18.

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NO ME JODAN AAAAAAA.
Hola, mis queridos amiguitos, ¿Qué tal están? ¿Cómo se encuentran? Yo estoy de la verga la verdad. Ando con bloqueo del escritor, pero aún así les quiero andar trayendo contenido y pues- acá estoy 🥰.

En fin. Como no tengo nada más que decir, solo los dejaré con el capítulo de esta historia que cada vez se hace más larga (Aún no sé ni cómo terminarla, denme ideas.)
Disfruten :D 👋🏻.

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Pov narrador.

Quackity estaba realmente exaltado (No, no excitado). Él no sabía cómo es que siempre ese hombre tan musculoso, alto, barbudo, bronceado y de voz tan seductora y varonil lo encontraba todo el tiempo. Siempre en las situaciones menos esperadas se lo cruzaba, como esta vez.

– ¿¡Sapo peta, qué chingados!? – Gritó Quackity al notar la repentina presencia de aquél hombre antes mencionado.

Oh-... Quackity. – Fue lo único que respondió Sapo peta, mientras que sus ojos se notaban sorprendidos por haberse encontrado con el jóven.

¡Qué Quackity ni Quackity! ¿¡Qué pitos haces aquí!? – Preguntó Quackity de manera sobresaltada.

Quackity estaba consciente del cómo Luzu y Sapo peta se llevaban, y no quería que el hombre lobo que siempre estaba a su lado se metiera en una pelea con este gran y fornido hombre.

Jóven Quackity, ¿Qué ha sucedido?. He visto multitudes de personas pasar por este bosque hace ya unas horas. Ellos te están buscando. Pensé que ya te habías marchado. – Dijo Sapo peta en respuesta, mientras que se acercaba con un aura amable y preocupada hacia Quackity.

...Espérate, ¿¡Cómo!? No mames... – Fue lo único que respondió Quackity, mientras que se ponía su mano sobre su frente con algo de irritación, para luego mirar con una mezcla de preocupación y desesperación a Sapo peta.
Sapo peta, ¿Viste a Luzu? ¿Él me está buscando o algo? – Preguntó Quackity, esperando una respuesta positiva a su pregunta.

Oh, lo lamento, Quackity, no lo he visto. ¿Por qué lo preguntas? ¿Ha sucedido algo entre ustedes? – Respondió Sapo peta en un tono curioso, mientras que se cruzaba de brazos.

Puta madre...el pendejo me debe de andar buscando ya. ¿Dónde vergas estaba la cabaña? – Dijo Quackity para sí mismo, ignorando las preguntas que el contrario le decía.

Quackity empezó a caminar hacia donde él creía se encontraba el camino a la pequeña casa de Luzu, mientras que dejaba atrás a Sapo peta al estar apurado en irse al hogar del hombre lobo.
Ya nisiquiera sabía si Sapo peta lo estaba siguiendo o no, aunque tampoco es que eso le importara mucho. Quackity simplemente siguió su camino, de a momentos deteniéndose para mirar hacia sus lados, buscando un indicio de algo familiar que lo condujera hacia la casa de Luzu.

Puta madre... – Dijo el menor en modo de queja, mientras que liberaba un suspiro molesto y cansado.

El jóven se veía obviamente cansado e irritado, al borde de volverse loco por estar perdido en ese gran bosque abundante de árboles y plantas, haciendo casi imposible diferenciar los caminos y rutas de aquél lugar, aunque hayan pasado apenas unos 14 minutos.
De pronto, un grito a su nombre hizo que su completa atención se dirigiera a uno de sus lados. Alguien había llamado a su nombre, una voz familiar, lo que hizo que el menor sintiera algo similar a la felicidad de haber encontrado a alguien conocido.

¡Luzu! – Gritó Quackity, mientras empezaba a correr hacia la dirección donde había escuchado aquel grito. Nunca se imaginó estar tan emocionado por encontrar a Luzu.

Eʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴀᴘᴀ ʀᴏᴊᴀ [Lᴜᴄᴋɪᴛʏ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora