CAPÍTULO 2

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Despues de estar platicando un rato, ambos regresaron a la casa de Amelia, se sentaron y comieron juntos, de nuevo en una cálida platica. Estando ahí Bill se sintió querido, escuchado y con una extraña pero linda sensación en el pecho, cosa que lo hizo soltar unas pequeñas lágrimas sin darse cuenta. A lo que Dianna se levanta rápidamente de su lugar y con una servilleta limpia las lágrimas de Bill.

Que sucede? - pregunta preocupada-. Dianna

Es solo que me siento muy bien aquí, estar rodeado de amor y que me incluyan..- sonríe - lamento el drama -. Bill

No es ningún drama, Bill. Me alegra que te sientas bien aquí, para que vengas seguido, eres bien venido. No, eso no es suficiente, mi casa es tu casa - sonríe ligera -. Dianna

Gracias, eres muy amable - sonríe -. Bill

Dianna y Bill siguieron platicando hasta que esté recibió una llamada, por lo que se levantó a contestar.

Ya vuelvo -. Bill

*En la llamada*

No te pongas así.. ya voy estoy con la señora Florence.. si ya voy, Tom. - suspira -. Bill

Bill regresa a dónde Dianna, quien nota a Bill con una expresión un tanto angustiada.

Pasa algo, Bill? - pregunta preocupada-. Dianna

No, no es solo que tengo que regresar a casa. -. Bill

Algo pasa que no te gusta estar ahí? Perdón si me meto mucho.. -. Dianna

Prefiero estar aquí, es más divertido y agradable -. Bill

Ya sabes que puedes venir cuando quieras! No importa a qué hora te recibiremos - sonríe - incluso si estoy en pijama. -. Dianna

Bill agradece y la abraza, Dianna corresponde con gusto su abrazo y se despiden, Bill sube a su auto y regresa a casa, en donde Tom lo esperaba con una seriedad que hizo a Bill recorrer un escalofrío.

Tenías una una hora exacta para llegar, por qué mierda no estuviste para hacer la cena? - Levanta la voz-. Tom

Tenemos trabajadores para eso.. no se porque yo tengo que hacerlo -. Bill

Tom lo agarra del cuello de la camisa y lo acerca peligrosamente a el.

A la próxima que no llegues, no volverás a ver la luz del día en un buen rato. -. Tom

Dice para soltarlo bruscamente, Tom se va y deja a Bill solo, como esto desde siempre era costumbre, sube a su habitación y comienza a escribir para alivianar su estrés y tristeza. Y si, cuando escribe a su mente llega Dianna con su simpatía y su linda sonrisa aunque su risa sea muy fuerte, cosa que le pareció graciosa a Bill y tuvo un flashback de su risa, por lo cual el también rio un poco. Se acosto y durmió con tranquilidad, cosa que le pareció increíble, pues años llevaba sin poder dormir con comodidad. Y sabía quién era la responsable de su buen sueño, tiene nombre y es Dianna.

Por parte de la chica, ella también durmió con una gran felicidad en el pecho, pues estaba contenta de tener un amigo, ya que normalmente ella estaba sola, no la incluían por ser una aburrida, por el simple hecho de que no podía moverse mucho por su asma, temían a romperla, a seguir su paso.

Exilio - Gemelos kaulitz y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora