Capítulo 05

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Desde mi encuentro con Bill y los medicamentos todo se había vuelto raro entre nosotros. Los primeros días insistí en acercarme a él y hablar sobre lo que había pasado fuera de la casa de Georg, pero parecía totalmente esquivo a hablar conmigo, por lo que dejé de acosarlo con el tema.

Quería pesar que su cambio de humor era por algún desorden emocional y no porque ya no quisiera tener nada que ver conmigo. Pero mientras más lo pensaba, más sentido tenía que se tratara directamente de mi, después de todo era bastante posible que se hubiera dado cuenta de lo moralmente malo del asunto.

-¿Me dirás que te tiene así? -Sara llegó a mi mesa, se sentó en la silla frente a mi y me acercó uno de los vasos que había traído.

-No se a que refieres. -Apagué la pantalla de mi celular y acomodé mi chaqueta.

Llevaba toda la semana investigando más acerca de los posibles desórdenes que podía tener Bill, cosa que me tenía ciertamente absorto y distraído.

-Estás pensativo. -Se llevó su cigarro a la boca y le dió una calada.

Quizá era bipolaridad o algún espectro parecido.

-Ni siquiera pareces estar escuchandome ahora.

O tal vez solo no quería tener nada que ver conmigo y lo de ese día solo fue un repentino arranque de adrenalina.

-Tom.

Mierda, me dolía la cabeza de darle tantas vueltas.

-Hey, Tom. -Chasqueo los dedos frente a mi rostro. Parpadee un par de veces y la miré confundido.

-¿Qué? -Sara rodó los ojos y se recargo en la silla.

-Definitivamente te perdimos. -Le dió una calada a su cigarrillo. La música del lugar sonaba tan fuerte que a penas podía escuchar lo que me decía.

-¿Haz visto a Jens? Pensé que estaría aquí. -Cambié de tema.

-Todas las abejas están fuera de la Colmena hoy. -Bebió de su coctel. -Por lo que escuché, Stuart estuvo perdiendo dinero con las medicinas extranjeras.

-No es posible, somos los únicos que abarcamos ese mercado en toda la región. -Sara ladeo la cabeza y alzó una de sus cejas. Lo entendí de inmediato. -Hay una puta rata. -Ella asintió.

-Por el momento solo las abejas saben, Stuart quiere ser muy cuidadoso para no alertar al espía.

-¿Cómo te enteraste tú? -Ella sonrió.

-Las drogas medicinales son mi área favorita, además... -Alargó. -Stuart me nombró líder de la celdilla.

-Mierda, Sara. -Sonreí. -Felicidades. -Alcé mi vaso y lo choqué contra el de ella.

-Gracias. -Bebió. -Al fin mi esfuerzo dió resultados.

-¿Qué hay de Kay?

-Es mi segundo al mando, deberías ver lo feliz que está -Sonrió. -No lo veía tan contento desde que le regalé su primer fusil.

-Hay que celebrar.

-Teníamos pensado ir al Woof.

-¿No es el nuevo antro gay? -Ella asintió.

-Prefiero los night clubs alternativos, así los hombres no me acosan.

-Pero me acosarán a mi -Ella rió.

-Seguramente niño bonito. -hice una mueca. -Invita a Bill.

Escuchar su nombre salir de otros labios que no fueran los míos me desestabilizó un poco, más que nada por el contexto de nuestro trato nulo estos días.

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