Capítulo 07

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-Estonces deberíamos ir a perdernos por algún lugar, como dijiste.

Empujé el interior de mi mejilla con mi lengua y miré a mi alrededor. La conversación silenciosa entre los hermanos Hinz había escalado hasta lograr que ambos estuvieran totalmente absortos en su propio mundo, por lo que era el momento perfecto para escaparnos.

Tomé la mano de Bill y lo saqué rápidamente de la zona Vip, abriéndome paso entre la gente con algunos empujones apresurados.

-Vas a hacer que me tropiece. -Se quejó y movió su mano entrelazando sus dedos con los míos para así tener más firmeza, lo cual fue muy irónico teniendo en cuenta que esa pequeña acción desestabilizó todo mi mundo por un segundo.

Llevé mi mano libre sobre mi pecho al mismo tiempo que él. Ambos nos miramos por un momento, tratando de descifrar lo que nos había acabado de ocurrir. Estaba seguro que tanto él como yo habíamos sentido la misma corriente eléctrica recorrer nuestro cuerpo.

Un empujón hacia mi hizo que nuestras miradas se desconectaran.

-Mierda, lo siento. -Un chico rubio de más o menos mi altura puso su mano sobre mi hombro para disculparse luego de chocar conmigo.

-Descuida. -Dije volviendo a poner los pies en la tierra. -Estoy bien.

Él bajó su mano hasta mi bícep y lo acarició con su pulgar.

-¿Seguro? -Me sonrió. -Debería quedarme contigo para asegurarme.

Lo miré confundido. ¿Estaba tratando de ligar conmigo?

-Hey, tarado. -La vocesita de Bill captó la atención de ambos. -¿Acaso estás ciego? -Levantó nuestras manos entrelazadas. -Está conmigo.

-Lo único que veo es que claramente estaría mejor conmigo.

Bill parecía estar a nada de sacar humo por las orejas.

-Ya lárgate rubio insípido. -Dijo molesto. -Es mío.

Alcé ambas cejas sorprendido y algo divertido con la situación.

Él chico lo miró con una mueca de desagrado y se alejó por su costado, no sin antes darle un empujón con su hombro.

Bill había actuado tan rápido que ni siquiera me había dejado tiempo para reaccionar y alejar al chico por mi cuenta.

-¿Qué fué todo eso? No sabía que ahora soy tuyo. -Reí.

-Ni siquiera quiero que lo menciones. -Volvió a caminar jalandome con él, escaleras abajo.

-Pero no te molestes conmigo, yo no hice nada.

-Cállate Tom.

Sonreí de lado y guardé silencio.

Esa pequeña actuación de novio celoso y posesivo me había gustado más de lo que me permitiría admitir.

Espera. -Dije cuando ya estuvimos totalmente alejados del radar de mis amigos. -Aquí está bien.

Lo arrastré a una esquina y apoyé mi espalda sobre la pared. A nuestro alrededor todos parecían en sus propias burbujas, cantando, bebiendo, riendo y bailando.

Nadie nos conocía ni estaban interesados en lo más mínimo por vernos. Era perfecto.

-Aún te ves molesto. -tomé sus manos y las dejé sobre mis hombros, para luego llevar las mías a su cintura.

-Aún lo estoy, ¿Que mierda se cree ese intento de Ken? -Reí.

-Te ves muy guapo celoso.

-No estoy celoso.

-Claro que sí. -Sonreí.

-Creo que ya te había dicho que no lo mencionaras. -Bufó.

-Tu lo hiciste, corazón. -Su semblante se relajó progresivamente hasta dejarme ver un suave rubor en sus mejillas.

-Lo siento. -Mordió su labio obligandome a mirarlos mas de la cuenta. -Me alteré.

Subí mi vista hasta sus profundos ojos oscuros y pude sentir como todo lo demás a mi alrededor se desvanecía lentamente.

-¿Ya te dije lo lindos que son tus ojos? -Él negó con la cabeza y sonrió. -Son hermosos. -Acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja.

Las luces azules y rojas parpadeaban sobre nosotros y la música nos envolvía por completo, solo eramos nosotros dos en ese momento, aunque estuviéramos rodeados de gente.

No existía nadie más en mi universo, solo Bill, apoderándose de cada rincón de mi mente

Bill bajó su mano derecha hasta mi pecho y sonrió.

-Tu corazón late muy rápido.

-Me vuelves loco. -Admití.

Él se quedó en silencio, observándome detenidamente por un momennto.

-También me vuelves loco. -Tiró de mi camiseta para acercarme mas hasta él.

Pegó su cuerpo al mío y comenzó a moverse al ritmo lento y marcado de la música.

Me costó un par de segundos reaccionar, no era común en mi el no manejar cada situación, pero Bill causaba que me sintiera tonto, como si estuviera embriagado.

Sí, era eso.

Estaba embriagado de él.

Subí mi mano hasta su nuca y agarré su cabello entre mis dedos. Su entrepierna chocaba con la mia hasta hacerme perder la cabeza, cada roze de su cuerpo contra el mío me hacía querer arrastrarlo hasta mi cama y hacerlo mío hasta que no pudiera pensar en nadie más que en mi.

Solo en mí.

Mío.

Se dió la vuelta y pegó su espalda a mi pecho, llevé mis manos hasta su cintura y me acerqué a su cuello.

-Bill... me estás poniendo muy duro. -Admití y mordí suavemente el lóbulo de su oreja.

En respuesta tomó una de mis manos y la metió debajo de su camiseta invitándome a tocar su torso. Su piel estaba tan caliente que mis manos normalmente frías me ardieron.

Relamí mis labios y con mi mano libre tomé su mentón y giré su cabeza hacia mi. Nuestros ojos se volvieron a encontrar, parecía tan extasiado como yo.

Sonreí sobre sus labios y lo besé.

Lo besé con tantas ganas que creí que iba a arrancarle los labios.

A la mierda si estaba mal, deseaba a Bill con todas las células de mi cuerpo y si hacerlo era un pecado, quería arder en el infierno de su cuerpo por el resto de mi vida.

Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevábamos toqueteandonos y besándonos como animales, solo fuí conciente de aquello cuando logré prestarle atención a la musica, entonces noté que al menos habíamos estado bailando unas cuatro canciones.

Deslicé mi mano sobre su piel hasta uno de sus pezones y lo apreté suavemente, Bill jadeo en mi boca y aprisionó mi labio inferior entre sus dientes antes de separamos por un poco de aire.

-Mierda... -Susurré, ambos sonreímos agitados.

Bill se dio la vuelta quedando totalmente frente a mi, abrazó mi cuello y volvió a moverse de forma provocativa.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2023 ⏰

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