Capítulo 5

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Sana despertó con una sensación de bienestar que hacía muchos días que no sentía. El sol entraba en la habitación calentando el ambiente, iluminando la habitación. Sintió los brazos de Tzuyu que la rodeaban. ¿Cómo pudo haber ocurrido esto? recordó la apasionada noche anterior, y se ruborizó un poco.

Tzuyu se movió y la abrazó más fuerte. Seguía durmiendo. Sana se soltó de sus brazos suavemente, se vistió y salió de la habitación.

Camino hacia la cocina para buscar café, tranquilamente, como si estuviera en su propia casa, busco lo que necesitaba y puso a funcionar la cafetera, mientras esperaba a que el café se terminará de preparar se sentó en el sillón de la sala, sus ojos vagaron por el lugar, una sala sencilla con un sillón, las ventanas con barrotes fuera de eso parecía una sala común pero algo llamo su atención, "no hay fotografías" pensó Sana, algo raro sin duda.

El sonido de la cafetera la hizo salir de sus pensamientos y cuando se dirige hacia la cocina de nuevo al pasar por el pasillo vio una puerta, Sana solo había estado en la habitación en la que ahora dormía Tzuyu y el baño, así que camino hacia la puerta olvidando por completo el café, la puerta no estaba cerrada y daba al sótano, curiosa como siempre decidió bajar.

El sótano no tenía nada que ver con la pulcritud de la casa, estaba totalmente desordenado, sucio, lleno de trastos; no había ventanas o si las había no se veían. Allí había de todo: muebles viejos, cajas y cajas de libros de medicina, botes de pintura a medias, trastos y más trastos, nada interesante, hasta que encontró una puerta medio oculta.

La puerta estaba cerrada pero era vieja y consiguió forzarla. Dentro todo estaba oscuro y no había nada especial, solo una cama, una mesa y una silla.

"¿Para qué usará esta habitación? ¿Para estudiar?" pensó, en una de las esquinas encontró un archivero

A ver que tenemos por aquí.— hablo para si misma

Abrió el primer cajón y encontró varias carpetas: Elkie

"¿Serán pacientes?" pensó.

Pero al abrirla no eran informes médicos lo que encontró, si no fotografías y papeles: domicilio, trabajo, horas de entrada y salida, estaba claro que era un informe de la vida de esa chica

Esto es increíble, es una acosadora. Aquí hay más de 12 expedientes— Comenzó a ponerse bastante nerviosa. — Pero, ¿por qué me sorprende? A mi me secuestró.

Tomó un puñado de fotos que había en la carpeta: Elkie paseando, de compras, su casa, su coche... pero las siguientes la dejaron paralizada. En ella aparecía la chica, en esa misma habitación mirando a la cámara aterrorizada, con las ropas rasgadas y moretones por todo el cuerpo, y en la última, su cuerpo yacía sobre la cama con los ojos muy abiertos y sin vida.

Sana quedó sin respiración. Las lágrimas se le agolpaban en los ojos y corrían por sus mejillas, pero ella no era consciente de eso. Buscó y buscó frenética por las demás carpeta y en todas se repetía la misma escena...

Ellas no eran tú —Susurró Tzuyu a sus espaldas.

Sana dio un brinco por el susto y se arrinconó contra la pared, aterrorizada.

Tienes que entenderlo, ninguna eras tú. Pero, ahora todo esta bien, tu estas aquí conmigo. Ya no tienes que preocuparte por ellas.

¿Dónde están? —preguntó Sana entre lágrimas.

No importan. Ahora solo contamos las dos —dijo Tzuyu acercándose a ella, intentando tocarla.

¿Dónde están? —le gritó Sana apartándose, no quería que la tocara, estaba tan aterrada en ese momento

Secuestrada  (SaTzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora