Susana observaba fijamente a quien ahora era simplemente Kyle, de hecho, Dexter y ella lo observaban en un completo e incómodo silencio solo opacado por los sonidos de la ciudad, una ciudad grande y ruidosa.
Susana sintió pena al ver al que aún consideraba su alfa de esa forma, él se había rapado la negra cabellera que lo caracterizaba según su opinión, había adelgazado demasiado debido a su falta de apetito y unas visibles ojeras resaltaban en su rostro
¿Qué más puedo hacer? Se preguntó Susana ¿Ahora, que hago con mi vida? Dado que ella se crío en un ambiente en el cual le enseñaron que su único propósito y ser en la vida era servir al alfa, ahora no sabía que hacer con su libertad.
Observó a Dexter, quien también observaba a Kyle fijamente, Dexter no había dicho ni una palabra desde que fueron expulsados de la manada, Susana intento de todas las formas que hablara, que hablara con ella, ya que necesitaba de su amistad, porque pensaba que ambos podían comprenderse en su dolor, pero Dexter no habló, Kyle no habló.
Susana se sintió culpable, se sintió mal, ya que después de analizarlo a profundidad, llegó a la conclusión de que esto era lo mejor que le pudo haber sucedido, ya no ser parte de la manada que tanto despreciaba en secreto, ya no tener quien le de órdenes que ella no podía refutar de ninguna manera, ser libre. Quería gritar, quería saltar de felicidad, pero también tenía miedo.
- Dexter... - lo intentó una vez más, no esperaba respuesta.
- Susana - fue Kyle quien habló, quien dijo una palabra completa después de semanas en silencio - Dexter.
- Alfa - respondió Dexter con la voz ronca, eso impacto a Susana, al igual que la lastimó.
- ¡No! ¡Ya no soy su maldito alfa! ¡Y jamás volveré a serlo! - rabia emanaba de las palabras de Kyle.
Kyle se encontraba viviendo, al igual que sus compañeros, una mezcla de fuertes emociones. No deseaba hablar con nadie, es más, deseaba estar solo. Él tampoco sabía que hacer ¿Quién era él ahora? Más que un simple hombre que cometió demasiados crímenes a causa de qué ¿De qué? Ahora ya no era "el alfa" era un maldito criminal que se avergonzaría el resto de su vida por todo lo que había hecho en nombre de su manada, aunque ahora ya no había justificación, nunca la hubo realmente. Se odiaba completamente, y si por él fuera, acabaría con su vida en ese mismo momento, en una sucia habitación de motel. Pero no podía. Volteó y vio a esos dos seres que no lo miraban con tanto odio con él lo hacía consigo mismo, dos personas, no subordinados, ya no más, dos amigos, dos compañeros de vida que pudieron haberlo abandonado hace mucho y no lo hicieron.
- Alfa... - insistió Dexter.
- ¿Por qué siguen aquí? - preguntó Kyle deseando realmente saber la respuesta.
- Porque eres mi alfa, no puedo dejarte, debo estar a tu lado siempre, debo serte fiel de por vida - las palabras salían rápidamente de la boca de Dexter, confusas, incredulas, reflexivas.
Kyle arrugó el ceño y decidió atreverse a ver a sus amigos, a notar lo demacrados que se encontraban, iguales a él, igual al reflejo que veía frente suyo en el viejo espejo colgado en la habitación de motel a modo de macabra decoración.
- ¿Susana?
- Yo... No lo sé...
- ¡Sí! - soltó Dexter desesperado - Porque debo estar siempre a tu lado, serte fiel, eso es lo único que debo hacer con mi vida, y si no, no queda más que la muerte...
Dexter parecía sufrir una crisis de pánico, ambos, Susana y Kyle lo observaron pasar por ella en silencio durante minutos hasta que la respiración de Dexter se hizo regular, entonces Kyle comprendió su papel en esta situación y lo que pensaba debía hacer.
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Juntos | BL [EN PROCESO]
Teen Fiction"A veces, encontrar al indicado es más difícil de lo que crees."