Jungwon se hallaba esperando a que el último timbre sonara, era viernes y su cuerpo estaba muy cansado como para aguantar un minuto más allí. Además, ¡ya entraban en vacaciones! Tenía muchas ansias de acabar el día acostadito en su cama, durmiendo hasta tarde, sin ninguna preocupación merodeando por su cabeza que pudiera quitarle el sueño. Se había hartado de los trimestrales, proyectos, profesores, compañeros; necesitaba paz mental.La campana inesperadamente timbra y el salón se convierte en un campo de batalla para salir. El instituto entero quería respirar el aire de las vacaciones, no más libros, profesores y exámenes durante tres meses, ¡era la puta gloria!
Aunque para Yang, serían los tres meses más aburridos de su vida porque estaría en Gwanak con su madre y no en Seúl con sus amigos.
Sus padres se habían separado a principios del año corriente, un día su progenitora aterrizó con los papeles en la oficina del señor Yang y todo un mundo de discusiones se desató porque para él era exagerado llegar hasta este punto. Sin embargo, tras semanas de hablarlo y ㅡcomo si fuera pocoㅡ pelear, finalmente firmó los documentos que declaraban oficialmente su divorcio. Luego se centraron en su hijo, él, Jungwon. Su pequeño ya tenía todas sus amistades hechas en el instituto y la mujer pensó que llevárselo en el momento más lindo de su adolescencia sería muy cruel de su parte, más allá de que ya lo hizo pasar nefastos sucesos con su ex esposo.
En esta nueva etapa buscaba ser una mejor mamá para Jungwon; por ello, tuvieron un acuerdo entre los tres. Durante las clases él estaría con su padre en Seúl y en vacaciones regresaría con ella a Gwanak, su ciudad natal.
Lo que ella no sabía es que le estaba arruinando igual la vida, ¿cómo puede alejarlos de sus amigos en vacaciones? Honestamente no le entra la pregunta en la cabeza. Se había rendido en eso de estar en contra de ellos porque a fin de cuentas eran sus padres y, a pesar de todo, los quería.
—¿Entonces no vas a darte siquiera una vuelta por aquí? —Niki le pregunta mientras caminaban a la par hacia la salida.
—Depende —lo mira. —Si mamá me deja mucho tiempo solo, tendré que ingeniármela.
—Que lástima, lo peor es que ni siquiera tienes otro familiar cerca como para estar en compañía.
—El divorcio siempre es complicado para todos. —exhala muy profundo. —Pero, ¿qué puedo hacer? No tengo voz ni voto si se trata de ellos.
—Sabes que puedo visitarte cuando quieras, no tendré tanta diversión contigo tan lejos.
—¿Tu mamá va a dejarte? Te llevaste materias a febrero.
—Sh... Eso se discute más adelante.
Ambos ríen sonoramente y detienen sus pasos en la acera, sabían que debían despedirse ya que se dirigían hacia caminos opuestos. Se miraron tristes, echarían de menos a su compañero de banco.
—Cuando te den el permiso, escríbeme. —Jungwon se estrecha bien en los brazos del alto en un abrazo.
—Y tú ve con cuidado, en invierno oscurece rápido y el frío calcina tus huesos. No te enfermes.
Duraron alrededor de un minuto en los brazos del otro hasta que consideraron que era suficiente, al menos hasta la próxima vez que concretaran verse. Niki se fue alejando poco a poco perdiéndose en la lejanía mientras que él saludaba con una mano en el aire, la sonrisa que mantenía en sus labios poco a poco se va desvaneciendo conforme volvía a sentir la soledad rodearlo. Un suspiro pesado brota desde lo más profundo de su garganta y evade los tonos de llamada que vibraban en su pantalón para caminar sin ningún tipo de ganas a la avenida más cercana. Ya sabía quién era y lo que le diría con exactitud, quería ahorrarse el disgusto de la desilusión y tener un buen viernes.
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𝙬𝙖𝙫𝙚
Fanfiction𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 | Jungwon pasa navidad en su ciudad natal y experimenta la primera nevada con quien nunca se imaginó.