Mi vida contigo

★Una horrible noche★

Amelia

Me encuentro preparándome para ir a la residencia de Luca a pesar de que mis ánimos no son muy buenos. Pero bueno si él me quiere allí, allí me tendrá.

Los conozco a todos desde el primer semestre - menos a Alana, a ella la conozco de toda la vida -. Nos hicimos bastante amigos desde el primer "hola". Y nunca les he fallado, y ellos a mi tampoco.

Por ello no me quejo, además de que quiere celebrar que pasó una asignatura que lo traía bastante mal, y puedo certificarlo, sus ojeras, las pocas, poquisimas horas de sueño. Digamos que daban mucho de que hablar y nos decían lo mucho que estaba empeñado en pasarla y hoy gracias a Cristo, se enteró que si logro pasarla.

Me enfoco en colocarme mis sandalias de tacón, en terminar mi maquillaje y en mirarme al espejo cuerpo completo que está en la habitación de Alana. Me encanta la chica que veo en el espejo, se ve increíble, segura de si misma, invencible e intocable. Me encargue de darme esos aires.

Mi cabello castaño cae libremente por mi espalda en ondas bien hechas, mis ojos verdes están delineados con lápiz de ojo que lo hace resaltar de una manera increíble y juro que nadie pensaría que me pusieron los cuernos hace poco.

La sinceridad, dolorosa sinceridad, ante todo.

Estoy vistiendo un vestido negro pegado que deja ver mi pequeña cintura y mis curvas, mi maquillaje es sencillo pero da de que hablar. Luzco como debo lucir, no pienso dejar que la situación me gane, antes de tener novio tuve una vida y aunque todavia sienta esa espinita de dolor, decepción y rabia no pienso dejar que eso pueda conmigo. Aún no estoy lista para verlo, ni a él, ni a ella, pero intento hacer todo lo posible para no encontrarlos.

Desde que llegué estuve hablando con mi tía la cual es agente de vienes raíces para que me ayude a buscar un apartamento apto y listo para mudarme.

¿Como lo pagaré? Respuesta rápida y fácil: tengo dinero ahorrado.
¿Será suficiente?
Ni idea, pero...¡Sin miedo al éxito!

Me encuentro perdida en mis pensamientos hasta que mi teléfono suena, me dejó de ver en el espejo y me dirijo hacia el para tomarlo.

Llamada entrante de "Tía Monica"

Contesto al instante.

-¡Buenas buenas! - habla mi tía al otro lado de la línea.

-Hola tía - sonrió negando con la cabeza, ella siempre pone de buen humor a cualquiera - ¿A qué debo la llamada de la mejor tía del mundo?

-Se debe a....redoble de tambores.....tururururu.

-¡Tia! Dilo de una vez que me matas del suspenso. - me rio.

-Vaaaale, aguafiestas. - se queja - Conseguí un apartamento apto para ti, está amueblado, en buenas, muy pero muy buenas condiciones y está listo para mudarse ¡¡Tadan!!

-¡¡Joder!! ¿¿Enserio??

-Niña esa boca - me riñe - Sí, es enserio.

-¡Ay te amoo!

-Si, si yo también, mañana puedes venir a verlo y está en una buena zona. Queda cerca, como a unos 10 minutos de la universidad, es una opción bastante buena.

-Te amo, de verdad te amo.

- Sí boba, yo también te amo, ahora te dejo tengo que trabajar. Hablamos luego cuídate.

-Igualmente. - cuelgo la llamada y grito de emoción, a los 5 minutos una Alana labial corrido aparece en la habitación totalmente asustada.

-¿Qué? ¿Que paso? - pregunta mirando hacia los lados y yo sonrio.