Not You Again, Please [L.S] (ACTUALIZACIONES LENTAS)

¿Hola? ¿¡Damiano!?

Se tomaron su tiempo en aquel balcón. En silencio. Louis sonreía, satisfecho por el trato que tenían.

Harry se puso de pie, tomando la jarra y vasos en mano. Louis alzó su cara, a donde él.

—¿Vienes? Quiero ver una película.— señaló con la cabeza la habitación.

Louis asintió rápidamente, poniéndose de pie hasta llegar dentro de la habitación. Donde se dejó caer encima de la cama, Harry no tardó en llegar a su lado. Recargando su cabeza en la parte acolchonada de la cabecera.

Louis le tendió el control para que pusiera lo que quería.

—¿No vas a salir con Derek?— preguntó concentrado en escribir el titulo de la película con el control remoto.

Louis negó.

—Recuerda que cumplen mes. Van a salir al club y llegarán tarde.— se cruzó de brazos, acomodándose en la cama.

Lo había olvidado, si se lo dijo Blair en la playa, pero se distrajo.

—Cierto.

Encontró la película que quería, "Ocean's 8"
Le dio play y se acomodó en la cama de nuevo. Con sus manos sobre su estómago. Louis tenía las suyas detrás de su cabeza.

Todo era silencio, pues la película les robaba toda la atención como para hablar.

Sin embargo, el celular de Harry empezó a sonar, haciéndole saber que tenía una llamada entrante. Estiró su mano, a la mesa. Leyó el nombre de Damiano, y apretó sus labios. No quería hablar con él, no estaba listo, creía que se escucharía extraño.

—¿Hola?

Su ceño se frunció en el momento que su oreja tocó el celular, y la bocina estaba cerca de su oído.

El inicio fue un silencio, con movimientos sobre la cama.

«Marcó por error.» Pensó.

Estaba por colgar, cuando una voz masculina, la cual no era de Damiano, se escuchaba lejos.

El sonido de los movimientos continuaba, y uno nuevo apareció en la línea.

Jadeos y gemidos.

Harry abrió la boca y alzó sus cejas.

—D-Damiano... así.— soltó la voz ajena.

—Como te gusta, Conrad.— la voz ronca de su novio llegó. —Te voy a coger bien hoy, así me olvido de que Harry no me deja hacerlo con él.

El rizado negaba, y sonreía por una extraña razón. Estaba aliviado. No era el único infiel, al parecer.

—¿Qué pasa?— preguntó Louis al ver su cara.

Harry soltó una pequeña risa, tapando su boca. Puso el altavoz, permitiéndole que escuchara lo que él.

Más gemidos y el movimiento constante de la cama fueron los que hicieron que Louis abriera sus ojos de par en par.

Harry colgó la llamada, y volvió a su película.

—¿Te sientes bien?— preguntó Louis con cautela.

Harry asintió.

—¿Por qué no lo estaría? Yo fui quien lo engañó y no se siente mal. No lo amaba y voy a terminar con él. Estoy bien, Louis. Pero gracias.

El castaño asintió volviendo a lo suyo.

(...)

No supieron en qué parte de la película las cosas entre ambos subieron de tono. Tan sólo que Louis no dejaba de acariciar la mano de Harry, y Harry lo miraba de vez en cuando.