Ep 37: Pérdida

112 10 1
                                    

Karmaland 4

Pueblo que alguna vez conocieron pero del cual no tenían memorias

Lo vacío que estaba con la poca población que hasta se podía contar era realmente extraño

Las construcciones de casas, entre algunas únicas, daban indicios de que en verdad era su preciado pueblo

Quackity seguía sangrando y por lo mismo manchando la chaqueta verde de quien lo sostenía, respirando presuroso manteniendo una mano sobre su vientre pues sentía que se estrujaba

Al no reconocer el pueblo, pero saber que cumplían los mismos roles, Vegetta fue en busca de algún local médico del cual abastecerse

Willy como podía consolaba al híbrido que soltaba quejidos y lamentos de dolor, bajándolo de su espalda para que se sentara sobre un grueso tronco

Pero apenas Sapo Peta apareció tras el portal, el azabache volvió a alterarse forzandose a ir con él presuroso sin escuchar a nadie decirle que descansara

Q: Sapo Peta!! — en un casi tropiezo alcanzó a sujetar al druida por sus antebrazos mirándo sus ojos con desespero — Duele mucho, demasiado, va a estar bien? Mi hijo está bien?!

Apenas mencionó eso su estómago volvió a doler cayendo de rodillas mientras se abrazaba el vientre

Todos quedaron desconcertados. Hijo? Quackity tuvo un hijo y lo dejó en el Karmaland que acaba de desaparecer?

Luzu se acercó al hombro del azabache para sentarse junto a él, pero al mirar abajo se detuvo

L: Quacks.. estás sangrando

En ese momento pensó que era absurdo lo que dijo, claramente lo estaba, sus alas habían sido rotas por la presión de las rocas, debía sangrar

Pero eso no era a lo que se refería Luzu, sino al charco de sangre que se comenzaba a formar bajo él, era lento, pero no provenía de sus alas, quizá tuviera alguna herida profunda debajo de su ropa y estuviera sangrando recién

Lejos estaba esa idea de la realidad

Sapo Peta rompió parte de un telar que había frente a ellos, levantó a Quackity y lo envolvió por completo sacando su escoba voladora para apresurar el paso recibiendo un mensaje de Vegetta con unas coordenadas

S: Estaré ocupado con la salud de Quackity, procuren no causar alborotos — dicho eso voló a toda velocidad dejando a los demás héroes confundidos, aún más al pobre marido del herido

Su escoba no estaba hecha para dos personas, más que todo por el desbalance de pesos que dificultaba la dirección en la que iba, pero si los dos cuerpos se formaban en uno solo, estando muy juntos por ejemplo, podía haber mayor probabilidad de que funcione el viaje

Llegando al lugar, descubrió que se trataba de la casa de Vegetta, era inútil pensar que era de alguien más, ningún loco podría hacer una enorme muralla con una casa flotante en medio solo por diversión

Táctica EnemigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora