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Jin Guansang hizo una cordial, calurosa y iluminadora vista a sus amigos los Meg, llevo consigo a su equipo de persuasión y negociación para decirle con todas las letras que o dejaban de rascar en el matrimonio Jiang o sus hijos y familiares tendrían que buscar en todos los hormigueros pedazos de sus huesos rotos que sus muchachos no pudieran degustar.

Además de que les daba la opción de acertar un apoyo a su bufette nada despreciable a cambio de cubrir esas rendijas que por idiotas entrometidos habían destapado, obviamente no hubo una negativa de su parte pues el Lan no les dió garantías sobre su seguridad solo les dió acceso a su fortuna para buscar algo que ellos ya no tenían intenciones de encontrar.

Lan Wangji estaba furioso de un día para otro el matrimonio Meg se presentó en su oficina para dimitir en el asunto de la recuperación de su familia, con una justificación tan pobre como que no se podía hacer nada, según ellos su padre Lan Quirent había dado una suma escandalosa de dinero, para que el registro civil borrará de los archivos el matrimonio que hubo entre el y el Wei.

Se supone que por eso había puesto su fortuna a su alcance para que su lograrán superar todos esos obstáculos ahora resulta que no podían hacer nada, si apenas hace unos días la pintaban tan fácil como quitarle un dulce a un bebé, les había corrido de su oficina a patadas, les advirtió que sepultaria su carrera en el lodo, pues el mismo recuperaría a su familia no necesitaba de ellos para lograrlo, pero a decir verdad era más fácil decirlo que hacerlo.

Hervía en coraje, rompió todo lo que tenía a su alcance, cuando estuvo más calmado llamo a su suegro, el no quería hacer daño a los Jiang pues solo quería recuperar a sus hijos, pero al no tener otra opción pues tendría que acudir al tramposo de su suegro sabia que el hombre por ambición sería capaz de cualquier cosa para lograr su objetivo por lo que le haria una propuesta que no podría rechazar.

Cómo si fuera una premonición el señor Jin Guansang paso a visitar a su viejo amigo Wen Rouhan, le ofreció la fortuna de los Wei a cambio de su ayuda y protección para sus nietos, que vivían con el hermano de su difunta nuera en completa paz, Wen Rouhan sabía cuánto habían sacrificado los Jin por mantener a sus nietos con vida desde la muerte de su nuera.

Le dijo que no era necesario recibir nada a cambio pues el estaba a punto de deaaserse de ciertos Lan, pues se estaban pasando de listos con el trato que el hizo con ellos cuando sus dos hijos se casaron con ellos y que su pequeño Wen Ning ya no estaba a gusto viviendo con ese mal hombre que ahora pretendía meter a los hijos de su antiguo esposo a su casa para humillarlo más haciendo comparaciones entre los niños.

Guansang le aclaro las ideas a su amigo le dijo que presisamente ese era su objetivo pues los hijos que él Lan estaba peleando estaban bajo el resguardo de Jiang Cheng el hijo mayor de sus consuegros los Jiang, entonces todo cuadraba en la ecuación, con más razón entonces amigo te ayudaré en tu problema, estate tranquilo dile a tus amigos y a tu muchacho que Wen Rouhan se hará cargo de la limpieza de todo este mierdero.

El hombre regreso a su casa con el alma tranquila sus nietos eran lo único que le quedaba a su hijo para no caer en la locura, aunque los veía de lejos, en videos o eventos en los que coincidían con los jiang, el solo saber que estaban bien, felices y cuidados era suficiente para mantener su corazón de padre rebozando de felicidad, al llegar a su casa se encontró con su viejo amigo Jiang Femiang, lo esperaba y de veía preocupado.

Buenas tardes amigo mío, no quiero importunar se que eres un hombre muy ocupado pero esto que vengo a...... No es necesario Miang todo está resuelto, regresa a tu casa besa a mís nietos de mi parte y dile a tu hijo que mi Zixuan y yo nunca parmitiremos ningún tipo de daño a su familia por qué estamos eternamente agradecidos con ustedes por hacer felices a nuestros niños.

Femiang agradeció las atenciones y después de controlar un poco sus emociones se marchó de regreso a su hogar, ese hogar que volvió a ser uno cálido y lleno de alegría gracias a esos nuevos integrantes que llegaron casi caídos del cielo y que por los que ahora todos estaban batallando desde sus trincheras para tenerlos unidos y felices.

En casa de los jiang madam Yu castigaba a sus nietos por imprudentes y ella se castigaba a si misma por haber permitido que la persuadieran de dejarlos ir, su hijo estaba muy enojado y su esposo se reía descaradamente de que el hombre la tenía como hija de familia, por ahora todo había quedado en un susto pues los Jin habían puesto a su mejor equipo de vigilancia para mantener no solo a los niños sino a toda la familia segura hasta que Wen Rouhan cumpliera con su parte del trato.

A tarde ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora