Exilio - Gemelos kaulitz y tú

CAPÍTULO 17

Tom agarra el arma del suelo y antes de apuntar a Bill, este logra patear la mano de Tom, saliendo el arma lejos de ahí, entonces una pelea comienza, Bill al inicio tiene ventaja, pero por el accidente va perdiendo fuerza, siendo así que los golpes los recibe con mayor fuerza. Su nariz sangraba, tenía una ceja y el labio partido, quería seguir resistiendo pero su cuerpo no daba para más, entonces deja de defenderse, Tom toma el arma y antes de hacer cualquier otro movimiento, Dianna se levanta como puede, la sangre resbalaba de un costado de su tórax, asi como se su pierna izquierda, y corre a donde Tom, comienzan a forcejear, pero un sonido ensordecedor los detiene unos segundos. Entonces una gran mancha roja aparece más arriba del abdomen de Dianna, Tom palidece y la carga antes de que está caiga, pues podrá no ser una herida mortal, pero ya había perdido mucha sangre, Bill se logra levantar y le grita a Tom.

¿Que hiciste!? - exclama preocupado-. Bill

Fue un accidente, maldita sea yo nunca arriesgaría su vida así! -. Tom

Tom presiona la herida de Dianna para evitar que pierda más sangre, pero la débil mano de Dianna se pone encima de la de Tom. Así como su mirada.

Duele.. - dice bajo -. Dianna

la cuál poco a poco pierde su brillo, Tom entre lágrimas carga a Dianna y la sube al auto en la parte de atrás junto a Bill y Gustav, quienes trataban de mantenerla consciente.

Al llegar al hospital, Dianna, Bill y Gustav son atendidos, estos últimos salieron relativamente rápido, pero no había señales de Dianna. Cuando el doctor salió del quirófano Bill se acercó para saber el estado de su amiga.

Esta grave, perdió mucha sangre y tendrá que mantenerse unos días en terapia intensiva, sin embargo sus probabilidades de sobrevivencia son esperanzadoras. -. X

Gracias, doctor. -. Bill

Bill se limpia las lágrimas que salieron y va a donde Tom, lo agarra del cuello de la camisa y con un nudo en la garganta le dice.

Esta en terapia intensiva, aunque hay probabilidades de que sobreviva. - lágrimas caen de su rostro - como fuiste capaz, Tom? Ella a pesar de haber sufrido contigo aún mantenía una sonrisa por ti! Y que haces? La borras.. no puedes llamar a eso amor. - dice bajo-. Bill

Yo solo.. no quería que se aleje de mi, ni ponerla en esta situación.. la amo más que a mi vida - dice con la voz quebrada-. Tom

Entonces no le quites la suya, ella merece seguir brillando, y debes aceptar que eso ya no es a tu lado. - dice bajo-. Bill

Tom abandona la habitación donde estaba con Bill, y se dirige a dónde Dianna, se acerca a ella quien está conectada a diversas máquinas, aferrándose a la vida. Tom acaricia con delicadeza su rostro y recuerda el día que la conoció, como lo conmovió con una gran sonrisa.. una que logro tocar las fibras más sensibles de Tom. Y ahora la tenía justo al frente.. con los ojos cerrados, sin una sonrisa que adorne su rostro, pensó en lo que Bill le dijo, no quería aceptarlo, pero su hermano tenía razón. El habia arrebato la sonrisa de su amada Dianna. No sabía el daño que le había hecho a su pequeña hasta ahora verla tan débil y sin su brillo característico, la culpabilidad hacia doler todo su interior, toma la mano de Dianna y entre lágrimas desgarradoras le empezó a pedir perdón.

Lo siento, linda.. lo siento tanto, no sabía el daño que te hacía, solo no quería que te fueras de mi lado, pero eso te a costado.. lo siento - susurra- pero por favor no te vayas.. -. Tom

Tom lloraba en las piernas de Dianna, temía por ella, su corazón se encogía el solo pensar en la ausencia de la bella sonrisa de la chica.

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, Tom esperaba que no fuera demasiado tarde, quería seguir a su lado, mejorar para poder darle lo que realmente merece, una bella sonrisa que adorne su rostro cada día.

Pasaron días, Bill y Gustav visitaban con frecuencia a Dianna, le llevaban regalos, Bill le cantaba y le leía un poco de poesía, cosa que era un pasatiempo para ambos, hacerlo le traía alegres recuerdos.

El chico siempre llegaba con una sonrisa a ver a su querida amiga, pero cuando se iba las lágrimas bajaban, y el corazón de esperanza se vaciaba. Pues no daba señales que indiquen su mejora y pueda despertar, pero junto a Gustav mantienen una buena actitud, como su amiga decía que debían pasarse los malos momentos, claro, también permitiendo el sentir.

Tom iba a verla todas las noches, no habia una que no lloraba en las piernas de la chica y pedía por su perdón,pues realmente estaba arrepentido, y no deseaba más que estar en su lugar.

Hasta que un pequeño susto se llevó al sentir suavemente una mano en su espalda.