Mansión de Hisa.
Jardín.
Toda la familia y amigos estaban disfrutando de una buena parrillada de cumpleaños.
María estaba sujetando a la pequeña Kane.
- Así que... Esa mujer es mi sobrina y este bebe es su hija.
- Exactamente.
- Esto no está bien, Adriana.
Dijo María muy seria.
- ¿Qué ocurre, mama?.
- Este bebe es demasiado linda.
Dijo María mientras abrazaba a Kane.
- Para, mama, que la vas a ahogar.
- ¡AAAAAHHHH!.
- Ya la has hecho llorar.
- Lo siento mucho, pequeña.
Hisa sujeta a su pequeña hija.
- Hay que tener cuidado.
- Mama...
- No llores, mi amor.
- Así que tú eres la famosa Hisa.
Comento Juan, el padre de Adriana.
- Por supuesto.
- Bienvenida a la familia.
- Muchas gracias.
- También va por ti, Gojo.
- Gracias, Juan.
- Gabriela nos ha hablado mucho de ti, Hisa.
- Mi hermana tiene razón, eres una mujer preciosa.
- Muchas gracias, María.
- Nada de "María", llámame tía.
- Vale, lo siento.
- Y tú eres demasiado linda, Kane.
Dijo María mientras acariciaba su cabecita.
La familia de Gabriela había venido para conocer a los nuevos miembros de la familia.
Naoto y Sana se acercan a la pequeña Kane.
Sana estaba cargando a su hija.
- Feliz cumpleaños, Kane.
- Está preciosa con ese vestido.
- Gracias, lo he diseñado yo.
- Vamos, Keiko, dile a Kane: "Feliz cumpleaños, Kane".
- Ba, ba, ba, ba, ba...
- Muy bien, Keiko.
- Muchas gracias, Keiko.
Comento Hisa.
- Vamos, Kane, dile a Keiko: "Muchas gracias, Keiko".
- Aba...
- Eso es, Kane.
Sakurai y Uzaki estaban comiendo un buen plato de carne asada.
- Madre mía, no puedo comer más...
- Estoy a punto de reventar.
Dijeron los dos al mismo tiempo.
Adriana se había pulido el plato con facilidad.
- Necesito más chorizo.
- ¿¡Quieres más!?.
Pregunto Uzaki sorprendida.