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Itzé
Los preparativos para el almuerzo estaban completos; estábamos a punto de recibir a los Egorobill. Entre los últimos detalles, me encontré arrastrando prácticamente a Izan fuera de la habitación de Caerleon. Era crucial que mantuviéramos las apariencias, que actuáramos con una seriedad impecable y que todo estuviera meticulosamente calculado. La tensión en el aire era palpable, pero había una pequeña chispa de alivio en mi interior al notar que, al menos, la señorita Caerleon lucía mucho mejor. Esa observación me quitaba un peso de encima, Solo faltaba esperar a que despertara para interrogarla.
Con un suspiro, me giré hacia Izan, quien había emergido de su santuario personal vistiendo un traje elegante que encajaba con la ocasión. Sus palabras, aunque simples, resonaron con determinación:
- Cuando todo esto termine, volveré con ella de inmediato. - anunció, transmitiendo su compromiso con la situación. Mientras observaba cómo se alejaba, no pude evitar sentir una mezcla de sentimientos. Sabía que su lealtad hacia Caerleon era profunda y sincera, pero ¿por qué tiene lealtad hacia ella? también me recordó que las consecuencias de este día podrían ser más importantes de lo que habíamos imaginado.
- Hazlo que quieras. - respondí con sinceridad.
Mientras esperábamos el momento de la reunión, la tensión en el ambiente aumentaba. Las palabras no dichas parecían llenar el espacio entre nosotros. Sentí los pasos de ellos.
- Llegaron
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Dante
- Padre - saludé en un tono respetuoso, al tiempo que llegábamos a las imponentes puertas del Herz. Sin embargo, su mirada permaneció fija en algún punto distante, sin reconocer mi presencia.
- Al menos no llegas tarde. - comentó mi gemela con un matiz de frialdad en su voz, mientras consultaba el reloj con una actitud calculada. Era exactamente la recepción que esperaba de ellos. No obstante, detrás de esa fachada fría y desinteresada, había una tensión palpable, un trasfondo que iba más allá de las palabras pronunciadas.
No se equivoquen, no estoy aquí simplemente para cumplir con formalidades familiares. Mi presencia en el Herz estaba motivada por la decisión de finalmente separarme de ellos de una vez por todas. Estaba decidido a encontrar a Caerleon y si es posible sacarla de este lugar. Era más que una amiga, más que una hermana para mi novio; Caerleon era un vínculo vital en mi vida y estaba dispuesta a arriesgarlo todo por ella.
A pesar de la aparente indiferencia y el hielo que parecía envolver a mi familia, sabía que había mucho más en juego de lo que mostraban. Estaban preparados para discutir el nombramiento de Enara.
Si esto no pasa como ellos quieren, nadie estará feliz. Mi padre es un destacado miembro del Magisterio, siendo uno de los más influyentes en el país. Anteriormente, esa posición la ocupaba el señor Víctor Bonhell, pero tras una serie de acontecimientos desafortunados, las personas no solo afectaron su reputación, sino que también lo dejaron en el olvido.
Esta no es la primera vez que padre se encuentra con el servidor Itzé. Dado su destacado papel en el Magisterio, aun que no es comun verlo interactuar con los servidores. Según tengo entendido, estos servidores del Herz suelen ausentarse por períodos específicos cuando surgen reuniones cruciales en el Magisterio. En ausencia de los servidores, es común que Azezael, un fey, confidente de confianza de estos seres tome las riendas.
Mi padre, ese ser despreciable, siendo uno de los pilares más influyentes en este ámbito, a menudo se cruza con estas figuras. Es un tapiz entrelazado de intrigas y eventos que marcan el devenir de su posición en el Magisterio.
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La Maldición Del Ser Humano
Fantasy¿Te has preguntado cómo sería nuestro mundo con magia? Tal vez la realidad sea muy diferente a lo que imaginas... Ooh los demonios están aquí y entre más los ves menos miedo te generas, más buenos te parecen. En comparación con los seres humanos dej...