El transcurrir de los días se sentia extraño en aquel mundo para Jason, observa sus ropas con atención se parecía a algo del siglo pasado la tela era ligera pero estaba hecha de hilos gruesos y los pantalones más las botas lo hacían ver como sacado de un libro de épocas anteriores, a un lado suyo Demina terminaba de acomodar sus prendas que consistía en un vestido largo con más capas sobre el mismo la última siendo de color verde, un cinturón algo grueso adorna su cintura para enmarcarla como lo hacían algunas pueblerinas que vieron.
Trataban de infiltrarse entre los llamados telmarinos para saber un poco más de ellos, claro que está había sido idea de la pelinegra pues el le daba más prioridad a la misión que le dio su padre.
-¿Segura de hacer esto?
-Claro, de lo contrario no estaría aquí.
-No es a lo que vinimos.
-Lo sé, solo será un rato y luego continuamos con nuestra cruzada.
Abrió la boca para protestar pero la volvió a cerrar, pelear con algo que Demina quería era una batalla perdida mejor ayudaría para poder salir rápidamente de allí no le gustaba la idea de ser descubiertos por los soldados que los sorprendieron hace unos días.
-Bien, vamos mientras más rápido mejor- apresuró el rubio.
-Listo, no tardaremos nada- comenzó a caminar en direccion al gentío que se paseaba por todos lados.
Pronto ambos se vieron rodeados de cientos de personas, algunos los miraban con curiosidad y otros ni siquiera los notaban, los mercaderes gritaban ofreciendo sus productos a los transeúntes en ocasiones fueron tironeados para acercarse a los puestos, pero lograron escuchar y ver mucho más de lo que esperaban antes de ser sofocados por todo el bullicio. Al ocultarse de cualquier persona que pueda verlos se desvanecen en el aire en la característica niebla oscura de la semidiosa.
-Por Hades, me estaba asfixiando- dijo la pelinegra echándose aire con la mano.
-Tu quisiste hacerlo- recordó el hijo de Jupiter en el mismo estado con la cara sonrojada por el calor.
-Olvídalo, encontraré otra forma de investigar- se recargo contra una roca de la misma montaña donde había dejado a Jason, desde hace días una cueva oculta entre las rocas más grandes se convirtió en su refugio.
-¿Podemos seguir ahora?
-Vamos, seguiremos cuesta arriba.
Antes de iniciar a escalar por las piedras salientes el semidios rubio tomo su cintura elevándose del suelo, la ojinegro se sujeto mejor poniendo sus manos en su cuello mientras se acercan más y más de la cima de la montaña, ya en lo más alto descendieron hasta tocar nuevamente la superficie rocosa con cuidado se acercan al borde del gran agujero donde se vislumbra una brillante luz al fondo debían bajar para encontrar lo que buscaban.
-Espera Dem, bajaré primero y veré que sea seguro- la detuvo cuando esta se inclino lista para saltar.
-Conozco Narnia, créeme no hay un solo recoveco que no recorrí con mi...- se obligo a callar mordiéndose la lengua- con alguien, que ahora existan los telmarinos no significa que todo Narnia haya cambiado, confía un poco.
-Lo hago, intento hacerlo al menos- admitió y soltó lo que venía guardando- pero nunca compartes nada conmigo, nunca se que esta pasando por tu mente o cual será tu siguiente paso, es como recorrer un camino interminable y estar ciego, ni siquiera parece ser que seas mi compañera.
-Mira lamento que estés pasando por esto, no es fácil, nunca lo es- apoyo su mano en su hombro a modo de consuelo- me gusta hacer las cosas por mi cuenta, siempre lo he hecho, también acostumbro cuidar de las personas a mi alrededor, no me gusta que salgan lastimados y que sea por mi culpa, intentaré solucionar esto y ser más comunicativa.
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Semidioses En Forks
FanfictionDemina, Percy, Annabeth y Grover escapan por un tiempo de la vida aburrida del campamento mestizo, deciden ir a un pueblito llamado Forks ubicado en la peninsula de Olympic. Un lugar tranquilo con habitantes normales donde los semidioses aseguran q...