Cap 3: Una Oscura Soledad.

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Cafetería.

Gojo, Tadano y Naoto estaban tomando donuts y café.

- ¿ Tu esposa se a ido así sin más a Tokio?.

Pregunto Naoto sorprendido.

- Si, oficialmente me a dejado solo con nuestra hija.

- ¿ Y eso no te molesta?.

Pregunto Tadano.

- Claro que si, pero no tengo nada que hacer. Marin se enfada mucho cuando se lo reprocho.

- ¿ Pero no lo a consultado contigo en ningún?.

- No, simplemente se le ocurrió y luego me lo conto. Hace tiempo que no nos comunicamos.

- Es una pena.

- Hace meses que no hablo con ella. Marin se pasaba el día trabajando o de fiesta con sus amigos.

- Que pena, ¿ y como llevas eso?.

- En un principio me deprimí bastante, pero con el tiempo me acostumbre.

- ¿ Y como te sientes ahora?.

- Siento que me falta algo y eso me deprime un poco.

Dijo Gojo decaído.

- Cuanto lo siento, Gojo.

- ¿ Que piensas hacer con Marin?.

- Supongo que me tocara esperarla.

Dijo Gojo decaído.

- No te ves nada bien.

- Es normal, te pasas el día trabajando y cuidando de la niña.

- Eso es verdad. Ya no tengo tiempo para hacer vestidos.

- Marin se pasa el día intentando cumplir sus sueños, mientras que tu, has tenido que renunciar a los tuyos para cuidar y mantener a la niña.

- ¿ Eso es cierto?.

- Desgraciadamente si. Tengo tres libretas llenas de diseños que nunca eh podido hacer.

- ¿ Marin no te da parte de su sueldo?.

- Solo la mitad, la otra mitad se lo gasta en sus fiestas con sus amigos.

- ¿ Y no le has reclamado eso?.

- Cuando le reclame eso me dijo: "Eh trabajado muy duro para ganar este dinero, así que me lo gastare en lo que yo quiera".

- Valla, eso es muy egoísta.

- Lo se, la fama se le a subido a la cabeza. Y lo peor es que no le puedo decir nada por su carácter.

- ¿ Marin a cuidado alguna vez su hija?.

- Solo en los dos primeros meses. Dice que ya no quiere darle el pecho por que estropearían sus senos.

- ¿ Y que come tu bebe?.

- Le doy papilla y le preparo una leche en polvo muy buena.

- Es increíble que hagas todo eso tu solo.

- No tengo otra opción.

- Al menos se nota que tu hija esta creciendo bien.

- Es lo único que me hace feliz.

- Supongo que tampoco te gustara tu trabajo.

- No es el trabajo que yo quería, pero son los sacrificios que tiene que hacer un padre por su hija. Mi único sueño ahora, es que mi hija crezca sana y feliz.

¿Tu volverás?- Sonó Bisque Doll.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora