DÉJENME LLORAR {Stolitz}

El Árbol De Los Lamentos

Un portal fue abierto de regreso al infierno. Stolas fue el primero en atravesarlo. El emplumado le tendió una mano a Blitzø y el estaba algo dudoso, pero acepto su caballerosidad y tomó su mano dejándose guiar a través del portal.

Estaban bajo ese maldito árbol. El mismo al que Stolas recurría cuando era más joven, lo visitaba muy a menudo, sobretodo cuando se sentía triste y solo. Solía contarle sus penas al árbol como si este lo pudiera escuchar, quizás de allí surgió su hábito de hablarles a sus preciadas plantas. En ese entonces, fue su lugar seguro, porque le recordaba el día más feliz de toda su existencia.

El día que tuvo un amigo por primera vez.

Siempre guardaba con cariño el recuerdo de ese cumpleaños, nuevo, emocionante y divertido, porque por primera vez no estaba solo. El no era un tonto y sabía que Blitzø fue enviado para robar por medio de un juego engañoso, pero una parte de el creía que el momento que compartieron bajo ese árbol había sido genuino.
Incluso, momentos antes de su boda había visitado aquel árbol por última vez, fue a despedirse del deseo de amar y ser amado. Toda su esperanza de volver a reencontrarse con Blitzø se esfumó en el segundo que dio el sí en el altar. Enterró esos recuerdos en lo profundo de su mente. Pero cuando Blitzø apareció frente a él de nuevo, también esos lejanos recuerdos volvieron. Había sido un tonto. Se creyó una princesa en apuros cuando su adorado caballero de armadura brillante había apareció después de veinticinco años para socorrerle y vivir felices para siempre.

«Entonces» la voz de Blitzø lo saco de su trance «¿Quieres tener sexo alocado toda la noche?» se rasco la nuca.

Stolas había olvidado la verdadera razón porque Blitzø estaba allí.

El maldito contrato.

El momento más aterrador para el ave llegó, no se creía capaz de hacerlo, pero era más grande el arrepentimiento. El búho respiró hondo tratando de calmarse y poder buscar las palabras correctas para expresarle lo que siente. «Blitzø, quiero hablar contigo de algo muy importante» el búho sostiene su mano, lo dirige hasta una de las raíces del árbol y lo hace sentarse. Stolas se sentó en el suelo para estar al mismo nivel visual del imp, tomo una bocanada de aire y resuena una sola oración «Quiero romper el contrato» expresó sin titubeos.

Woah... Al fin lo dijo.

Eso era un gran avance, sin mencionar lo malo que es expresándose... Aún que, debió ser más sutil.

«¡¿QUE?!» Blitzø intentó levantarse de su asiento pero Stolas lo detuvo por los hombros «Mi negocio necesita tu libro y no pu...»

«BLITZØ, escúchame antes de saltar a conclusiones» tomó las pequeñas manos del imp entre las suyas «Encontré una manera para que I.M.P pueda acceder al mundo humano sin el Grimoire y antes que digas algo» apoyo su dedo en los labios de Blitzø para callarlo.

«Stolas... ¿Por que haces esto?» habla a travez del dedo de Stolas.

«¿Aque te refieres Blitzø?» inclina su cabeza hacia el costado algo confuso «Imagina lo práctico que sería para I.M.P acceder al mundo humano con un cristal de Asmodeus. Es portátil, podrás usar un disfraz humano, y supongo que ya estás familiarizado con el método que los succubi usan para acceder al mundo mortal» Blitzø asintió.

«¿Como lo conseguiste?» quiso saber el imp. Recordó los mensajes de Stolas donde mencionaba que Asmodeus podía ser invasivo con su humor, eso podría significar que Stolas y Asmodeus se conocían desde antes, pero el no cree que sean amigos tan cercanos. Blitzø sabe que nada en la vida es gratis, entonces se preguntaba cual fue el precio que Stolas tuvo que pagar.

«Eso no importa, si» replicó Stolas buscando algo en su bolsillo «Lo importante es que lo aceptes» con delicadeza sostiene una bolsita.

Blitzø fijo su mirada en la bolsita azul con el emblema de Ars Goetia bordado con hilos dorados. Le tomó unos segundos reaccionar, alzo sus temblorosas manos hacia la bolsa, pero no la tomó, en cambio busco la mirada de Stolas.