DÉJENME LLORAR {Stolitz}

Picnic Entre Humanos 2/2

M&M siempre comenzaban sus mañanas muy animados y sin saltarse la comida más importante del día.

«Moxxie, hoy está más tranquilo de lo normal» le comentó a su esposo mientras preparaban el desayuno «Como que falta algo» vertió café en las tazas de pareja.

El pequeño imp pareció darse cuenta de algo «Supongo que es porque Blitzø no vino a espiarnos como cada mañana en nuestro días de descanso» colocó ambos platos de comida en la mesa y se sentó junto a su esposa.

«Últimamente, B anda muy raro» probó la comida y hizo un pequeño baile de hombros al sentir el sabor, pues sus desayunos favoritos son los salados, en la mañana no le dan ganas de comer cosas dulces «Desde, lo que pasó con Stolas, Blitzø ha cambiado un poco. Cariño, ¿Tú crees que sea para bien?» busco con la admirada una respuesta optimista en su esposo.

«Hay que darle el beneficio de la duda» soltó un suspiro «Millie, solo espero que no la vuelva a cagar como con su alteza Stolas. Por que esta vez si nos meterá en problemas» tomó la mano de sus esposa también buscando tranquilidad en su pareja.

¿Qué tan malo puede ser?

•••

Desde muy temprano Blitzø había estado espiando a Stolas desde afuera de su jardín. Atento a todos los movimientos con unos binoculares y un café en la otra mano. Ni siquiera recordó su rutina, la cual onsistía en espiar a M&M los fines de semana.

Estaban tan absorto en su papel de espía que dio un pequeño salto del susto cuando fue mordido en la pierna. Era una de las plantas carnívoras de Stolas, que siempre al saltar el muro en sus visitas nocturnas lo recibían dándole mordidas en modo juguetón. Nunca le hicieron daño, al contrario parecían felices de verlo. Cuando zafo su pierna de su boca regresó la mirada a la ventana y noto que Stolas junto su hija ya no estaban en la cocina.

«Oh, mierda» maldijo al perderlo de vista, tendría que acercarse más y buscar otras ventanas (eran demasiadas).

Empezó a caminar hasta la parte trasera del palacio donde se encontraba el jardín más grande. Escucho voces y se escondió detrás de un árbol. Saco su cabeza del escondite para mirar en dirección de las voces. Eran Stolas y ese tipo rojo que vio la noche que fue a Ozzie's. Quería acercarse más pues podía distinguir lo que estaban hablando. Maldijo al pajarraco, aúnque lo negara, sentía su sangre hervir al verlo tan cerca y familiarizado con Stolas, invadiendo su espacio personal.

Se escucharon unos pasos «¿No los hice esperar mucho?» preguntó Vía colocando sobre su cabeza un bonito sombrero canotier decorado con un listón negro y flores púrpuras, que combinaba con su vestido negro floreado con mangas de estilo mariposa.

«Para nada, querida» respondió Stolas.

El loro rojo le tendio la mano a la joven «Octavia, un gusto conocerte al fin. Mi nombre es Zagan Amorim y soy el abogado de tu padre» Vía aceptó su saludo y estrechó la mano con el.

Vía fingió una sonrisa, pues el divorcio de sus padres aún le causaba incomodidad «Un gusto, señor Amorim» saludo amable, bueno no quería ser grosera con la persona que le ofreció ayuda a su padre para poder liberarse de su abusiva madre.

«Vía, nos harías los honores» incitó Stolas a que fuera ella quien abriera el portal y poner en práctica lo que le había enseñado su padre sobre magia.