UN PERFECTO BESO BAJO LAS ESTRELLAS

capitulo 11🛒

Supermercados.

Después de unos minutos llegamos al market, dejamos parqueada la moto en el estacionamiento, para luego caminar hacia el market, cuando ya estamos adentro me puse a leer la lista.

—¿Qué hay en la lista? — Aarón pregunta acercándose por detrás, y siento como su  respiración levemente chica con mi nuca.

—No hagas eso —digo Alejándome de él.

—¿El qué? —dice, me volteó a mirarlo con cara de pocos amigos, al parecer  le da mucha diversión mi expresión.

—Vamos hacer las compras antes de que se no hagas tarde— comienzo a caminar al pasillo de la primera cosa de la lista— Aquí esta — digo estirando la mano sin dejar de mirar la lista, tomando una frasco de mermelada — No hay del sabor que tú madre quiere.

—Súbete — dice , lo miré y luego mire lo que traía, era gran carrito.

—Qué me suba en eso— lo miró, el tenía una sonrisa de oreja a oreja —No soy una niña chiquita — crucé mí dos brazos.

—Oye que te pasa sube ya, te vas a divertir.

—Ya te dije que no— comencé a caminar, pero en eso sentí dos brazos formidable que me levantaban… comencé a gritar.

— suéltame ya — le digo, pero el no hace caso.

—No te voy a soltar — me entra en aquél carrito.— Ahí estás mejor — despeina mi cabello.

—No te atrevas a empujarme o te mató — obviamente no me iba a hacer caso.

—Es sólo por diversión … agárrate fuerte — hací cómo lo dijo comenzó a empujarme por los pasillos.

Tape mi cara con ambas mano con la total vergüenza, mi rostro está pálido y rojo no podía creer lo que estaba  haciendo  esto, era divertido no lo voy a negar pasar por los pasillos y tomar las cosa desde ahí — son una linda pareja — Una pareja de ancianos nos dijo, ambos ancianos nos miraban con ternura y una gran sonrisa en su rostro.

No lo voy a negar parecía un tomate de lo roja que estaba cuando escuché aquello.
Cuando iba a negar aquella una mano grande se posó en mi rostro.

—Gracias— oí decir a Aarón, algo que me sorprendió mucho, se agachó un poco y me susurra — No le hagas perder las felicidades a estos ancianos.

Luego se levantó y siguió sonriendo, yo hice lo mismo y le sonríe una vez que él quitó su mano de mi boca.

—¿Ya tenemos todo lo de la lista? — el pregunta con la cabeza encima de la mía.

—Solo falta un artículo — dije mirando la lista.

—¿Que falta?— pregunta.

—La torta de cereza.

—La favorita de mi madre.

—Exacto.

—Pues vamos por ella entonces—
Comenzó a empujar el carrito a la caja de pagó.

El pago todo y salimos del supermarket, nos subimos en la motocicleta  y nos dieron a la pastelería  favorita de la Señora Morgan. Alrededor de 25 minutos llegamos a la pastelería, salimos bajamos  de la moto y nos dirigimos a la pastelería.