𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐚𝐭𝐛𝐥𝐢𝐝𝐚 𝐚𝐧𝐝 𝐓𝐡𝐞 𝐒𝐤𝐚𝐢𝐤𝐫𝐮 || 𝚃𝚑𝚎 𝟷𝟶𝟶

16: Clarke y Finn

todo el cuerpo de Lía estaba frio pero eso no le importaba, el dolor emocional era aun peor, se había abierto a sentir algo, había roto la regla más importante de su clan.. el amor es para débiles y ella no era débil, bueno, en su mente ella pensaba que si, tenia mucha gente importante es su vida no le cabía en la mente porque carajos había dejado entrar a alguien más, se sentía estúpida pero todo lo que quería en este momento era sentir los cálidos brazos de su otra madre, Anya.

la pelinegra abrió la puerta de la choza en busca de Anya

- Anya! te necesito! - la chica no había notado la escena que tenia ante sus ojos, Clarke y Finn estaban con ella en el suelo mientras en la camilla estaba la segunda de Anya, la pelinegra se acerca rápidamente a la niña - que le sucedió?

- estaba en el puente cuando esos Skaikru pusieron una bomba

- mierda.. que van a hacer? - les pregunta a los chicos cielo.

- una transfusión de sangre, voy a necesitar sangre - Clarke se acerca a Anya pero un guardia se pone en su camino negando.

- usa la mía - Lía estira el brazo, esto enojaría a muchos pero le daba igual todo en estos momentos.

la aguja penetra la piel de la pelinegra ella hace una pequeña mueca pero realmente no dolía, es más, prefería ese dolor antes que el que su alma y corazon le estaba produciendo

- no puedo encontrar una vena, esta colapsando ha perdido mucha sangre

- Clarke..

- vamos..

- no esta respirando

Lía miro con miedo a Anya quien se acerca claramente afectada, ella era alguien quien se encariñaba mucho con los niños ella y su hermana eran el claro ejemplo aunque nunca demostrara esas cosas en publico, y le tenia un gran aprecio a ella.. no podía imaginar el dolor que estaba sintiendo, bueno un poco si pero su mente estaba en que ahora los dos Skaikru a quien no les deseaba la muerte corrían peligro, Lía saca un cuchillo y se lo pasa a Anya, esta sin mirar a la pequeña y aguantando las lagrimas corta una de sus trenzas, los guardias toman a la niña y la sacan de la cabaña

- todo estará bien Anya, tienes que relajarte si? - Lía trata de mirarla pero la mayor tenia la mirada dura y perdida.

- llévatelo lejos y mátalo - dice esta sin pestañear antes de desaparecer.

- ¡no, no, no! ¡no! ¡por favor, no! ¡hice todo lo que pude! ¡no! ¡suéltenme!

- suéltala ahora y lárgate.. yo me encargo de ella - dice Lía.

el guardia asiente antes de salir, ella va hacia Clarke y la abraza.. no sabia quien necesitaba más el abrazo si ella o la rubia

- esta bien Clarke.. lo salvaremos pero relájate - ella la mira con desesperación pero termina asintiendo.

después de un rato en el que Clarke se tranquilizo hablaron pues aun no podían salir ya que las verían

- esas marcas en sus hombros, ¿Qué eran? Lincon también las tiene

- cada cicatriz marca una muerte en combate

- ¿cinco muertes? era una jovencita

- era valiente

- ¿Cuántas tienes?

- no es algo de lo que me gusta hablar.. eh cometido muchos errores, eh matado a mucha gente y no es algo de lo que estoy orgullosa

Lía se acerca a la puerta y ve que no hay nadie

- vete, antes de que maten a Finn

- ¿Por qué haces esto?

- no quiero causar más dolor.. pienso irme y lo más seguro que no me vuelvas a ver pero quiero ayudarte en algo más

ambas se miran antes de que la pelinegra suspire y le extienda un papel

- es un mapa, hay tres lugares marcados vallan al mar es un clan amigo, los podrán recibir si dicen que los mando Trivheda si no logran entrar vallan a los bosques oscuros es otro clan, tienen que decir lo mismo y por ultimo en las montañas hay una pequeña aldea ahí estaré yo por si me necesitan

- gracias Lía, de verdad que gracias

ambas se sonríen y Lía le da un pequeño collar con un frasco con una M

- tiene mi sangre, ya sabes lo que hace.. también es un símbolo de que presiento que nos volveremos a ver y seremos buenas amigas..

Lía ve como la rubia toma el collar y le sonríe cálidamente antes de salir, la pelinegra sigue su camino a su tienda sacando todo lo que necesitaba, se había dado cuenta que la felicidad que buscaba no era un hombre si no que era encontrar paz y vivir una vida feliz, tranquila y armoniosa, y es justo lo que pensaba en hacer, le había dejado una carta a Anya informándole de su decisión en cuanto tuvo todo empacado se subió a su fiel caballo con una sonrisa tan solo pensando en lo feliz que estaría Atenea de verla.