Capitulo uno
Me encuentro parada en la cocina, mirando fijamente el reloj que cuelga de la pared. Solo quedan escasos treinta minutos para la cena a la que debemos asistir. En ese preciso momento, irrumpe mi padre en la habitación, sosteniendo un pedazo de papel entre sus manos.
- Realmente no quiero ir. - Le digo mientras toma asiento frente a mí.
- Ya hablamos de esto, cariño. No te sientas nerviosa, estaremos todos y solo será una evaluación... muy corta. - me dice con escasa atención hacia mí mientras ve con terror un papel en sus manos.
- ¿Qué hay en la hoja? - pregunto.
- Son las notas de Nadir... por dios, ¡¡Cristina!! - llamó a mi madre con desespero.
Mi hermano se ha superado a sí mismo una vez más con sus malas notas, pero esta vez mi padre llevó la reacción al extremo. Cuando vio las calificaciones, cayó al suelo como un actor de telenovela, sollozando y haciendo pucheros como si el mundo se estuviera acabando.
¡Incluso pensé que estaba practicando para un papel dramático! Parece que las malas notas de mi hermano rompieron el récord de desastre académico y provocaron un colapso digno de un premio de actuación para mi padre.
Con cauteloso deleite, observo cómo mi madre cruza el umbral de la cocina, envuelta en un vestido carmesí que resalta su figura y realza su belleza. Siempre he admirado su innata elegancia y en ese momento, mi corazón se hincha de orgullo al verla lucir tan espléndida.
Siguiendo los pasos de mi madre, mi hermano entra a la cocina, su rostro despreocupado y sereno, como si no tuviera el más mínimo atisbo de preocupación.
- ¿Es por las calificaciones de Nadir? - ella pregunta.
- En serio. ¿Estudios sociales? Es la nota más baja que he visto. - dice mi padre totalmente asombrado aun estando en el suelo, mientras mi madre trataba de levantarlo.
- Les advertí que esto no sería bueno, y ahora tengo las pruebas que lo confirman. ¿Puedo cambiarme a la clase de ciencias naturales? - expresa, dejando escapar la emoción contenida en sus palabras.
- Lo que nos faltaba ¡un traidor! - grita papá y vuelve al suelo después de que mi madre lo ayudara a levantarse.
- Querido, estás siendo un poco exagerado. - intervino mi madre con calma. - Nadir Si decides tomar la materia de Estudios Naturales, ¿prometes no hacer un auto sabotaje en tus notas? Sería maravilloso ver todo tu potencial brillar en esa asignatura - Sus palabras fueron pronunciadas con serenidad, pero contenían una pequeña chispa de esperanza, como si estuviera convocando a mi hermano a superar sus propias expectativas académicas.
- Yep, lo prometo madre - respondió mi hermano. Sus ojos brillaban de emoción mientras pronunciaba esas palabras. Había logrado su objetivo: cambiar a la materia de Estudios Naturales. <<¡Vaya! Es la sonrisa más traviesa que he visto en su rostro>> pensé, mientras recordaba, logro lo que quería, cambiarse a estudios naturales ‹‹ ni siquiera entiendo por qué lo metieron a estudios sociales en primer lugar. ››
Vuelvo a ver el reloj, ya solo quedan 22 minutos. ‹‹si salgo por la puerta del patio, nadie me verá y menos con este pequeño drama›› pongo mi plan en marcha. Me dirijo hacia la puerta de la cocina que da directo al patio. Asegurándome de no llamar la atención mientras giro con cuidado el pomo de la puerta y la abro lentamente...
Y ahí, en ese preciso momento, se me corta el aliento y una maldición escapa de mis labios. ¡Mierda!
- ¿A dónde crees que vas? - me asalta la sorpresa al descubrir al otro lado de la puerta a mi hermano Sean, con una expresión de plena confianza dibujada en su rostro.
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La Maldición Del Ser Humano
Fantasy¿Te has preguntado cómo sería nuestro mundo con magia? Tal vez la realidad sea muy diferente a lo que imaginas... Ooh los demonios están aquí y entre más los ves menos miedo te generas, más buenos te parecen. En comparación con los seres humanos dej...