Esa tarde hablaron durante un par de horas, entre ellas, lo que Jungwon había mencionado, sobre Jay. Es como si lo hubiera conocido un poco más ese día, lo escuchó reír y ponerse tímido en ciertas ocasiones, porque Jungwon aprovechando que estaban lejos, su lado coqueto podría salir un poco a flote. Contrario de que si estaban frente a frente, una frase como la de "eres lindo" o "creo que me gustas mucho" jamás saldría de su boca.El sábado fue raro, sus padres se habían ido de compras durante la mañana sin haberle dicho nada, solamente concretaron en una nota adhesiva que había comida en la estufa ya que –intuyeron correctamente– se levantó después del mediodía. No quería estar a solas, pero bueno, Maeumi de todas formas fue una agradable compañía. El domingo en cambio, era víspera de Año Nuevo. No tenía nada extravagante para contar, no hablaron mucho en la cena, hasta puede decir que todo se sentía... normal, como si hubieran vuelto a ser una familia otra vez, y fue raro porque por un momento le dieron a entender que su matrimonio se había arreglado.
Cuando el reloj dio las 00:00 esa noche, la abuela Im, madre de su madre, la llamó para desearles un feliz año y eso causo que quedara a solas con su padre en el patio. Habían preparado algo caliente y se encontraban sentados en las sillas plegables junto al fuego. La noche inusualmente estrellada estaba hermosa como para eludirla.
—¿Qué opinas? —su padre pregunta, rompiendo el hielo entre ambos.
—¿Sobre qué?
—El bebé. —el hombre hace un lado su copa de vino y se cruza de piernas para resguardarse del frío. —No parecías muy contento aquella vez y no he tenido tiempo para hablar a solas contigo de ese tema.
—Le había dicho a mamá que sería raro tener un hermano después de tantos años, estoy por cumplir 18 y... no lo sé, a lo mejor se sentirá menos sola si tiene a alguien más de quién cuidar. —Jungwon se acomoda la manta con la cual estaba enrollado y sonríe. —¿Y si es niña?
—Estará muy feliz si es una niña, siempre quisimos tener dos hijos pero... bueno, surgieron imprevistos y no planeamos que se diera así. Supongo que es como debía ser.
—¿Tu amas a mamá?
La interrogativa generó un silencio repentino, Sungil le sonrió de regreso y aclaró su garganta, como si estuviera nervioso.
—Por supuesto que la amo. —responde sensato. —Fue mi compañera de vida desde que tengo memoria, siempre había soñado casarme con ella cuando estudiabamos en la preparatoria, recuerdo que estuve detrás de ella durante mucho tiempo, en los recesos se la pasaba en la sala de música tocando la guitarra y a mi me encantaba oírla... ¿Cómo no podría amarla?
—¿Entonces por qué se divorciaron si la amabas tanto?
—Porque... —parece pensarlo con profundidad, no sabía cuál era la forma correcta de contestar esa pregunta. —Porque a veces, hijo, el amor no lo puede combatir todo. Pudimos amarnos mucho, pero no fue suficiente.
—¿Y qué pasará ahora?
—No lo sé... Quiero tenerlos cerca a ambos, y me pidió tiempo para pensarlo. Lo único que deseo es que si tengo una oportunidad para que nuestras vidas vuelvan a unirse, no pienso desaprovecharla.
Jungwon se siente algo reconfortado y aliviado por lo que oye, sin embargo, no le quitaba lo nostálgico que lo convertía conocer un poco más su historia. La mayoría de las veces creyó que sus padres no iban a poder olvidar todo lo que sintieron por el otro durante tanto tiempo, por un efímero momento hasta pensó que jamás querrían verse a la cara otra vez pero... estaba existiendo la mínima posibilidad de que las cosas vuelvan a su lugar.
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𝙬𝙖𝙫𝙚
Fanfiction𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 | Jungwon pasa navidad en su ciudad natal y experimenta la primera nevada con quien nunca se imaginó.