🔥CAPITULO 30🔥

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SIN EDITAR.

Dos días después...

🍌<<{Maicol}>>🍌

Vamos los cuatro a visitar a Venus como todos los días, la trasladaron a una de las clínicas privadas más caras de la ciudad y dentro de todo eso me alegra, porque sé que estará mejor atendida.

Mejor que en el hospital en donde la consideraron muerta por unos minutos.

Me ataca un escalofrío al recordar su mirada sin vida y he visto muchas, pero la de ella era una que nunca quise ver.

Ya había sido lo suficientemente malo considerarla muerta durante años, culpándome por no poder salvarla de su padre.

Pude hacerlo ahora, su corazón volvió a latir debajo de mis manos y fue como si una incalculable paz inundará mi cuerpo.

Entramos a la habitación y no nos sorprende ver más de veinte personas aquí, algunas nunca antes las habíamos visto, pero no importa.

Nada importa cuando su mirada se posa en nosotros y una sonrisa se instala en su boca.

Maicol: Revoltosa.

Venus: Hola chicos.

No me extraña ver a uno de sus esposos a su lado en la camilla, siempre está ahí, no se le separa ni para ir al baño.

Mathius: Hola.

Mía: Hola.

Son personas muy tranquilas y respetuosas, no se quejaron ni una sola vez de que la venimos a ver.

Isaías: Buenas.

Benjamín: Hola.

Santiago: ¿Qué tal están?

Noah: Mal, a ver si ustedes convencen a esta mujer.

Artemy: Era más fácil atarla, pero quieren hacer las cosas fáciles.

Sebastian: ¿Estás loco? ¿Cómo vas a atarla?

Isaías: ¿Qué te pasa fiera?

Nos acercamos a ella.

Venus: Me quieren dejar más tiempo aquí y encima no me quieren dar chocolate.

Akos: Tienes que estar bien curada y ver un psicólogo o te meteré en un loquero.

Venus: Procura ponerme chaleco de fuerza porque si me libero voy por ti.

Samuel: Puedo darte chocolate.

Akos: Untado en mi polla nena.

Ella se ríe, parece feliz de que le haga esos comentarios, entiendo, que le digas esas cosas la hace entender que no le da asco y me alegra saber que tiene personas que cuidan de ella.

Benjamín: Hay niños presentes, no debes decir eso.

Matheus: ¿Donde hay niños?

Se señala a él mismo haciendo que todos nos riamos.

Sebastian: Te creo, le tienes miedo a los fantasmas igual que un niño.

Mael: No mames, ¿En serio?

Adel: No jodas.

Ambos se ríen.

Benjamín: No se rían, uno pudo habérsela llevado a ella, ojalá uno se los lleve a ustedes y a ustedes también.

Señala a los que se estaban riendo y a mi hermano Isaías, Sebastian y yo.

Venus. 10° Versión (Más es mejor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora