La Maldición Del Ser Humano

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Parte 2.2

¡Hola a todos, queridos lectores! ¿como estan?

Como siempre, me encantaría conocer sus pensamientos y opiniones sobre mis historias, así que no duden en dejar sus comentarios. <3

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He servido y vivido en Herz durante 136 años y nunca me he encontrado con alguien tan ambicioso como él. ‹‹ ¿Qué he hecho mal? ›› He educado a Izan siguiendo los libros y enseñanzas que me transmitieron a mí desde que me desarrollé del Moratt. Me pregunto qué estará tramando ahora. Nunca puedo descifrar lo que pasa por su mente. ¿Qué salió mal con él?

Mañana es la cena con los Egorobill y necesito que todo esté perfecto. Todo debe estar impecable, después de todo, Enara Egorobill será la sucesora de nuestra, nueva Ochronny. Es una pena la situación de la Srta. Bonhell, podría haber sido una de las mejores con su excepcional manejo de la magia y su facilidad para obtenerla. Afortunadamente, la Srta. Egorobill podrá asumir ese rol y podra absorver algo de su talento. ‹‹Estoy demasiado viejo para lidiar con esto. ››

Ellos ya deben de estar en la biblioteca. Solo espero que él no haga algo imprudente. Parece estar en celo. Si fuera un animal pensaría que lo está.

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Me escabullí dentro del Instituto Hannalli, me siento como un delincuente haciendo esto. Hace apenas 4 años, deseaban que me uniera a sus filas como estudiante, ¡Qué ironía! Han pasado ya unas horas y aún no logro dar con él. ‹‹ ¿Dónde podrá estar? ›› Me pregunto, mientras continúo mi búsqueda incansablemente.

- Después de mañana todo saldrá como lo esperado, no puedes titubear ni ser débil...

Desde el otro lado de la pared, escuché la voz del Sr. Enzo Egorobill, el padre de Dante y Enara. ‹‹ Debe estar con ellos ›› pensé apresuradamente. Me moví en sentido contrario por el pasillo, llegando al final donde estaban reunidos, y rápidamente me escondí detrás de una columna para pasar inadvertido. Necesitaba captar su atención, así que saqué una moneda de mi bolsillo, lista para lanzársela a Dante en la cabeza. "¡Rayos!", susurré al darme cuenta de que el director apareció por un portal justo frente a ellos. Retrocedí a mi posición anterior, temiendo que desde su posición pudiera descubrirme.

- Mierda... - murmuré.

- No maldigas tan fuerte, casi puedo escuchar tus pensamientos. - dijo Dante justo detrás de mí.

- ¿Pero cómo...? - Me sorprendió su habilidad para detectar mi presencia. Al mismo tiempo, me sentía encantado de verlo.

- ¿Darte cuenta? Oh, Sean, eres tan sigiloso como Caerleon. - Rió suavemente. - Vamos, salgamos de aquí. - Abrió un portal, tomó mi mano y cruzamos.

- ¿En dónde estamos?

- En un lugar seguro. - Redujo la distancia entre nosotros y me besó. Sus labios ardían con pasión, como si el tiempo que nos separó solo avivara el fuego de nuestro deseo. - Pensé que me olvidarías, pero cada segundo que pasaba lejos de ti solo me hizo anhelarte más. No puedo resistirme a ti, Sean. Eres mi debilidad, mi razón para cruzar mundos y enfrentar cualquier peligro. Te amo con una pasión que trasciende la lógica y desafía todas las barreras. Eres la llama que arde en mi corazón, y no puedo imaginar mi vida sin ti.

- Jamás te olvidaria... - le admití, devolviendo el beso con una sed de más. Sus labios me habían hecho falta y el roce de su piel contra la mía avivó todas las emociones que había mantenido guardadas. - Te he extrañado tanto. ¿Qué tal el viaje? - Mis ojos lo miraban con intensidad, queriendo absorber cada detalle de su rostro y escuchar cada palabra que salía de sus labios. Sabía que él también había sentido mi ausencia, y ahora que estábamos nuevamente juntos, deseaba saber cada detalle de su experiencia en el viaje que nos había separado. Nuestro reencuentro era como la fusión de dos almas destinadas a encontrarse y no podía evitar preguntar, queriendo llenar cualquier espacio que el tiempo hubiera creado entre nosotros... un momento, miré alrededor ‹‹ ¿dónde estamos? ›› pensé nuevamente.