-Chicos sentaos, tengo los exámenes del lunes
El profesor de física y química sembró el pánico nada más decir esas palabras. Había estudiado mucho junto a Pablo para este examen y como en el papel pusiera que había suspendido me iba a largar a llorar. Mi pierna derecha comenzó a subir y bajar fruto de mis nervios.
-Tati todo saldrá bien, has estudiado mucho
Elena me cogió la mano y el profesor comenzó a repartir los exámenes. Mis nervios aumentaron al ver como seguía diciendo nombres y el mío nunca llegaba. Odiaba ser de las últimas siempre que repartían exámenes.
El profesor llamó a Ele y cuando recogió el examen me miró y alzó el pulgar. Había aprobado. Volvía a su sitio junto a mi mientras revisaba el examen.
-Aitana Martinez
Mi corazón dió un vuelco al escucharle pronunciar mi nombre. Inspiré profundamente antes de levantarme del asiento y caminar hasta la mesa del profesor.
Joder me temblaba todo. Y no en el buen sentido.
El profesor me entregó el examen boca abajo y lo cogí con manos temblorosas. Cerré los ojos fuertemente y le di la vuelta al examen.
Mis ojos se aguaron e intenté reprimir las lágrimas.
5,8. He aprobado.
Levanté la vista hacia Elena y le alcé el pulgar mientras andaba. Todavía me temblaban las manos y seguía sintiendo mis ojos húmedos. Vi como Elena intentaba reprimir un grito de alegría y nada más llegar a donde ella estaba sentí como sus brazos me envolvían en un abrazo lleno de felicidad. No pude evitar soltar unas cuantas lágrimas de felicidad.
-Te lo mereces más que nadie- susurró
La abracé más fuerte contra mi y revisé los fallos que había tenido durante el examen. Si que es verdad que había tenido algunos fallos tontos pero estaba muy orgullosa de haber conseguido aprobar.
El timbre sonó y recogí mis cosas con una felicidad extra. El día había acabado de la mejor manera posible y pensaba transmitir mi alegría a todo el mundo. Elena me dijo que la esperara fuera ya que ella se iba a hablar unas cosas con una profesora antes de irse. Salí del edificio con una sonrisa radiante la cuál se congelo al ver a un Pablo con gafas de sol apoyado en el capo de su coche. Elena no me había dicho que vendría a por ella.
Su mirada conectó con la mía a través de sus gafas de sol y no pude evitar correr hacia él de lo feliz que estaba. Pablo estaba al tanto de que hoy me daban el esperado examen para el que habíamos estudiado mucho juntos y sabía que durante la semana me habían dado siete paros cardíacos de pensar en la nota. Una sonrisa inundaba su rostro cuando me lancé sobre él y lo abracé, feliz.
Envolví su cuello con mis brazos y lo estreché contra mi fuertemente. Sus brazos me envolvieron la cintura devolviendome el abrazo.
-Supongo que el examen ha ido bien- dijo contra mi pelo, riendo un poco
Me separé un poco de él y le quité las gafas de sol poniéndomelas. Por fin podía ver sus ojos marrones. Él sonrió mientras me miraba y apartó un mechón de pelo de mi cara.
-Si es que soy la puta ama- dije riéndome
-Y nada tendrá que ver con que tengas el mejor profesor particular, ¿no?
Lo miré a través de las gafas de sol. Una de sus manos me acarició la espalda haciendo que se me erizara la piel. Pablo lo noto.
-No está tan mal, hace bien su trabajo, pero no se lo digas eh, que se le sube aún más el ego
Él no pudo evitar sonreír y negar con la cabeza divertido, indicando que no tenía remedio. Me separé totalmente de él haciendo que sus brazos abandonaran mi cintura y espalda.
-¿Y mi hermana?
-Estaba hablando unas cosas con una profesora, supongo que ahora saldrá- dije mientras respondía unos mensajes de mi madre
Unos segundos de silencio nos invadieron. Sentí la mirada del castaño sobre mi pero no alcé mi cabeza del teléfono. El momento de felicidad máxima había pasado y los nervios me invadieron cuando inevitablemente mi mente recordó lo que me dijo el día de la discoteca.
-¿Recuerdas lo que te dije en la discoteca?
Alcé mi mirada del teléfono, mirándolo a través de las gafas.
-Creo que es difícil que se me olvide
Una sonrisa socarrona surco su cara.
-¿Estás libre mañana por la noche?
Mis cejas se alzaron por la sorpresa y alcé las gafas poniéndomelas sobre la cabeza. Me había dejado sin palabras la verdad.
-Sí, ¿por qué?
Me quitó las gafas de la cabeza y aprovechó esta cercanía para volver a hablarme.
-Mañana a las ocho lo sabrás
¿Me acababa de invitar a salir? ¿O estaba alucinando? Sus ojos volvieron a estar cubiertos por las gafas y sonrió.
-Sí, te acabo de invitar a salir
Me quedé analizándolo unos segundos.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Ya lo estás haciendo
Rodé los ojos pero aún así sonreí.
-¿Por qué yo?- dije después de todo
-¿Y por qué no?
-Te lo estoy diciendo enserio Pablo
Subió sus gafas y las dejó sobre su cabeza. Sus manos agarraron con delicadeza mi rostro.
-Todavía no puedo darte una respuesta segura, pero quiero pasar más tiempo contigo y ver lo que podemos llegar a ser, porque a día de hoy somos amigos, pero no nos tratamos como tal
Apoyé una de mis manos en una de las suyas. Ninguno de los dos sabíamos donde nos estábamos metiendo, y tampoco sabíamos a donde podíamos llegar. Nunca lo admitiría, pero tenía miedo de salir dañada de todo esto y no poder parar lo que estaba empezando a sentir.
Sentimos unos pasos andando hacia nosotros e instintivamente nos separamos. Queríamos seguir lo que fuera que teníamos en privado.
-¿Nos vamos tete?- dijo nada más despedirse de mi
-Vamos
Pablo me sonrió una última vez y ambos se subieron al coche. Mientras esperaba a que llegara mi padre no podía parar de pensar en que mañana iba a salir con Pablo a solas. Era la primera vez que íbamos a estar los dos solos y no sabía que podía llegar a pasar entre nosotros.
Tenía miedo a la par que ganas.
ESTÁS LEYENDO
Nunca pensé que serías tú - Fanfic de Pablo Gavi
FanficEn la vida de Aitana todo iba sobre ruedas. Buenos amigos, un buen novio y una familia que la quería mucho. Aunque aquella noche todo se torció y fue cuando se dió cuenta que el hermano mayor de su mejor amiga le podría ayudar en todo.