𝟷𝟾. Te amo

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Jake

Salí un rato a caminar, Jay me había pedido que si lo podía acompañar a un restaurante para recoger unas cosas. Cuando me dijo el nombre del restaurante supe que era el mismo al que Sunghoon me había llevado aquella vez. Sacudí mi cabeza intentando alejar todo rastro de Sunghoon, por supuesto que iba arreglar las cosas con él pero en ese momento no quería sentirme mal.

Habíamos quedado una cuadra antes de llegar a ese sitio, aún faltaba para que llegara la hora en que quedamos así que camine sin rumbo por un rato para distraerme mientras admiraba como el sol se escondía poco a poco. Los atardeceres son una de las cosas más hermosas que conozco, son tan lindos a la vista.

Decidí regresar al lugar donde habíamos quedado ya que la hora se estaba acercando y ya había caminado algo lejos del lugar. Cuando estaba cerca me confundió bastante ver una figura femenina en lugar de Jay.

Al estar cerca se giró y me lleve una gran sorpresa al darme cuenta de que se trataba de la chica que siempre pasaba tiempo con Sunghoon.

—Hola—saludo amablemente—ya nos habíamos visto antes pero no nos presentamos—dijo mientras sonreía—Soy Lia ¿Y tú?— extendió su mano para que la tomara en forma de saludo, cosa que hice después de unos segundos.

—Jake—era algo extraño para mí está situación, me confundía.

—Es un placer, Jake—hizo una pausa cuando sintió vibrar su teléfono en su pantalón, revisó que era lo que pasaba y volvió a ponerlo en su lugar—Jay no pudo venir así que me envió a mi en su lugar, surgió algo imprevisto—parecía que lo había dicho con algo de gracia, como si ella hubiera tenido algo que ver con eso—Nos están esperando, vamos.

Caminamos en silencio, ella parecía muy entretenida en los mensajes que le llegaban. Su teléfono comenzó a sonar indicando que tenía una llamada.

—Disculpa, puedes seguir por favor—se detuvo mientras atendía el teléfono— solo entra al restaurante, está abierto así que no hay problema, sigue hasta la puerta café con una decoración de flores colgando. En un momento te alcanzo.—sin más que decir, caminó del lado contrario al mío. Me quedé asimilando las cosas por un tiempo, cuestionandome seriamente si ir o simplemente regresar a casa, pero decidí quedarme porque ya me había comprometido ayudar y no podía echarme para atrás ahora.

Llegué al restaurante y tal como dijo la puerta estaba abierta, entre y cerré la puerta detrás de mi. No había absolutamente nadie en el restaurante, no había rastro de clientes ni del personal. Era como si estuviera abandonado mientras las luces estaban encendidas y la música tranquila sonaba a un volumen bajo.

Camine por el lugar buscando la puerta que me había indicado Lia. Después de tanto buscar resultó ser una de las puertas traseras que estaban en el fondo. Tal como dijo la puerta tenía una decoración de flores colgando en el centro de la parte superior de la puerta. Seguí sus instrucciones y abrí la puerta.

El lugar estaba completamente oscuro, apenas y lograba distinguir que era el patio del lugar. Cerré la puerta detrás de mi y me adentré un poco más.

Finalmente el lugar se encendió como si hubiera pisado algún interruptor, dejando ver varias luces colgar a mis lados. El lugar estaba repleto de pequeñas luces, como si se hubiera convertido en un jardín de luces. Había unas cuantas flores colgando encima de mi por todo el pasillo.

—Wow—dije en un susurro mientras admiraba el lugar con entusiasmo, dejando escapar una sonrisa.

El lugar era tan resplandeciente y hermoso. Mire a mi derecha, viendo entre la cortina de luces a Sunghoon de pie. Al cruzar miradas con él noté como jugaba nerviosamente con el extremo de su abrigo esperando pacientemente. Me acerqué cruzando con delicadeza por las brillantes hileras de luces caminando por el césped hasta quedar a una distancia razonable entre los dos.

