𖤜 Show Me | ᶜʰᵃⁿˡⁱˣ

Capituló 19: Kisses.

Días, semanas y hasta meses tuvieron que pasar para que ambos lograran reunir el dinero suficiente y comenzar a planear su viaje. Era bastante lejano y Christopher estaba consciente de eso, pero por Félix iría hasta la luna, sin bromear.

El menor aún se preguntaba por qué debía empacar tantas cosas para un viaje. Él no era el tipo de persona que ensuciaba demasiada ropa.
Aún así terminó llenando su maleta al igual que el mayor.

Su viaje estaba planeado para el día siguiente y ninguno de los dos podía esperar más.

Fue un poco difícil para Christopher conseguir el permiso de los padres del menor, después de todo era un viaje muy largo y no se verían en mucho tiempo, pero de alguna manera se había ganado su confianza total y, después de tanto insistir, ellos accedieron.

Ambos estaban recostados sobre la cama del mayor. Félix repartía besitos por todo su rostro mientras Christopher lo mantenía prisionero
entre sus brazos.

—¿No me dirás a dónde iremos?— Christopher negó, recibiendo otro ataque de besos como consecuencia—. Channie, por favor.

—No puedo decírtelo. Es una sorpresa.

—¡Pero actuaré sorprendido igual!— Christopher rió mientras negaba. Félix era un caso.

—Te daré una pequeña pista— el menor asintió entusiasmado —. Queda en otro continente —sus ojos se abrieron como platos mientras
cubría su boca.

—¡Eso es muy lejos!

—Lo sé, bebé. Por eso juntamos mucho dinero. Los boletos son carísimos, además de la comida y el hospedaje por supuesto.

—Nunca había hecho un viaje así de grande— sonrió con timidez.

—Me encargaré de que el primero sea inolvidable, pequeño— besó su frente y posteriormente le regaló una sonrisa —. Ahora ponte tu pijama. Mañana tendremos que despertar muy temprano.

Félix buscó su pijama en su pequeña mochila y comenzó a desvestirse, olvidando por completo la presencia del azabache en la habitación. La piel blanca de su torso quedó expuesta, al igual que sus bonitas piernas. Christopher tuvo que tragar saliva y desviar la vista. La verdad se sentía como un enfermo al ver al menor de esa manera, ¡pero no podía evitarlo! Félix era demasiado precioso, y una belleza así merecía ser apreciada, por preferencia suya, sólo por él.

Mientras Christopher intentó con todas sus fuerzas no clavar su mirada en el cuerpo del menor, éste último aprovechó cada segundo del azabache semidesnudo para observarlo como si estuviera viendo a una obra de arte. No despegó su vista ni siquiera cuando éste se dió cuenta.

—¿M-me estabas mirando?— Félix desvió su mirada y carraspeó —. Pervertido.

—¡No soy un pervertido! Eres mi novio, eres guapo, y ahora que puedo ver debo aprovechar cada bello paisaje frente a mí.

—Es una linda forma de decir que quieres verme semidesnudo.

—Si quieres interpretarlo de esa forma...—Christopher negó y retomó su acción anterior, esta vez sintiendo sus mejillas calientes al notar que Félix aún no despegaba su vista de él.

En medio de la vergüenza y timidez logró ponerse su pijama y posicionarse justo al lado del menor.

—Tu cuerpo y tu rostro son bonitos— susurró con una sonrisa en su rostro —. Pero lo que más me gusta de tí es como eres, y como eres conmigo.

—¿Es normal que te ame tanto? Porque, de no serlo, necesito un psiquiatra de inmediato— Félix soltó una risita y besó la mejilla del azabache.

—A veces me pregunto lo mismo, pero entonces te veo y me digo: lo anormal sería no hacerlo— Christopher sonrió ampliamente y no pudo soportarlo más. Se abalanzó sobre Félix con el propósito de llenar su rostro de besos, para luego detenerse sobre sus labios y profundizar ahí.

Félix no se quejó ni intentó detenerlo, él siempre disfrutaba mucho los besos de su novio, más aun cuando se ponía tan intenso y no quería soltarlo.

Al final ambos se durmieron entre besos y mimos, preparándose para el largo viaje que aguardaba por ellos al día siguiente.

¡Espero y les haya gustado!
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