Después de días de arduo entrenamiento, finalmente comencé a controlar mejor mis poderes, especialmente las llamas negras que antes me habían resultado tan incontrolables. Caleb y Eileen se enorgullecían de los avances que había logrado, y su apoyo y conocimiento me ayudaban a mejorar día a día. Pero lo que más valoraba era el apoyo incondicional de Luke, siempre a mi lado, brindándome fuerza y aliento en cada paso del camino.
Una tarde, después de una intensa sesión de práctica, Luke y yo decidimos dar un paseo por el parque cercano. El sol se ocultaba en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos y dorados mientras caminábamos tomados de la mano.
"Estoy muy agradecido de tenerte en mi vida, Luke", expresé sinceramente mientras disfrutábamos del hermoso paisaje.
Él me miró con una dulce sonrisa. "Y yo agradezco cada día que estás a mi lado, Dayron. No importa cuán largo o corto sea nuestro tiempo juntos, cada momento a tu lado es valioso para mí".
Era reconfortante escuchar esas palabras de Luke, pero aún así, no podía evitar sentir un nudo de preocupación en mi corazón. Mi vida era incomparablemente más larga que la suya, y mientras yo podría vivir miles de años, él solo tendría una fracción de tiempo a mi lado. La idea de perderlo, de que su tiempo se agotara mientras yo seguía adelante, me atormentaba.
"Luke, hay algo que necesito compartir contigo", comencé con cierta aprehensión en mi voz. "Tengo miedo de perderte".
Él me miró con ternura, sus ojos transmitiendo comprensión y cariño. "No tienes que preocuparte por eso, Dayron. Estoy aquí contigo, y siempre estaré. No importa lo que pase, siempre seremos un equipo".
Asentí, agradecido por sus palabras reconfortantes. "Es solo que... soy diferente, Luke. Mi vida es mucho más larga que la tuya. Mientras yo viva miles de años, tú solo tendrás una vida humana tan fugaz en comparación".
Con suavidad, Luke acarició mi rostro, tratando de disipar mis inquietudes. "No me importa el tiempo que tengamos, Dayron. Lo único que quiero es estar contigo. Cada momento que compartimos es especial para mí, y haré que cada segundo cuente".
Sus palabras me conmovieron profundamente, y una sensación de paz y seguridad me invadió al darme cuenta de que, aunque nuestros caminos fueran diferentes, nuestro amor y conexión eran más fuertes que cualquier barrera que pudiera interponerse entre nosotros.
"Gracias, Luke", susurré sinceramente, sintiendo un profundo amor por el joven humano a mi lado.
Continuamos nuestro paseo en silencio, disfrutando de la compañía mutua y la serenidad del parque. Al caer la noche, regresamos al departamento y nos encontramos con Caleb y Eileen, quienes habían preparado una cena especial para celebrar mi progreso en el entrenamiento.
La velada transcurrió entre risas, conversaciones y bromas, y me sentí inmensamente agradecido por tener a estos maravillosos amigos a mi lado. La presencia constante de Luke me daba fuerzas y me inspiraba a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles.
Al siguiente día, después de otro intenso entrenamiento con los diferentes seres divinos que se habían unido a nuestro equipo, después de acabar yo estaba en el departamento junto a Luke, Caleb y Eileen. La velada anterior había sido reconfortante, y la presencia de Luke siempre me daba fuerzas para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles.
De repente, uno de los ángeles que formaban parte de mi equipo apareció por un portal que mantenía abierto solo para los miembros del grupo. El ángel se acercó a mí con un semblante serio, anunciando que teníamos un reporte.
"Tengo noticias importantes, Dayron", dijo el ángel con urgencia.
Me puse alerta, esperando que no fuera algo malo. "¿Qué sucede?", pregunté con preocupación.
"Tenemos avistamientos de un ángel desconocido. Según algunas fuentes, lleva el escudo distintivo de un 'soldado elite'", informó el ángel.
