Capitulo 8.- Amor

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Mire a los amigos de Luke que de cierta forma también los consideraba mis amigos, y en mis ojos brillaba una intensidad de determinación y amor inquebrantables. "No puedo irme y abandonar a Luke", Hablé con voz firme. "Lo que siento por él, va más allá de la amistad. Estoy dispuesto a protegerlo sin importar el costo. Incluso si eso significa sacrificar mi existencia por su seguridad e incluso que eso signifique destruir el mundo divino".

Eileen y Caleb quedaron sorprendidos por mis palabras, sintiendo la sinceridad en cada una de ellas. Eileen se acercó a él con ojos cristalinos. "Dayron, eso es demasiado arriesgado, y siendo honesta nos agradas... Pero lo que dices es una locura".

"Luke es especial para mí, es alguien que me ha hecho sentir cosas que nunca había experimentado. Su felicidad y bienestar son esenciales para mí. No puedo imaginar mi vida sin él".

Se miraron entre ellos con cierta preocupación. Eileen frunció el ceño y luego habló con determinación.

"Dayron, te entendemos y respetamos tus sentimientos hacia Luke, pero no podemos permitir que pongas en riesgo tu vida de esta manera", dijo con sinceridad. "Nuestro objetivo es proteger a Luke, y si eso significa alejarte para mantenerlo a salvo, entonces es lo que debemos hacer".

Caleb asintió en acuerdo con Eileen. "Tienes razón, Dayron. Nos preocupa lo que pueda pasar si los ángeles te encuentran a ti y a Luke juntos. Es peligroso, y no podemos permitirnos poner a Luke en riesgo".

Sus palabras me golpearon en lo más profundo. Sabía que tenían razón, que lo que pedía era arriesgado y egoísta, pero mi amor por Luke era tan intenso que no podía imaginar alejarme de él. Sin embargo, también entendía que mis amigos solo querían protegernos a ambos.

"Lo siento, chicos", susurré con tristeza. "Sé que lo que pido es mucho, pero no puedo evitar sentir lo que siento por Luke. Mi ser me dice que debo estar a su lado, incluso si eso significa enfrentar peligros".

Eileen me miró con cariño y puso una mano en mi hombro. "Lo entendemos, Dayron, pero también necesitamos pensar en la seguridad de todos. No podemos permitir que los ángeles nos encuentren, no sabemos qué podrían hacer".

Caleb se acercó y me abrazó con fuerza. "Te prometemos que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a Luke. Y si en el futuro encontramos una manera segura de estar todos juntos, lo haremos".

"Bien me iré... Estaré tomando mi distancia pero estaré cerca por si alguien intenta hacerle daño a Luke... No dudaré en matarlo" dije para después salir del departamento volviendo a ocultandome en las sobras.

...

Salí de mi habitación después de reflexionar sobre todo lo que había sucedido, y regresé a la sala solo para encontrarme con Eileen y Caleb.

"¿Dónde está Dayron?" pregunté con preocupación al no verlo.

"Se fue, Luke..." dijo Caleb, acercándose a mí, pero traté de apartarlo cuando intentó poner su mano en mi cabeza.

"Sigo molesto por ocultarme la verdad..." hice una pequeña mueca. "Pero... ¿Cómo que se fue? ¿Ustedes lo obligaron?"

"Los ángeles elite lo persiguen para matarlo, ¡no es seguro para ti estar cerca de él!" Eileen hablaba con un tono preocupado en su voz.

"Estoy molesto con él, pero... ¡necesita a alguien que lo ayude!" dije con determinación. "Ya ha pasado por mucho, somos sus amigos... Tal vez somos de las pocas personas que él considera su familia y..."

"Estás enamorado de él..." Eileen suspiró y luego esbozó una pequeña sonrisa. "Es más que obvio ese sentimiento entre ustedes."

La mirada de Eileen parecía leer mi corazón, y en un momento, me sentí vulnerable ante ella. Era verdad lo que decía, estaba enamorado de Dayron, más de lo que podía admitir abiertamente. Aunque la idea de enfrentar los peligros que lo acechaban me asustaba, también me daba cuenta de que no podía dejarlo solo en esta situación.

"Sí, estoy enamorado de él", admití con sinceridad, sintiendo un nudo en la garganta. "Y no puedo permitir que se enfrente a esto solo. Me importa demasiado como para dejarlo a su suerte".