Sunghoon respiró, deshaciéndose de todos esos nervios y acercandose a mi. Di un paso atrás inconscientemente cuando noté que se acercó. Sunghoon se detuvo, dejando ese espacio que había puesto entre nosotros.

—No sé ni siquiera por dónde empezar, tengo tantas cosas que decir y los nervios no me están ayudando—soltó una sueve risa. Bajó su mirada hundiéndose en sus pensamientos. Si soy sincero yo tampoco tengo idea de cómo debo actuar, no quiero equivocarme de nuevo.

Se dió un momento para respirar. Tragó saliva y volvió a recomponerse.

—Se que tal vez arruine todo con ese beso, pero quiero que sepas que no me arrepiento de haberlo hecho—hizo una pausa, dando un paso hacia mi, esta vez me quedé en mi lugar, asimilando lo que acababa de decir.

¿No se arrepentía?

—No me arrepiento porque ahora sé que lo que siento por ti no es solo fruto de una linda amistad entre ambos—mis ojos se abrieron un poco más, esperando ansioso a que terminara lo que tenía que decir—Jake, me gustas—dio otro paso hacia mí—me tienes tan enamorado que siento que me volveré loco si paso un día más alejado de tí.

Mi respiración comenzó agitarse, otra vez esa sensación que siempre estaba presente cuando pasaba tiempo con Sunghoon; estaba dando vueltas por todo mi cuerpo. Mis ojos estaban empezando a cristalizarse, apreté los labios para no dejarlas salir.

¿Que hago? No tengo idea de cómo debo reaccionar o que debo de decir, no quiero empeorar las cosas diciendo cualquier estupidez o huir de nuevo.

—Te amo Jake—solo eso bastó para que una lágrima resbalara por mi mejilla aunque había dado mi mejor intento para tenerla cautiva—puedo decir con seguridad que te haz convertido en mi todo y que sin importar cuáles sean las consecuencias, correría tras de tí, olvidando todo lo demás.—se acercó más—quiero protegerte, quiero estar ahí cuando estés triste, quiero poder abrazarte y repetirte cada mañana que te amo—llego al punto de estar a solo unos centímetros de mí. Tocó mi mejilla y limpió aquella lágrima con su pulgar.—Te amo Jake, sin importar cuántas veces me golpees con paraguas accidentalmente.—solté una sueve risa por el comentario, mirándolo con los ojos llorosos. Ahora podía entender ese brillo en sus ojos al mirarme, ahora podía entender esa expresión que tanto me costaba descifrar, y ahora podía entender lo que sentía, sin importar que tan asustado estaba en ese momento, por fin admitía que estaba igual de enamorado que Sunghoon y no quería seguir ni un minuto más lejos de él.

—Te amo Sunghoon—solté por fin lo que tanto guardaba y me hacía sentir frustrado. Esa sensación que me hacía sentir sofocado se desvanecía de a poco, dejándome tranquilo al tener en claro mis sentimientos.

Sunghoon sonrió de oreja a oreja al escucharme y finalmente cortó la distancia entre nosotros, uniendo nuestros labios con dulzura. Pasé mis manos al rededor de su cuello para tenerlo más cerca. Rodeó mi cintura, provocando ese choque de electricidad en mí. El beso era sueve, transmitía tantas cosas a la vez, era tan inocente y lleno de amor junto con calidez.

Me sentía tan bien, como si jamás hubieran estado presentes aquellas sensaciones que tanto me agobiaban y me mantenían lejos del calor de Sunghoon.

Separamos nuestros labios. Sunghoon pego su frente contra la mía, manteniendo sus ojos cerrados, solo disfrutando del momento.

La barrera que había puesto estre nosotros con todo lo que siempre sobrepesaba, desaparecía.

Me sentía completo a su lado, él era mi todo y yo lo era para él. ~♡



















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「 𝑪𝒉𝒂𝒓𝒎𝒊𝒏𝒈 」  ||   𝑱𝒂𝒌𝒆𝒉𝒐𝒐𝒏  ⊹  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora