Casa de Gojo.
Sala.
- ¿Por que no?.
- Necesito a alguien que se encargue de la niña.
- No te preocupes, para eso estoy aquí.
- ¿Tu no ibas a tomar clases de interpretación?.
- No, me eh dado cuenta de que Kane necesita a su madre.
- ¿Enserio? Después de meses en Tokio, ¿ahora te das cuenta de eso?.
- ¿Perdón?.
- Llevas meses desentendiéndote de tu hija, no has mandado ni un mísero yen para su educación, ¿y ahora reclamas su cariño como si nada?.
Pregunto Gojo muy molesto.
- ¿¡Me estas llamando mala madre!?.
- Sí, eres una pésima madre, no me extraña que Kane llame "mama" a su canguro.
- ¿¡Pero como te atreves!? ¡Eres mí esposo! ¡Se supone que me tienes que apoyar!.
- ¿Qué te apoye? ¿Cuando me has apoyado tu?.
- ¿¡De que rayos estas hablando ahora!?.
- Me dejaste solo con la casa, el trabajo y la niña para perseguir tus sueños. Y cuando decidí perseguir mis propios sueños para sentirme realizado como persona, me dices que los abandone para poder mantenerte.
- ¡El mundo de la moda es muy complicado y arriesgado, Gojo!.
- También el mundo del modelaje y de la actuación. Yo siempre te apoye en tus sueños y esperanzas, y lo único que te pedí es que hicieras lo mismo conmigo. En ningún momento me has animado para seguir con mí carrera de diseñador.
- ¡Tu me tienes que apoyar por que eres mí marido, además yo si que tengo lo que hay que tener para ser modelo y actriz!.
- ¿Estas menospreciando mis capacidades artísticas?.
- ¡No, solo digo que yo tengo más posibilidades para cumplir mis metas!.
- Pues a diferencia de ti, he alcanzado mis sueños en unas pocas semanas. Tu llevas meses en Tokio y no te he visto en ninguna revista.
- ¿¡Pero cómo te atreves!?.
- Solo digo la verdad, tu carrera esta en dique seco; yo tengo una agenda asta arriba de clientes ricos y con clase.
- ¡Se acabo! ¡Esta noche duermes en el sofá!.
- No hace falta mandarme al sofá. Me voy de casa.
- "¿¡En serio!?".
- Y me llevo a Kane.
- ¡No, Kane tiene que estar con su madre!.
- ¿Que madre?.
- ¡Menuda falta de respeto, mis amigas tienen razón, ya no eres del hombre del que me enamore!.
- Pues que pena por ti.
Gojo se iba marchar con Kane.
- ¡Eh dicho que me des a mí hija!.
- ¿Para que, para que la sigas descuidando?.
- ¡Cómo no me devuelvas a mí hija, te denunciare por secuestro!.
- No serás capaz...
- ¡Claro que soy capaz! ¡ Soy su madre así que tengo el juzgado a mí favor!.
- Vale, esta bien.
Gojo le da a su hija.
- Papa, papa, papa, papa...