RESPLANDECIENTE SOL

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Si hemos hablado de la complicidad de la luna, ¿Por qué no hablar también sobre la exposición de su amante, el sol?

¿Por qué llamamos cálida a la luz de la luna, si la del sol es quien realmente nos brinda calor?

Digamos que es quizá porque en la oscuridad de la noche la luz de la luna nos resulta reconfortante y en la plenitud del día, la radiante luz del sol nos puede parecer hasta sofocante.

¿Por qué nuestras verdades no pueden ser sabidas por el sol?

El Sol... Sé que es una estrella; pero es tan resplandeciente que es imposible sentirse seguro mientras exivimos nuestros pecados, nuestros secretos, nuestras dolencias.

Su luz, más exuberante que la de la bella luna, me hace sentir exhibicionista cuando desahogo mi alma.

Realmente me pregunto, si en los momentos de eclipse la luna no se resiste a contarle todas aquellas verdades al sol, para así liberar un peso y poder soportar más de nuestras quejas matutinas.

Lo siento querido sol, pero no hay mejor confidente que tu amada luna, y si ésta te fia nuestros secretos en momentos de eclipse, espero fervientemente que sepas guardarlos tan bien como tu amante.

SUSPIROS DEL ALMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora