Tsukishima siempre recibe cartas anónimas, pero una llamó su atención en especial y decide tratar de averiguar quién la escribió. Yamaguchi lo acompañará en el proceso aún a sabiendas de que él mismo es el autor de esa carta, su confesión.
¿Qué suce...
En este tipo de carta, las chicas suelen hablar de tu físico… ¿De qué iban a hablar si no? Hablarían de tus dedos, de tu pelo rubio, de tus ojos (si es que alguna vez han notado su color siquiera). Tal vez 𝕞encionarían tu altura, tu forma de vestir, si es que son observadoras… Pero yo no soy como ellas. Y no, tampoco pienso ser "la persona indicada" "la única y diferente", "tu media naranja", "tu otra mitad"... Aspirar a eso sería ridículo, porque la realidad es que no existen almas gemelas. Esto es solo un mito que justifica que te enamores de alguien que es idéntico a ti. Tú no eres idéntico a mí, de hecho, considero que somos muy diferentes. Dicen que lo mejor es rodearte de gente que te complemente. Por eso los extrovertidos se juntan con los introvertidos. El ruido en el silencio. La ambición de superación con la sensación de inferioridad. Si nos pararános a analizarlo, descubriríamos que todos necesitamos un refugio de nosotros mismos, un lugar donde hacer actividades que no te gustan y aún así te sientas cómodo, o donde tus gustos son compartidos por una persona que se esfuerza por entenderte. Ese es el tipo de "sentimiento" que yo llamo amor. Es sacrificio, es compartir siendo egoísta, es ser alguien sincero aunque duela, es soportar los cimientos de un edificio cuando está en ruinas. Es un abrazo en mitad de una tormenta, o las carcajadas que se ríen de la lluvia al caer mientras bailas música que solo tú escuchas. Yo no admiro tu aspecto, porque tú podrías tener cualquier otro, y me gustarías igualmente. No admiro tu belleza, porque la belleza es efímera. Admiro tus ojos cuando brillan viendo un Pterodáctilo, tu cuello cuando se alza para mirar el cielo nocturno buscando constelaciones, y pensando a su vez en la historia detrás de ellas. Admiro tu bloqueo, tanto el de Volleyball como el que te impones a ti mismo para que nadie pueda ver a través de ti. Tu energía limitada, tu paciencia casi nula, tu manera de escapar cuando tus compañeros quieren tocarte en el éxtasis de un punto. Admiro como te replanteas todo, aunque sea lo más simple, y tu capacidad de análisis de personas que apenas conoces.
¿Me estarás analizando ahora mismo solo por mis palabras? ¿Por mi ortografía? ¿Por mis símil𝕖s, por mis metáforas? ¿Por mi percepción del amor? Probablemente, pero no me importa siempre y cuando solo tú seas mi juez. Dicta sentencia y declárame culpable de amarte o inocente por pensar que tal vez yo podría tener una oportunidad contigo. Pero debería explicar una cosa antes de que pienses tu veredicto.
Soy la única persona que verdaderamente está enamorada de ti. Porque te conozco. Porque soy consciente de tus defectos, empezando por ponerte cascos, (no auriculares, porque eso significaría que puedes compartir) cascos aislantes de sonido para no escuchar a los demás, porque sé que odias las patatas fritas y comer demasiado, porque aunque nadie lo sepa, tienes un lado cariñoso que solo muestras en privado y con 𝕘ente muy reducida. Porque aunque lo niegues, quieres a tu hermano, la persona que más te ha apoyado en tu familia, a pesar de haberte decepcionado una vez. Porque tu miopía no impide que yo observe tu mirada a través del vidrio, y me de cuenta de que es la forma en la que me miras como siempre quise que me mirasen.
Quiero que pares un momento y huelas de nuevo el aroma de esta carta, porque no ha sido escogido al azar. Para ser considerado alguien tan amargo, disfrutas comiendo dulce, en especial las tartas de fresa, ¿verdad? Será necesario que olfatees mis escritos como lo haces con los libros recién comprados o los que llevan décadas encerrados en las estanterías de majestuosos palacios de información, las llamadas bibliotecas. Es necesario que actives tus cinco sentidos para que entiendas lo mucho que alteras los míos. Por eso quiero alterarte. Quiero encerrarte en la cárcel en la que yo he estado durante tanto tiempo en silencio. Quiero que te pongas mis cadenas y te aferres a ellas como si el acero frío te abrazara. ¿Deberías sentir frío? Tal vez recorriendo t𝕦 espalda, pero en realidad los pelos de punta precisamente te hacen sentir una calidez reconfortante tras el suceso, como encender el fuego de la chimenea durante un largo invierno. Esto es lo que tú me provocas, y eso es lo que deseo con toda mi alma que sientas. Porque lo peor que puede pasar al confesarte lo que siento es que no sea correspondido. Pero me da igual. Si al menos puedo volverte loco mientras recorres esta carta con tu pupila, tendré suficiente (aunque querría más, mucho más).
Se supone que estas chicas también aprovechan este espacio para hablar de sus fantasías contigo. Yo claro que puedo entregarme al mundo de la ficción, pero desde luego no sería una ficción donde muerdo una manzana buscando el placer de cada mordisco mientras como. No, todo va pa𝕤o por paso. Yo fantaseo con tomar tu mano y disfrutar de su suavidad, de abrazarte sabiendo que hay algo más allá en ese abrazo. Tal vez el infinito, tal vez solo una manta con la que arroparme. Quiero que me mires como mirarías a un Brachiosaurus o a un parasaurolophus. Que me mires como miras a la constelación de Orión y de Perseo, y que digas mi nombre con el mismo ansia con el que defiendes que Medusa no es la verdadera villana de la historia, y que el escorpión tiene muchos motivos para perseguir al cazador. Quiero que como estrellas binarias absorbas toda mi energía y la hagas tuya para que puedas brillar hasta explotar como hiciste contra el Shiratorizawa. Quiero hacerme fuerte contigo y luchar por nuestros sueños, aunque sean distintos.
Eso es con lo que yo fan𝕥aseo. Eso es a lo que yo aspiro. A que cuando huelas estas fresas, recuerdes que es nuestro perfume.
Esta sensación es tan… Inefable…, intento explicarlo, pero siento que ni todas las palabras que escribo pueden definir lo que siento con exactitud. Ni siquiera me importa si me haces daño, soy consciente de que cuando te enamoras le das a una person𝕒 mucho poder sobre ti.. Y aún así… No me importa todo lo malo que puedas decir de mí. Solo hay amor en mí. Por mucho que intentaras alejarme, solo harías que no me separe nunca de ti.
Me pregunto si descubrirás mi identidad aunque la esconda bajo el anonimato. Me pregunto qué clase de nombres e imágenes te rondarán la cabeza, y qué clase de investigación llevarás a cabo. Tengo mucha información de ti. ¿Pero cómo la he obtenido? Todo eso es un trabajo tuyo, pero siento que no tardarás en dar con la respuesta si lo vas deduciendo correctamente. Es como los crímenes que relata Agatha Christie. Todos son sospechosos, pero siempre hay algún personaje que se ajusta mejor si tienes en cuenta su psicología. La psique es, al fin y al cabo, la esencia del ser humano. ¿Serás capaz de hacerlo? ¿De entenderme lo suficiente como para quitarte la venda de los ojo𝕤?
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♡°♡°♡ Nota de la autora ♡°♡°♡:
Este especial se lo dedico a Nfyrews por sugerirlo, y además, quien comente primero el simple mensaje oculto de la carta, también será mencionad@ en la próxima carta.
