EL CUMPLEAÑOS DE HERMIONE

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Ron y Hermione se encontraban en el patio de los Weasley reposando el almuerzo, disfrutando de "postre" una espumosa cerveza de mantequilla, Harry había estado con ellos pero Ginny tomaría un baño y debía subir para cuidar al bebé, Draco no estaba equivocado, el pelirrojo no perdía oportunidad para estar a solas con ella desde que llegó, aunque ella intentara evitarlo.

-¿Te sientes mejor?- se interesó

-Si, muchas gracias debe ser por el ajetreo del trabajo- le mintió

-¿Vendrás a la cena de navidad como cada año?- quiso saber el pelirrojo

-Aun faltan unos meses- puntualizó ella

-Lo sé, pero Harry y yo tendremos mucho trabajo y quizá la siguiente vez que nos veamos sea hasta entonces- le informó

-No sé, escuché una plática en la oficina de algunos compañeros del trabajo y querían organizar una pequeña celebración- mintió y bebió de la cerveza

-Bueno, esa celebración es para pasarla en familia y tu familia somos nosotros- la chica sonrió -Piénsalo, espero que puedas estar aquí- tomó cerveza

-Bueno, ya veremos, te dejaste un poco de espuma- limpió la comisura del labio superior de Ron, el chico aprovechó la acción de la muchacha y le tomó la mano para chuparle el dedo con espuma que ella le había quitado, ésto sonrojó a Hermione y retiró discretamente su mano de la de él sintiéndose algo incómoda

-Extraño volver a estar contigo Hermione y sabes a que me refiero- musitó Weasley

-Ron por favor, ese comentario está fuera de lugar- lo frenó con fastidio sintiéndose nerviosa, mirando a otro lado

-Lo digo en serio, extraño tus besos y tus caricias, sigo pensando que podemos retomar nuestra relación - le miró

-No voy a hablar del tema, quedó zanjado- expresó tajante, Ronald rió y tomó aire para replicar pero fue interrumpido por Harry que se acercaba con su bebé en brazos y se lo pasó a Ron, el pelirrojo lo tomó sonriendo

-Éste niño será para nosotros como el hijo que no tuvimos, Hermione- sonrió Ronald y la castaña suspiró incómodamente

Al medio día del domingo, la chica se despidió y se acercó nuevamente al lugar donde Draco la había dejado, esa era la hora acordada, su novio llegó por ella y a lo lejos, Harry observó por la ventana del cuarto de Ginny que Hermione se subía al auto y se iban pero no logró distinguir quién había pasado por ella.

-Por favor dime que el bebé no es pelirrojo- dijo burlón, ella sonrió negando con la cabeza y lo tomó de las mejillas para besarlo

-¿Qué tal tu fin de semana?- quiso saber la chica

-¡Horrible!- le informó y ella rió

Ambos jóvenes disfrutaban compartiendo sus vidas juntos, se habían acoplado muy bien en cuanto a las labores domesticas y gastos financieros del hogar, sin mencionar que adoptaron el hábito del sexo matutino en la ducha y el nocturno en la recámara, el sofá, la cocina, en fin, habían esparcido su amor por toda la casa, Hermione volvió a la clínica sin que el rubio lo supiera y consiguió el medicamento, pero le aumentaron la dosis, lo cual no era buena señal pero estaba bien, ya no había sentido dolor desde aquel día en la madriguera, cada vez se llevaban mejor, tenían muchos temas de conversación sobre sus respectivos trabajos, salieron al partido de béisbol que habían dejado pendiente, la convivencia les ayudaba a conocerse más y mejor, la única discusión que volvieron a tener fue porque Draco dejó la pasta dental destapada, obvio la pelea terminó en sexo, las cosas marchaban bien.

El cumpleaños de la leona se hizo presente y su novio quería consentirla desde muy temprano pero ese día le tocó trabajar, por ello, horneó un pastel, y lo dejó junto a un ramo de rosas en la mesa de la cocina y una nota que ella leyó al despertar.

EN OTRA VIDA (DRAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora