LAS DOS LUNAS DE MARTE

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Durante todo ese día, la cabeza de Hermione no paró de dar vueltas, no sentía apetito ni ganas de hacer absolutamente nada más que estar llorando recostada en su cama, se dió un baño, cayó la tarde y tocaron a su puerta, pensó en decirle a Draco que no quería verlo pero al abrir la puerta el chico llevaba un ramo de rosas para ella, la joven sonrió enternecida y lo tomó

-¡Están hermosas, muchas gracias!- agradeció mirando las flores

-¿Solo las gracias recibiré?- se acercó a ella y la muchacha lo besó, lo alejó un poco y observó su atuendo, llevaba unas bermudas, una camiseta sin mangas y sobre su cabeza una gorra

-Luces muy cómodo- habló sarcástica

-Tú con cualquier cosa que uses te miras ridícula- siguió la broma, la chica frunció el ceño y él sonrió negando con la cabeza para darle otro beso a la castaña -No es cierto, eres preciosa, con o sin ropa, aunque de la segunda forma no te he visto pero puedo imaginarlo- mencionó con picardía

-Eres un pervertido- expresó ella riendo y sonrojandose dándole al joven un leve empujón

-Quiero que te pongas cómoda también porque ésta no es la sorpresa que te tengo, te espero en el auto, no tardes- la besó de nuevo, la chica obedeció, subió al auto y el rubio condujo hasta el lugar, él cubrió los ojos de Hermione, en cuanto estuvieron en la ubicación precisa los descubrió

-¡Por Dios!- expresó al ver el picnic que el Slytherin le había organizado, había bocadillos, velas, vino, música en una radio y lo mejor de todo, la locación era en la playa

-¿Qué te parece?- quiso saber él

-¡Me encanta!- sonrió sonrojada

-Honestamente estas cosas no se me dan, pero quería tener un detalle contigo- explicó mientras la tomaba de la mano y sentándose juntos sobre el mantel

-¿Por qué?- se extrañó ella

-Para agradecerte por el tiempo compartido y por ayudarme a conocer mejor éste mundo, me la paso muy bien cuando estamos juntos, en Hogwarts siempre pensé que eras aburrida pero todo lo contrario, es divertido estar contigo- puntualizó mientras servía el vino en un par de copas

-Lo tomaré como un cumplido- inquirió con sarcasmo- No tenias que molestarte en hacer todo ésto para mi- sujetó la copa que el muchacho le extendía

-Es lo mínimo que haría por ti- sonrió mirándole

-¿Y porqué lo harías si apenas y me conoces?- habló en tono hostil, el chico al notar ésto dejó de sonreír- Quiero decir, dudo que si siguiéramos en Hogwarts preparáras todo ésto, mucho menos para una sangre sucia como yo, ¿Porqué de pronto ya no te interesa el estatus de sangre?- preguntó irónica

-Granger...- intentó hablar pero fue interrumpido

-¡Ah, claro!, ahora que ya no tienes a Astoria y tus padres no están para decirte que hacer, puedes darte el lujo de revolcarte con quien quieras da igual si su sangre es mágica o no, ¿Verdad?-

-De acuerdo, ¿Qué demonios es lo que pasa?- cuestionó poniéndose de pie y ella imitó la acción

-Pasa que no entiendo por qué de un momento a otro resulta que te parezco preciosa, divertida y te gusta pasar tiempo conmigo cuando me trataste peor que basura cuando estábamos en el mundo mágico- le miró enojada

-¿Quieres saber el porqué?, porque toda mi puta vida permití la manipulación de mi padre, creyendo que tenía razón en cada una de sus palabras y acciones, quería que se sintiera orgulloso de mi y seguí su ejemplo, ¿Cómo podía juzgarlo?, ¿Cómo iba yo a saber que lo que él me decía era un error si se trataba de mi padre?, el hombre que me amaba y quería lo mejor para mi, ¿Cómo le explicas a un niño eso si el único valor con el que lo educaron en casa fue el de la sangre?- mencionó levantando la voz, no había nadie cerca por eso podían hablar libremente

EN OTRA VIDA (DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora