Capítulo 02

222 22 31
                                    

-Hola, Bill. -Pude decir al fin.

Él acarició su brazo derecho, estaba tan incómodo como yo.

-Estás cambiado. -Caminamos hasta el living y dejé mi chaqueta sobre el sofá.

-¿Yo?, ¿que me dices de ti? -Sonrió y bajó la mirada. -Pareces una estrella de Rock.

-Sí, supongo que sí. -Acomodó un mechón azabache detrás de su oreja.

Tuve que parpadear un par de veces.

-¿Por qué están aquí? -Atiné a decir

-Pues... -Frunció levemente el ceño y miró el suelo, como si estuviera tratando de ordenar sus pensamientos.

-Tom. -Llevé mi vista hacia mamá, ni siquiera había notado cuando se acercó. -Que bueno que llegaste.

-Me lo estoy cuestionando.

-Lamento no haberte avisado, no sabía como te lo tomarías. -Solté una pequeña risita irónica pero no dije nada para no incomodar aún más a Bill, Jörg en realidad me importaba poco.

-Voy a darme una ducha. -Pasé frente a ellos y subí las escaleras hasta mi habitación.

Al llegar me quité la camiseta y la tiré a la cama. De haber sabido que al llegar a mi casa me encontraría de frente al hombre que dice ser mi padre, le hubiera pedido alojamiento a Georg. Al menos agradecía estar bebido y algo drogado, de otra forma quizá hubiese reaccionado diferente.

Por otro lado, Bill...

Mierda ya entendía por qué Simone quería que fuera al puto psicólogo, algo estaba mal conmigo.

-Hijo. -Escuché la voz de mi madre al otro lado de mi puerta. -¿Puedo entrar? -Me tardé un momento pero finalmente decidí abrir.

-Dime que hacen aquí. -Me apoyé en el marco de la puerta impidiéndole el paso. -¿Estas volviendo con Jörg? -Ella puso una mueca de confusión.

-¿Qué?, no, claro que no.

-¿No? -Fruncí el ceño. -¿Entonces que hacen aquí?

-¿No puedes solo estar feliz por verlos?

-¿Feliz de ver al hombre que no pudo encontrar un espacio en su agenda para ver a su hijo?. -Me crucé de brazos. -Claro, estoy eufórico.

-Tom..

-No me mal intérpretes, tampoco es como que me importe, ya no tengo ocho años, solo no esperes un buen trato hacia él de mi parte.

-Su trabajo...

-Doce años, han pasado doce años, no me vengas con esa mierda del trabajo mamá. -La interrumpí.

-Tú... tampoco quisiste viajar conmigo, ninguno de estos años.

-No puedo creer que me lo estés reprimiendo. -Rodé los ojos y me di la vuelta para ir hasta mi closet. -Era un niño.

-Ya no lo eres. -Entró a mi habitación. -No lo eres desde hace tiempo. -Se paró detrás de mi. -Ni siquiera querías contestar las llamadas de tu hermano.

Saqué una camiseta tres tallas más grande, como casi toda mi ropa.

-Ya no quiero hablar del tema. -Seguí sacando el resto de mi ropa.

-Se quedarán, Tom. -La miré. -Se quedarán por un tiempo, así que espero que trates de llevarte bien con Jörg. -Reí con ironía.

-No lo creo. -Caminé hasta el baño de la habitación con mi ropa en mis manos.

-Hazlo por Bill. -Me detuve frente a la puerta. -Todo esto también está siendo complicado para él, ¿Puedes intentarlo? -Suspiré y me giré hacia ella.

NO ME OLVIDES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora