𝙬𝙖𝙫𝙚

fifteen

—Y... eso es todo —Jungwon termina de contar todo lo sucedido en Gwanak desde el primer instante que pisó la estación Isu con una sonrisa en los labios y ojos brillantes. —, por ahora.

Sunoo intercalaba miradas con sus mejores amigos, como tratando de buscar la falla en alguna parte, Jongseong no podía ser totalmente perfecto como él lo detallaba.

—¿Cuántos años me dijiste que tiene? —Kim regresa al inicio mientras bebe de su lata de refresco, la película que se proyectaba en la televisión dejó de tener interés cuando por fin Jungwon se había decidido en relatar las últimas noticias después de haber evadido tanto la conversación durante toda la noche.

—Veintiuno... —con culpa, responde. —¡No quieras hacer de su edad un problema! Estoy por cumplir mis dieciocho y puedo salir con la persona que quiero sin importar su edad.

—Por cómo se comporta me da vibras de que debe tener unos cuarenta bien escondidos, ¿le pediste que te enseñe su acta de nacimiento?

—¡Niki! —Yang regaña, lanzándole un poco de botana. —Tu lo conoces, no puedes decir eso.

—Bien, bien. No te enojes. —el japonés ríe, tratando de ocultarse en Sunoo cuando Jungwon quiere patearlo. —¿Sabes que omitiste que se besaron?

—¿¡Se besaron!?

—¡Ugh, Niki!

—¿No ibas a contarme! —Sun tenía una enorme expresión que aclamaba su indignación. —¿Realmente somos mejores amigos...?

Jungwon es rápido en sonrojarse ante las acusaciones y muerde sus labios.

—Me da vergüenza decirlo... —sus ojos se pierden entre sus dedos que juegan nerviosos entre sí. —Pero sí, nos besamos, en navidad.

Las mariposas regresaron al estómago de Jungwon al admitir el hecho en voz alta, tal que hasta sus orejas se tornaron rojas y comenzaron a arder en consecuencia. Sunoo no aguanta la sonrisa en sus labios y es necesario para él tener que sacudir a Niki gracias a la emoción por el primer amor del menor, y en cierto modo le sorprendía el atrevimiento de Jungwon porque de los tres era del que menos esperaba que diera su primer beso primero, porque sí, ninguno de ellos había besado a nadie, hasta ahora.

—¿Quién lo diría? —Kim sigue sonriendo, tal que sujeta sus propias mejillas ya que éstas dolían. —Espero conocerlo pronto.

—Es que... ahí está el otro problema. —Yang exhala profundamente, observando a Niki quien fue sus soporte todo este tiempo. El japonés tenía rodeado a Sun por los hombros prestando atención a la historia que contaba a pesar de ya saberla. —Mamá está embarazada.

—¿¡Qué?! ¿¡Cómo?! —el azabache intercalaba miradas entre sus dos amigos. —¿De quién? ¿Desde cuándo?

—De mi papá...

Sunoo estaba igual de shockeado que él aquella vez que se enteró de la noticia.

—Es complicado, pero que ahora esté embarazada significa que papá va a quererla cerca para cuidarla, por lo que es muy baja la probabilidad de que regresemos a Gwanak. —Jungwon baja de nuevo la mirada, algo triste. —Me hubiera gustado terminar de pasar las vacaciones allí y conocerlo más.

—Pero... a ver, no es tan lejos Gwanak, Jungwon, no es el fin del mundo ni mucho menos el fin de esta "relación". —Sunoo intenta animarlo. —Incluso podemos acompañarte. ¿Verdad, Niki?

—¿De verdad lo harían por mi?

—Por supuesto. Así que anímate, siempre hay una solución.