Fruncí el ceño, sin entender cómo otro ángel elite podría haber aparecido. "¿Un soldado elite? Eso no puede ser coincidencia", reflexioné en voz alta. "Debemos investigar esto de inmediato".
Caleb y Eileen intercambiaron miradas de preocupación, conscientes de que este nuevo desarrollo podía ser una amenaza para nuestro equipo y nuestra misión. Sabía que debíamos actuar con cautela, pues no sabíamos si este ángel en particular estaba aliado con el "dios" que tanto deseábamos derrotar.
"Voy a hablar con los demás y organizaremos un equipo para investigar estos avistamientos", anunció Caleb. "Mientras tanto, ustedes dos deben mantenerse alerta y en el departamento, por su seguridad".
Asentí, entendiendo la necesidad de mantenernos a salvo. "Está bien, haremos lo que sea necesario para protegernos", afirmé.
Con el plan trazado, Caleb se reunió con los demás miembros del equipo para prepararse para la misión de investigación. Mientras tanto, Luke y yo permanecimos en el departamento, discutiendo sobre cómo abordaríamos la situación.
"Creo que sería prudente que yo y algunos de los demás nos adelantemos para verificar la situación", sugirió Eileen. "Ustedes dos deben quedarse aquí, donde estarán más seguros".
"No me gusta la idea de quedarme atrás", expresó Luke con determinación. "Si hay peligro, quiero estar ahí para proteger a Dayron".
Asentí, agradecido por el apoyo incondicional de Luke. "Está bien, pero prométeme que serás cauteloso y te mantendrás a salvo", le pedí con preocupación en mi voz.
Luke me sonrió con ternura y asintió. "Lo prometo. Siempre estaré alerta".
Eileen y los demás partieron hacia el lugar donde se habían reportado los avistamientos del ángel desconocido. Luke y yo nos quedamos en el departamento, pero nuestras mentes estaban preocupadas por nuestros amigos y la incertidumbre de la situación.
Mientras esperábamos noticias, Luke y yo encontramos consuelo y fortaleza el uno en el otro. Pasamos el tiempo juntos, compartiendo risas, recuerdos y palabras de aliento. Luke siempre encontraba la manera de animarme incluso en los momentos más oscuros, y yo encontraba paz estando a su lado, sintiendo que no estaba solo en esta lucha.
Después de horas de espera, Caleb y los demás finalmente regresaron al departamento. Luke y yo nos apresuramos a recibirlos, ansiosos por saber qué habían descubierto.
"Hemos rastreado al ángel desconocido, pero no pudimos atraparlo. Parece que nos estaba evitando", informó Caleb con seriedad. "Sin embargo, logramos obtener información sobre su paradero y estamos cerca de descubrir quién es".
Asentí, agradecido por los esfuerzos de nuestro equipo. "Espero que podamos encontrar respuestas pronto", dije con determinación.
Esa noche, mientras la incertidumbre seguía pesando en nuestros hombros, Luke y yo nos acostamos juntos en la cama, buscando consuelo en el calor de nuestros cuerpos y la certeza de nuestro amor mutuo. No sabíamos qué deparaba el futuro, pero estábamos decididos a enfrentarlo juntos, sin importar los desafíos que se presentaran.
El ángel desconocido seguía siendo un enigma, y sabía que esta batalla estaba lejos de terminar. Pero mientras estuviera junto a Luke, me sentía invencible, como si pudiéramos enfrentar cualquier cosa que se interpusiera en nuestro camino. Y así, con mi ser lleno de amor y determinación, nos preparamos para afrontar los desafíos que nos deparaba el destino.
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El anhelo de nuestro amor
RomanceDayron, un chico híbrido entre demonio y ángel, se ve obligado a escapar del mundo divino cuando es perseguido por ángeles que buscan acabar con su vida. Con el destino incierto ante él, Dayron emprende un peligroso recorrido para evitar su captura...