JURO SERTE FIEL

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Reconozco al perdón hacia lo ajeno como una vana pretensión de amor.

Las palabras de una pareja en el altar, jurando amor fiel, mutuo y pleno, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la vida y en la muerte, hasta que ésta misma les separe.

Patrañas, múltiples mentiras dichas a la cara sin vergüenza alguna, sabiendo que desde antes de estar en ese altar se ha faltado al primer juramento, amar con fidelidad.

Porque quizá, esos ojos que alguna vez se vieron brillando de amor, lo hacían más bien de lujuria, pero hacia otra persona.

Tal vez, las palabras de amor dedicadas en la oscuridad no eran más que el vano reflejo de un corazón que añoraba a otro completamente ajeno al que le acompañaba.

Quizá las caricias de placer ocultaban tras de sí el inmenso deseo de poseer otro cuerpo, uno distinto al que escuchaba gemir bajo su tacto.

Porque no siempre se ama con la verdad y después de sentirse engañado no siempre se paga con la misma moneda.

Porque la venganza solo es la intención vaga de saciar una necesidad de justicia, no debe pagarse "con la misma moneda", para sentirse satisfecho.

Considero que basta con sentirse justo, para estar bien consigo mismo en ese océano de incertidumbre.

Basta con sentirse merecedor de un amor verdadero, de un amor propio que ni Dios pueda quebrantar.

SUSPIROS DEL ALMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora