Alexia Putellas, tras su operación de cruzado, tiene que trabajar duro para volver al campo más fuerte que nunca. Tras unas sesiones, cansadas y sin resultados para la capitana, son el punto final de su carrera, y decide darse por vencida y olvidars...
Me costó pegar ojo, como de costumbre, y me levanté igual de cansada que siempre.
Lo único diferente al día anterior, es que me desperté a las 5 de la mañana, por lo que hoy estaba segura al 100% de que no llegaría tarde.
¿Qué podría hacer hasta que llegase la hora para ir a rehabilitación?
De todas mis opciones, opté por solo coger el móvil y pasearme por instagram. Llegó un punto en el que me picó la curiosidad y tuve que hacerlo.
Pinché en la lupa, y cruzando los dedos, por que no tuviese ningún barra baja o punto al principio en su nombre de usuario, escribí Andrea Johnson.
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Sonreí al ver su descripción, se notaba que era fan, por eso y por las 35 fotos que tenia del barça en su perfil.
Era precioso, no sé que tenía que me encantaba, a lo mejor era simplemente que era suyo, y eso hacía que me encantase.
Tenía foto con su hermano, el cual reconocí desde el principio por su gran trayectoria en el Arsenal. También compartía sus momentos con su familia, tenia fotos con sus abuelos, sobrinos, primos..., Tenía fotos con sus amigos, de fiesta, cocinando, dando un paseo, en el gym... Y fotos simplemente ella haciendo cualquier cosa, en las que sin duda salía bien. Porque era imposible que jamás saliese mal en una foto.
Seguí bajando y bajando, viendo las fotos una por una, hasta que llegué a esa foto.
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Era la cosa más mona que había visto nunca, con una descripción que decía Del lado bueno de la historia desde la cuna❤️💙. Y no pude dejar de verla.
No era la foto en la que salía más sexi, ni mucho menos, porque debería de tener 1 año. Pero fue la que más me gusto.
Tuve muchísima mala suerte, porque alba justo me llamó, descolgué. "Tata baja, que vengo a buscarte". ¿Ya? pensé, y es que viendo su perfil había perdido la noción del tiempo. Menos mal que me había vestido antes, si no iba a llegar tarde otro día.
Apagué el teléfono, cogí mis cosas y salí en dirección al coche de Alba. Cuando entré le di un abrazo. "Conecta el móvil y pon música, que la mía nunca te gusta". Es que la enana era la mejor, y sabia siempre lo que necesitaba.
