Capítulo 03

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Metí las llaves a la cerradura y entré a mi casa, lo primero que vi fue a Bill vestido con unos vaqueros negros apretados, una polera de Linkin Park y una chaqueta de cuero, se veía malditamente sexy y rudo.

-¿Seguro que estás bien? -Jörg acomodaba su chaqueta como si fuera un niño pequeño.

El asunto contrastaba de una forma graciosa.

-Estoy bien, papá. -Bill rodó los ojos. -Ya deja de preocuparte.

Me crucé de brazos y dejé caer mi cuerpo a la pared a mi derecha, apoyándome con mi brazo en la misma para no caer al suelo.

-Si pasa algo llámame y iré por ti en seguida. -hice una mueca y miré hacia otro lado, el tema padre e hijo había logrado incomodarme.

-Ya lo sé, cálmate, estaré con Tom. -Carraspee para llamar la atención de ambos.

-¿Listo, hermanito? -Di vueltas las llaves en mi mano.

El asintió y caminó hasta quedar frente a mi, se tomó un momento y me miró con sus profundos ojos oscuros, como si me estuviera examinado, bajó su mirada hasta mis labios, sonrió y me rodeó saliendo de casa.

Mi pecho daba golpes rápidos. Qué mierda, había sido eso.

-Nos vemos, papá. -Lo escuché decir a mi espalda.

-Nos vemos, hijo, te amo. -Me incorporé y me di la vuelta en silencio para salir del lugar. -Tom. -me detuve antes de cerrar la puerta -También te amo, hijo.

Empujé el interior de mi mejilla con mi lengua y cerré la puerta.

Bill me esperaba recargado en mi auto.

Relamí mis labios y abrí la puerta del copiloto para él, subió y rodee el auto para hacer lo mismo.

-Bill. -Lo miré. -Mis amigos pueden ser un poco. -Busqué una forma amable. -Especiales. -Advertí

-Descuida. -Se acomodó el cinturón.

-Si en algún momento te sientes incómodo, solo dime.

-Claro, no te preocupes. -Me sonrió.

Sobé mi nuca, seguía pensando que llevarlo no sería buena idea, se veía delicado.

-Ya cambia esa cara, te estas pareciendo a papá. -Rió

-Ni de puto chiste vuelvas a decir eso. -Reí tambien y comencé a conducir camino al departamento de Georg.

Cuando estuvimos cerca tomé el volante con una mano y le marqué a mi amigo.

-Hey. -Dije cuando contestó.

-¡Tom! ¿Por qué aún no llegas hijo de puta? -Detrás de su voz pude escuchar música y algunas voces.

-Voy llegando. -Doblé en su callejón. -Abre la puerta. -Corté la llamada y estacioné.

-Bien, muñeco. -apagué el motor y lo miré. -¿Listo?

-Claro. -Me regaló una linda sonrisa.

No pude evitar mirar su boca, tenía un bonito lunar bajo su labio. Seguí bajando, otro en su cuello. La polera que llevaba se caía un poco por sus hombros dejando a la vista sus marcadas clavículas.

Hermoso.

-Tom... -Carraspee disimulando la situación.

-Vamos. -Bajé y él me siguió.

Georg no tardó en abrir la puerta.

-Tomito bonito -Georg me sonrió. -¿Quién es tu amigo?

-Hola, soy Bill.

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