GHOST RIDERS • Teen Wolf • Temporada 6A

9. Memory Found

T. 6A.
Capítulo 9: Memory Found.

—La puerta del túnel está cerrada. Todo está cerrado— informó Lydia mientras entraba corriendo.

Scott cerró la puerta de la bóveda.

—¿Evitará que entren?— cuestionó Malia.

—No— aseguré.

—Puede que no— dudó Scott.

—Yo pienso que no— afirmó Lydia.

—No esperarán que yo sea la optimista, ¿o sí?

Los tres compartimos una mirada de entendimiento antes de que Scott dirigiera la suya hacia el congelador de personas de mi tío.

—¿Qué tanto se enfría esta cosa?

—Lo suficiente para un sabueso infernal. No es como el baño de hielo que le dimos a Isaac, pero puede bajar la temperatura más de lo que un humano soporta.

—¿Qué tiene que ver que nos congelemos con nuestras memorias?— cuestionó Malia.

—Sus corazones latirán más y así entrarán en trance.

—Como hipnosis— agregó Scott.

—Regresión hipnótica— especifiqué.

—Siendo optimista, ¿cuánto tiempo creen que tengamos para hacerlo?— inquirió Malia.

—El que Liam y Stilinski puedan darnos alejando a los jinetes del olvido de aquí.

Y sin más abrí la puerta del congelador, a lo que Scott se quitó la camisa y Malia encendió la maquina.

—Bueno, algo pasa. ¿Estás listo?— le preguntó Malia.

En respuesta, Scott entró al congelador y yo cerré la puerta para después bajar la palanca y asegurarla.

—Recuerda: estará tan fría que podría matarte, si sientes algo malo...

—Va a funcionar— aseguró Scott interrumpiéndome y asentí.

Bajé la temperatura de todos los controles.

—¿Qué sientes?— le pregunté.

—Frío. Está muy frío. Muy frío.

—¿Qué se supone que hagamos? ¿Hablar con él? ¿Ayudarlo a recordar? ¿Esperar a que se convierta en una paleta de hombre lobo?— inquirió Malia.

—Tenemos que guiarlo. Mantenerlo concentrado— le respondió Lydia.

—Scotty, tienes que pensar en él. Concéntrate en Stiles, intenta imaginarlo; piensa en como se ve, en las cosas que decía.

La temperatura disminuyó aún más.

—Esto no me gusta. Algo está mal— alertó Malia.

—Espera, dale unos segundos más— pidió Lydia.

Scott golpeó su mano abierta contra el vidrio de la puerta del congelador.

—Voy a sacarlo— y me acerqué pero Lydia me detuvo.

—Espera.

El cuerpo de Scott pareció finalmente regularse a la temperatura, pues este bajo la mano del vidrio más calmado.

—¿Scotty?

—Scott, ¿puedes oírme?— le habló Lydia.

Scott abrió los ojos mostrándolos rojos hasta que cambiaron a su color café y poco después comenzó a cerrarlos lentamente.