Tics and Scratches

Capitulo 7

A lo largo de la semana siguiente, Bakugō fingió como si nunca hubiera pasado nada. Estaba jugando con la regla de que el resto del grupo era lo suficientemente tonto como para olvidarse de todo si no se les mencionaba directamente durante más de una semana. Siguió con su plan de dejar salir gradualmente más y más escalofríos y cada vez que alguien parecía que iba a mencionarlo, de repente se volvía insoportablemente bullicioso. Era una pena que nadie pudiera escuchar la preocupación de Kirishima y las preguntas de Denki por encima de sus gritos.

Había pasado una semana desde que casi lo descubrieron en la cafetería y tenía la esperanza de que las cosas empezaban a mejorar. Tal vez podría vivir con estos escalofríos todo el tiempo que tardaran en desaparecer. Aunque todavía podía sentir los ojos de Aizawa siguiéndolo a todas partes en la clase, era fácil engañar a sus amigos y eso era fundamentalmente lo que le permitía mantener su secreto. Así que finalmente se permitió relajarse y pasar el rato con sus amigos sin estar tan tenso como una roca. Obviamente, con su suerte, apenas pudo pasar dos horas antes de que todo se fuera a la mierda una vez más.

Finalmente había accedido a participar en la rutina nocturna 'Bakusquad' nuevamente por primera vez desde el día en que sus escalofríos se volvieron locos. Había una pequeña parte de él que no podía evitar especular y preocuparse sobre si eso volvería a suceder. No sabía al 100% que el desencadenante estaba reteniendo los escalofríos durante demasiado tiempo. ¿Y si fuera de la luz azul de la pantalla del televisor? ¿O la electricidad estática que seguía a Kaminari? Sin embargo, admitió a regañadientes que ya era demasiado tarde para echarse atrás, así que arrebató el control remoto de la mano de Sero lo más rápido posible para conseguir el mejor personaje de Super Smash Bros. Aunque era una elección poco convencional, a Bakugo le encantaba interpretar a Yoshi. La pequeña cosa se veía tan estúpida mientras aún le daba una oportunidad decente de ganar. Sin mencionar los efectos de sonido que vienen con el pequeño dragón... ¿lagarto? Bakugō pensó que toda la idea del personaje era comedia dorada.

"¿Estás eligiendo a Yoshi otra vez, Blasty?"

"Joder, sí, soy Dunceface".

"No hay sorpresa allí".

"¡Lo dice el tipo que hace Link cada maldita vez! Maldito tramposo".

"¡No es mi culpa que siempre seas demasiado lento para seleccionarlo!"

Honestamente, Bakugō estaba listo para pelear con Kaminari en este caso, pero Kirishima había puesto una mano tranquilizadora en su hombro. Entonces, en lugar de abalanzarse sobre Dunceface, simplemente dejó en claro que estaba furioso con él. Lo cual, para ser justos, no era muy raro. Como de costumbre, Denki no se tomó en serio las miradas de muerte. En lugar de eso, solo se ríe y le da un codazo a Sero para que presione el botón de inicio.

Probablemente estaban en la tercera ronda cuando Bakugō sintió que algo extraño subía desde su pecho hasta su garganta. Fue desconcertante por decir lo menos. Casi se sintió como si se hubiera tragado uno de sus escalofríos, alojándolo en su garganta. Realmente esperaba que su esófago no comenzara a temblar pronto. Se las arregló para evitarlo por un tiempo sólido, enfocando todo su esfuerzo y concentración en golpear al personaje de Denki hasta convertirlo en pulpa. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que su concentración comenzara a tambalearse a medida que la sensación en su garganta crecía en intensidad. Para empeorar las cosas, su cerebro estaba lleno del estúpido sonido 'Yoshi'. ¿Cómo podría tener una palabra singular como un gusano del oído? Denki finalmente logró empujarlo fuera de la pantalla y la clásica tarjeta de sonido Yoshi salió disparada de los altavoces. Solo escuchar la palabra que invadía su mente lo llevó al límite. Cuando Denki dejó escapar un grito de celebración, una copia casi perfecta de Yoshi brotó de la garganta de Bakugō. Qué mierda real. ¿Cómo hizo ese ruido? Si no estuviera tan preocupado por la posibilidad de ser poseído por la criatura ficticia, se habría tomado un minuto para felicitarse por la impresión.