Esperaban su orden en la mesa. Como siempre, Harry al lado de Louis. Blair y Derek del otro lado, juntos.
Louis tocó con su pulgar el muslo de Harry, quien se tensó por el nuevo toque.
Sus hijos parecían estar distraídos viendo las bebidas del menú, por ello mismo, Louis le llamó con ese pequeño toque.
—¿Me vas a decir que hacías con esa botella de lu...— empezó a hablar en voz baja, cerca suyo para que los demás no lo escucharan.
Harry lo interrumpió, negando con sus ojos bien abiertos, llenos de advertencia. ¿Qué pensaba al hacer esa pregunta frente a sus hijos? No importaba que fuera en voz baja, tenían que tener cuidado con ese tema en especial.
—Luego.
—¿Lo haremos de nuevo?— preguntó Louis con cierta timidez en su voz.
Harry sonrió por su tono y las manos del castaño, quien las tenía entre sus propias piernas.
—Lo hablamos luego.— con sus ojos señaló a los menores frente a ellos.
Louis asintió, satisfecho por la no indiferencia de Harry.
Louis llegó a su habitación, donde Harry ya estaba sentado en el balcón. Con los brazos cruzados, viendo el mar.
Llegó después que el rizado porque Derek lo entretuvo un poco, pidiéndole no decir nada a Harry sobre lo que hablaron antes, pues no quería quedar mal frente al papá de Blair. Louis solo asintió, sabiendo que Harry era quien primero notó todo lo diferente en ellos y tan sólo rio.
Harry tomaba una limonada. Louis asomó su cabeza por la puerta al balcón. Sintió la brisa golpear con cuidado su cara, y el sonido de la marea llenando sus oídos.
Harry giró sobre su hombro al sentirlo cerca, tan sólo sonrió y le señaló la silla de al lado, invitándolo a sentar. Louis asintió, tomando asiento.
—¿Quieres limonada?
—Por favor.
Harry asintió, sirviendo un poco del contenido de la jarra, en el vaso sobre la mesa del lugar que le pertenecía a Louis.
El castaño bebió un poco en cuanto le fue servida. Miraba a Harry con adulación. Tan lindo y tranquilo, con una sonrisa que marcaba sus hoyuelos. Sus ojos un poco entrecerrados por la brisa, pero disfrutando el momento y la vista.
—Tenemos de hablar sobre lo que pasó anoche.
Su tono lo asustó. Serio, sin ninguna emoción en su cara. Pensaba que seguramente lo mandaría al carajo, y volvería a ser el mismo Harry inexpresivo de siempre.
«La cagué.»
—¿Qué hay que hablar?
Se acomodó en su asiento, repasando con su lengua sus labios.
—Fue... bueno.— buscó las palabras, no había ensayado nada. —Pero no somos nada por eso, ¿sí, Louis?
El castaño asintió y todo quedó en silencio. Louis pensaba que Harry había terminado, pero el rizado no lo había hecho, sólo no encontraba las palabras, ni la forma correcta de decirle lo demás. De decirle que quería seguir haciéndolo, sin compromiso de por medio, al menos por esa semana que tenían en Ibiza.
—¿Por qué traes lubricante en tu maleta?— preguntó el castaño sin más. —¿Ya tenías pensado que tú y yo?— los señaló con una ceja enarcada.
Harry empezó a reír y echar su cabeza hacia atrás. No había ido con ese propósito al viaje, ni siquiera se cruzó por su cabeza el que existiría esa mínima posibilidad.
—No.— soltó en medio de las risas. Lo miró con burla. —¿Crees que yo no venía a divertirme a solas en mi habitación? Pero pasó lo del error de sistema y se fue a la mierda.— se encogió de hombros.
Louis lo miró, estático. Con las mil imágenes en su cabeza de Harry dándose placer. Tuvo que acomodarse en su asiento y eliminar esos pensamientos o sería evidente lo que tenía en la cabeza.
—Pero terminó siendo mejor. Te ayudé a divertirte.— subió y bajó sus cejas. —¿No?
Harry ladeó su cabeza y asintió. Louis escuchó el sonido de victoria.
—¿Pensaba en que podría... repetirse?— preguntó Harry, su tono de voz baja cada vez más que formulaba la pregunta.
Louis subió sus cejas. Bien, no lo esperaba pero aceptaba gustoso.
—¿Y Damián?— carraspeó su garganta, agachando su cabeza. No le importaba en lo más mínimo, pero quería saber de él y Harry.
Harry jugó con el hielo que sobraba en su vaso, moviéndolo.
—Es Damiano.— reclamó. Louis rodó los ojos. —Voy a terminar con él en cuanto lleguemos a Londres.
—¿Por qué?
Harry alzó una ceja, una mala mirada fue la que recibió de su parte.
—Porque lo engañé, y tampoco siento algo por él. No es el tipo de hombre con el que me gusta estar.— se encogió de hombros, sirviendo un poco más de limonada en su jarra. —Creo que fuimos muy rápido en todo. Yo me adelanté a decirle que sí cuando me pidió ser novios.
Louis tuvo que no brincar de la emoción por esas palabras. Claro que Damiano no era su tipo, él era su tipo.
—Pudiste haberte esperado un poco más antes de darle una respuesta.
—Tenía miedo, Louis. Uno hace muchas cosas por impulsos, y soy muy impulsivo. Tenía miedo de algo, mi forma de ignorarlo fue aceptar tener algo con alguien y ya veo que me equivoqué. Lo que necesito es estar solo y pensar bien mis cosas.
—¿Y lo de repetir lo que hicimos?— preguntó.
—Que quiera repetirlo no significa que quiera una relación. Si es que tú también quieres y aceptas, sólo será sexo por esta semana que queda y ya, no más. Nada de cariño, nada de apodos, nada de nada. No me abrazas fuera de la cama, no me besas.
«Porque no puedo dejarme llevar contigo de nuevo, o caeré.»
Asintió entendiendo, al menos tendría a Harry, ya se encargaría después de recuperarlo por completo.
—No tengo problema. Acepto tu trato.— sonrió y estiró su mano.
Harry hizo lo mismo mientras rodaba los ojos. Estrecharon sus manos, cerrando así su trato de sólo sexo por una semana en Ibiza.
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Dos capítulos seguidos como quedé con alguien de ustedes, corazones. Cuenta saldada. <3
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Not You Again, Please [L.S] (ACTUALIZACIONES LENTAS)
RomanceBlair Styles quiere presentar a su novio con su padre, Harry. El rizado está encantado con la relación de su hija, ella no para de hablar de lo lindo que es con ella y la forma en que la trata. Harry sabe que su pequeña está con alguien que vale l...