¿Qué es lo que realmente había pasado en esas semanas en Gwanak?Jungwon jamás pensó que lo esperaba una montaña rusa de emociones y sentimientos, todos nuevos y confusos, fue como si una avalancha de aguas dulces y tibias lo sumergieran hasta el último cabello cada vez que pasaba el rato con Jay. Comprende que estos pensamientos que alberga son producto de estar flechado por él, es que se le hacía demasiado extraño, solo tiene 17, no sabe lo que es estar enamorado.
Y por más que intentara de tomárselo con calma ya que, en definitiva, son sensaciones que todavía tiene que procesar, Jay no se la hacía fácil, y no en el mal sentido de la palabra, sino que no ayudaba en lo absoluto actuando como un caballero, es literalmente un sueño hecho realidad y lo único que estaba aprendiendo era a sentir todo junto, mezclado y de una manera fuerte; a tal punto que le daba miedo.
Supone que es el miedo que todos sienten la primera vez cuando alguien viene a enseñarte un mundo que nunca antes habías visto, la experiencia abrumadora de esperar su mensaje durante el día, de querer verlo constantemente porque extrañarlo se vuelve insuficiente, el primer beso, la primera vez que se toman de las manos, los primeros abrazos. Teme entregarle toda su fragilidad y que no resulte, teme dejar que indague su intimidad y lo lastime.
No quiere darle su corazón y que lo rompa.
Sufrir es parte de la vida, lo sabe, nadie puede eludir el dolor, pero admite que le da miedo salir herido. Jay es mayor que él, por mucho, abarca más experiencia y, por cómo es, tiene la certeza de que ha estado con muchas personas. ¿Y si no es suficiente para que lo elija? Hasta donde sabe, no tiene competencia pero, ¿y si Jay se aburre? ¿Y si para él todo esto no significa lo mismo?
Inevitablemente todos estos pensamientos lo consumen mientras esperan que el señor Yang los pasara a buscar en la estación, Jungwon estaba sentado en una banca con su cabeza descansando en el hombro de su mejor amigo. Su padre dijo que se había tomado sus vacaciones y por eso se ofreció a recogerlos, por lo que estaban inquietos ya que él no sabía que su madre venía con ellos. Lo esperaba un largo fin de semana. ¿No podía simplemente acabar el año y ya?
—Mamá, me estás poniendo nervioso, por favor siéntate. Ya va a venir.
—Lo siento hijo, es que las náuseas me están matando.
—¿¡Náuseas?! —Jungwon brinca de su lugar exaltado para caminar hacia su progenitora. —¿Quieres agua? ¿Medicina? ¿Se toma algo para eso?
—Jungwon, te va a vomitar en la cara si la sigues molestando. —Niki lo toma por sus hombros tratando de que no continúe agobiando con preguntas y mira a la señora Yang. —¿Necesita que la acompañemos al baño? Así puede refrescarse y nosotros le compramos agua.
—Estoy bien, en serio, solo son los nervios, ¿por qué tarda tanto tu padre?
—Es viernes, ma, probablemente haya tráfico. —Jungwon peina el largo cabello de la mujer detrás de su oreja. —Tranquila, todo va a salir bien. Tengo unos caramelos en mi mochila, ¿quieres uno? Así te distraes.
Ella asiente, posteriormente, va a buscar el dulce. Luego de dárselo regresa a Niki, ya estaba fatigado y quería abrazar a Maeumi recostado en su cama, no quería presenciar el por venir de la situación, porque estaba casi el 99,9 % seguro de que discutirían.
Tal vez 15 minutos después, una camioneta color negra se orilló frente a ellos la cual supo que le pertenecía a su padre dado que salió a recibirlos. Su expresión era de clara sorpresa mientras que su progenitora bajaba un poco la cabeza. Niki y Jungwon se acercaron a saludarlo para intentar hacer de menos la situación, que el canino prácticamente se le trepara al señor Yang fue motivo para sonreír también, Maeumi no lo veía desde que decidieron vivir en casas separadas y se sentía demasiado eufórico de volver a encontrarse con él.
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𝙬𝙖𝙫𝙚
Fanfiction𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 | Jungwon pasa navidad en su ciudad natal y experimenta la primera nevada con quien nunca se imaginó.