa en esta lucha".
Sus palabras resonaron en mi mente, y por un momento dudé de mi decisión. El deseo de proteger a Luke y mantener nuestra relación intacta era fuerte, pero también sabía que había mucho en juego y que debíamos estar preparados para cualquier eventualidad.
"Lo sé, Raziel, pero no puedo arriesgarme a perder lo más importante para mí", respondí con firmeza. "Si eso significa que enfrentaré esta batalla con menos poder, entonces así será. Prefiero afrontar el desafío con el ser lleno de amor y sin arrepentimientos".
Mi hermano asintió, reconociendo la determinación en mis palabras. "Está bien, Dayron. Es tu elección y la respeto. Pero vuelvo a decir que debes ser consciente de que el falso dios es una amenaza formidable y que esta lucha será más difícil de lo que imaginas".
"Y lo soy, y como estoy consciente de ello, por eso mismo no quiero aceptar el trono" dije mientras me levantaba. "Iré a dormir con Luke y quiero que no vuelvas a insistir en el tema"
Con determinación en mi mirada, me dirigí nuevamente a la habitación donde Luke estaba descansando. Al entrar, noté que tenía los ojos cerrados, como si estuviera durmiendo, pero sabía que él había escuchado toda la conversación, porque antes de entrar había escuchado el sonido de alguien subiéndose a la cama.
Me acerqué sigilosamente a la cama y me senté a su lado, observando su rostro sereno mientras fingía dormir. Sabía que Luke no quería preocuparme, pero podía sentir su inquietud y angustia en el aire.
"Luke", susurré suavemente, acariciando su mejilla con ternura. "Sé que estás despierto".
Abrió los ojos lentamente y me miró, intentando ocultar su preocupación detrás de una sonrisa. "¿Cómo te diste cuenta que estaba despierto?"
"Te conozco demasiado bien", respondí con una sonrisa, aunque también podía notar la tristeza en sus ojos. "Sé que te preocupa mi seguridad y no quieres que me lastime en esta batalla".
Luke desvió la mirada, como si no pudiera soportar la idea de que algo malo pudiera pasarme. "Es cierto, Dayron. No quiero que salgas lastimado... pero también sé que esta batalla es importante para ti, y no quiero que te arrepientas de no haber tomado la oportunidad de reclamar el trono... Y así poder vencerlo de forma más sencilla...".
Sus palabras me conmovieron, y entendí su conflicto interno. Luke me amaba lo suficiente como para querer que tuviera todo el poder y la protección que el trono me otorgaría, pero también quería que no me fuera alejar de él.
"Luke, escucha", dije, sosteniendo su mano con ternura. "Aprecio tu preocupación y tu amor por mí. Pero no puedo dejar que el miedo a lo desconocido controle mi decisión. Nuestro amor es más fuerte que cualquier trono o poder. Lo que más quiero es estar contigo, pase lo que pase".
"Lo sé, Dayron, y te amo por eso", respondió con voz suave, acariciando mi mano con cariño. "Pero no quiero que después te arrepientas de no haber tomado la oportunidad de proteger a todos los que amas, incluido a mí".
Entendí lo que Luke trataba de decirme. Él quería lo mejor para mí, y a veces eso significaba enfrentar nuestros miedos y tomar decisiones difíciles. Sabía que tenía que considerar cuidadosamente todas las opciones y las consecuencias de mis acciones.
"Prometo pensar en lo que me has dicho, Luke", le aseguré. "Nuestra unión y nuestro amor siempre serán mi prioridad, y no tomaré ninguna decisión apresurada".
Luke asintió con tristeza, sabiendo que debía respetar mi proceso de toma de decisiones. "Te apoyaré en lo que sea que decidas, Dayron. Siempre estaré a tu lado".
Nos abrazamos con fuerza, encontrando consuelo y fuerza el uno en el otro. En ese momento, supe que importaba mucho lo que decidiera, y pensaba mientras tuviera a Luke a mi lado, podía enfrentar cualquier desafío que se presentara en nuestro camino y por esa misma razón de quererlo tener a mi lado, sabía que no podía aceptar el trono de ninguno de los dos mundos divinos.
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El anhelo de nuestro amor
RomanceDayron, un chico híbrido entre demonio y ángel, se ve obligado a escapar del mundo divino cuando es perseguido por ángeles que buscan acabar con su vida. Con el destino incierto ante él, Dayron emprende un peligroso recorrido para evitar su captura...