¿Mi Angel o Mi Demonio?

XII

Narra Aedan

Me desperté gracias a los pájaros que no dejaban de hacer ruido, hace tiempo que no dormía así de bien, me senté en la "cama" era muy cómoda Giss había hecho un gran trabajo, la busqué pero no estaba a mi lado, baje del árbol sin camisa hacia mucho calor, ella venia caminado con algo en las manos.

-Ya no comeremos solo bananas ahora también pescado- dijo feliz agitando unos pescados, creo que esta chica en su otra vida fue Tarzan.

-¿Tu los pescastes?- pregunté, era una pregunta tonta nadie esta aquí mas que nosotros, pero cuando estoy con ella digo cosas estúpidas no suelo tener charlas con chicas y menos de menor edad.

-Sip- dijo remarcando la "p" , los dejo en un tronco y se sentó en el suelo.

-¿Como dormiste? -preguntó, es muy tierna, dejando de lado que acababa de enterrar el cuchillo en las entrañas de aquel pescado.

-Muy bien,¿ y tu? - le respondí sentándome a su lado - También bien- contestó, estaba demasiado concentrada en el animal que tenia en sus manos como para dirigirme una mirada.

¿Cuantos años tienes?- pregunte jugando con un pequeño palo, marcando círculos en la tierra

- Dieciséis - contesto dejando de lado el pescado y prestándome atención.

-Yo tengo diecinueve- dije, y nos quedamos mirando, sin nada que decir, golpeaba mis dedos contra mi pierna, mientras ella jugaba con el cuchillo en sus manos.

-¿Y cual es tu historia? Porque parece que no tenias una buena novia.- levanté mi vista hacia ella.

-Pues vivo solo, tengo un hermano mayor que esta casado y con un hijo, terminé mis estudios pero ahora estoy estudiando empresarial porque mi padre me obligó, tengo un pez que posiblemente ya este muerto por no alimentaro y no me gustan los perros, supongo que esa es toda mi historia- me encogí de hombros -¿Y la tuya?-

-Vivo con mi mejor amiga, tengo dos hermanos mayores de los que no se nada de su vida, viví cinco años con mi abuela en Mexico y ahora estoy aquí por una beca para estudiar, y me encantan los perros, de hecho tengo uno se llama Willy- terminó con una sonrisa.

-¿Porque no sabes nada de tus hermanos?- pregunté interesado.

-Estoy peleada con ellos- respondió algo seca, tenia algo misterioso en su mirada, escondía algo y quería saber que.

-¿Cuanto tiempo tienes peleada con ellos?-ella se quedo pensando un tiempo.

-Nueve años- yo la miré atónito, creí que diría un mes o dos no nueve años.

-¿Que? ¿Porque?-

-No son los mejores hermanos que digamos- sonaba incomoda.

-¿Y tus padres?-

-¿Porque haces tantas preguntas?- sus ojos se entrecerraron.

-Curiosidad y porque no hay nada mejor que hacer- contesté sincero, ella pareció aceptarlo asi que contesto.

-Están trabajando en Canada-

-Así que no ves a nadie de tu familia- eso era horrible, yo sin mi familia no seria nada.

-Aveces hablo con mi abuela por teléfono-

-¿Tienes novio?- pregunte, tenía que aprovechar ya que estamos en eso de las preguntas, ella pareció feliz de que cambiara el tema.

-No- respondió, no se por que pero sentí un alivio en el pecho.

-¿A cuantas personas has besado?- pregunte, espero no incomodarla.

- ¿A cuantas crees?- me retó alzando las cejas.

-Pues en la manera en la que besas yo diría que a mas de cien- ella se sonrojo y luego río avergonzada.

-Oye tampoco soy puta- río aun mas - Tu eres el primero- me dijo, ¿yo era el primero?

-¿Yo?- pregunte incrédulo no me esperaba esa respuesta.

-Si- respondió asintiendo con la cabeza aun jugando con el cuchillo.

-¿Y por que yo?-

-Una porque me amenazases y porque pensé que iba a morir y cumplí el "sueño" de alguien mas- dijo haciendo comillas, refiriéndose a mi

-Lo siento, algunas mujeres buscan a alguien especial y un lugar y yo te lo arrebate- dije rascándome la nuca, sintiéndome mal por lo que había hecho.

-Pero que dices, besar a alguien en un paracaídas eso no es algo normal, eso supera a muchos primeros besos, no te sientas mal, igual mi amiga siempre se burlaba de mi por no besar a nadie, me hiciste un favor- me sonrió, al escuchar eso se me ilumino el rostro, le habían gustado.

-Que extraño- dije para mi mismo, pero ella escucho.

-Que lo es-

-Porque no habías besado a nadie, eres bonita y ya tienes dieciséis- ella sonrió de lado.

-¿Que tiene que ver que tenga dieciséis?- preguntó con gracia.

-Muchas a esa edad ya tienen un bebé- recordé a una compañera de clase-¿Y nadie te lo había pedido?-

-¿Que?, ¿Un beso?- yo asentí - Si de hecho fueron muchos, un día en el colegio todos los hombres hicieron una apuesta, el que recibiera un beso mío por voluntad propia recibiría 100 dollas de cada uno de los que participaran- dijo riendo

-Era una buena apuesta ¿Como te enteraste?-

-Mis amigos me contaron- tenia una sonrisa en el rostro como si estuviera recordando un buen chiste.

-¿Que hicieron cuando nadie ganó?-

-Oh, si hubo un ganador- su sonrisa seguía presente.

-Pero dijiste que no habías besado a nadie-

-No lo hice, mi amigo Will y yo fingimos  que lo habíamos hecho, para que nos creyeran yo se lo conté a una chica que sabia que lo divulgaría a toda la escuela y el se lo contó a los de la apuesta, así que le dieron todo el dinero y el me dio la mitad, fueron buenos negocios.- me reí junto con ella.

Hablamos horas y horas sin parar me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común y era muy graciosa, hicimos una fugata y cocinamos los pescados, después fuimos a caminar y  encontramos algunas frutas para comer , hasta que se llego la noche, nos acostamos y miramos las estrellas, desde aquí se veían aun mas que en Londres, será porque no hay muchos edificios solo naturaleza y tranquilidad.

-Tu tienes alguna estrella en especial-pregunté, yo en realidad no la tenia.

-Bueno tengo varias pero están juntas, mira ves aquellas tres que están en fila y luego, en la primera de esas estrellas a su derecha hay otra- me dijo apuntandolas, las busque con la mirada hasta que las encontré.

-Si, ¿porque esas?- pregunté curioso.

-Sonara tonto, pero desde que era mas pequeña una noche las vi mientras estaba con mi papá, y me di cuenta que las tengo en mi brazo izquierdo pero como lunares, las tengo en la misma posición, mira- levantó su brazo y me enseño sus lunares, en realidad si estaban en la misma posición.

-Wow es verdad, es una buena historia para una estrella favorita- dije alabando su historia ella río.

-¿Tu tienes una historia para una estrella?- ahora ella me preguntaba.

-En realidad no, pero me gusto tu historia así que ahora también son mis estrellas favoritas - ella sonrió ampliamente.

-En ese caso serán nuestras estrellas- dijo y sonreí.

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