Eileen me miró con comprensión y aprecio. "Luke, sabemos lo importante que es Dayron para ti, pero...".

"Si no me ayudan y me dicen que me aleje de él, que no lo busque... No la haré, quiero estar a su lado y lo haré ya sea que ustedes me apoyen o no" dije mirándolos con un tono firme en mi voz.

Caleb asintió estando de acuerdo. "Lo ayudaremos..., pero solo para asegurarnos de que estes a salvo. No nos hacemos responsables de lo que pueda pasar después".

"Gracias", les dije sinceramente, sintiendo un alivio al saber que contaba con su respaldo. "Sé que esto será difícil, pero juntos podremos enfrentar lo que sea necesario para proteger a Dayron".

Decidí que no me detendría hasta encontrar a Dayron y asegurarme de que estuviera bien. Sentía que nuestras vidas estaban entrelazadas de una manera única, y no podía ignorar el fuerte vínculo que había crecido entre nosotros. No importaba lo que enfrentáramos en el camino, estaba dispuesto a luchar por nuestro futuro juntos.

Muchos días después...

Ya estaba por cumplir un mes sin ver a Dayron, y pensar que algo le pudo haber pasado me rompía el corazón. Un día, mientras me encontraba en el techo del hospital, apoyado en el barandal, observando el atardecer, justo cuando aún el cielo tenía azul, sentí una mezcla de nostalgia y añoranza por él. El cielo se pintaba con tonos naranjas y rojos, recordándome la mirada intensa de Dayron. Aunque no lo tenía frente a mí, su presencia se sentía latente en mi corazón.

"Otro día sin verte..." Suspiré mirando cómo la noche se acercaba. Decidí regresar al hospital, pero en un instante, mi ropa se atoró con el barandal. Por más que intentaba liberarme, no lograba desenredarme, y en un momento de desesperación, tropecé y caí hacia atrás, llevándome el barandal conmigo.

El tiempo pareció detenerse mientras sentía que caía hacia un abismo. Pero justo cuando pensaba que todo estaba perdido, una brisa suave y unos brazos cálidos me envolvieron. Abrí los ojos con temor, y allí estaba él, Dayron, sosteniéndome con una sonrisa tranquilizadora.

"¡Dayron!" Lo abracé con fuerza, sintiendo una oleada de alivio y felicidad. "¿Sabes cuánto te he echado de menos? Estaba tan preocupado por ti".

"Ey, veo que no puedes vivir sin mí", dijo con su tono bromista de siempre, colocándome con cuidado en el techo nuevamente, ocultando sus alas, cuernos y aureola. "Pero aquí estoy, sano y salvo".

"Eres un tonto", respondí entre risas y lágrimas de emoción. Hice una breve pausa y exprese todo lo que tenía "¡¿Sabes lo que me hiciste sentir durante todo este tiempo?! Me volvía loco de preocupación! Yo-!".

Dayron tomó mis manos de forma repentina y me calló con un beso apasionado. Fue un beso lleno de todo lo que habíamos guardado en nuestro interior durante ese largo mes separados: el amor, la pasión, la ternura y la complicidad. Sentí que el mundo desaparecía a nuestro alrededor, y solo éramos él y yo, juntos en ese momento mágico.

"Lo siento, Luke", susurró Dayron cuando nos separamos, mirándome a los ojos con una intensidad que me hizo estremecer. "Nunca quise preocuparte o alejarme, pero tus amigos querían protegerte... Y yo también".

"No me importa", respondí con firmeza, tomando su rostro entre mis manos. "Estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío contigo. Mi amor por ti es más fuerte de lo que imaginas, Dayron. Incluso si eso significa enfrentar a los ángeles o demonios que vengan por nosotros".

Dayron sonrió con gratitud y me abrazó nuevamente. "Eres increíble, Luke. No sé cómo merezco a alguien como tú".

"No tienes que merecerme, Dayron. Solo tienes que amarme, y yo te amaré con todo mi ser", le dije con seguridad.

Así, juntos en el techo del hospital, con el cielo como testigo de nuestro reencuentro, nos prometimos estar juntos y enfrentar cualquier obstáculo que la vida nos pusiera en el camino. Nuestro amor era más fuerte que cualquier adversidad, y estábamos dispuestos a luchar por él con todas nuestras fuerzas.

El anhelo de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora