-Pronto iniciará una guerra que dará como resultado la aparición del peor enemigo de los tres bandos, la primera parte de la historia está por terminar.
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Nos declararon la guerra luego de dos meses de ausencia, eso fue muy repentino, pero aun con tal acto, Dios no se inmuto, simplemente dio órdenes a todos los combatientes, que se preparen para la guerra que está por venir, ni más ni menos, creo que está ocultando algo, pero aun ni puedo estar muy seguro de que sea así, aun me falta información.
Entonces, tenemos un año y dos meses para que llegue "ese día", aun necesito comprender a FR, los otros seis ya se estaban preparando, todos están a la alerta de si se cumplirá el tiempo estimado. Con todo eso, ya había pasado una semana de la declaración, y en todo ese tiempo Dios no salió de su habitación, no se comunicaba con nadie, nadie lo había visto en ese tiempo, como si se estuviera escondiendo de algo o alguien.
Aun con los problemas que surgieron, varias de las acciones siguieron su rumbo normal, lo que significaba que aquella segunda ascensión aún estaba en curso, en lo personal, solo me estaba preocupando por una cosa, no era entrenar. Tenía que entrar a aquel palacio donde Dios no salía, y encontrar algo de información para responder las dudas que tenía, por lo cual me dispuse a mejorar aquel "As" que me servirá para entrar al palacio, ya que, ni siquiera los siete seleccionados tienen permitido entrar, aumentando más las dudas de por sí.
Solo tenía que aumentar el tiempo que podía detener con el Ojo del Orden. Pasados días de duro esfuerzo, solo podía detenerlo por un minuto, necesitaba, por los menos, treinta minutos para siquiera poder tener tiempo a revisar algo, a este paso no podría, a final de año no podía existir la probabilidad de que lograría llegar a esa meta, tampoco tenía a mucha gente a disposición que supiera sobre el ojo, y aquellos que sabían, solo tenían conocimiento de cuáles son sus habilidades, no sobre como poder mejorarlas. Me estaba quedando corto y a este paso no lograría nada.
Estuve un buen tiempo pensando en cómo poder hacer cosas tales como: si sobreexpongo la energía temporal, llevar mi energía al límite tratando de superar el tiempo que podía parar. Ninguna solución me llevaba a un buen resultado, ya estaba al borde del estrés sin poder hallar algo útil para progresar.
—Te vez desesperado por algo, quizá te pueda ayudar en lo que sea que estes haciendo. —Dijo una voz femenina.
—Ahora que te escucho, quizás tu me puedas ayudar. —Dijo, teniendo alguna efímera esperanza.
—Y bien, ¿que necesitas? —Dijo con un poco desinterés.
—¿Conoces el Ojo del Orden?
—Orden... sí lo conozco, ¿porque preguntas?
—Necesito poder mejorar el tiempo que puedo detener con él, pero últimamente no logro un progreso rápido o continuo.
—Bueno, la verdad el detener el tiempo por mucho tiempo no es cosa fácil y según como me lo explicas, tratas de detener el tiempo de forma universal en vez de un objeto concreto, lo cual, hará inestable el tiempo si no se controla bien, y sin ignorar el gran drenado de energía Celeste que ocasiona.
—Entonces es imposible...
—No dije eso, es solo que hay muchas cosas a tener en cuenta. Es complicado, pero no imposible, te ayudare a completar el tiempo que necesitas.
—Gracias...
—Eso... eso se escuchó forzado. Veo que no acostumbras a decir gracias...
—Tampoco es que fuera de la mejor persona en vida.
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Teatro de la dominación: Historia previa al retorno
Ficción GeneralEsta historia se desarrolla en un mundo comun como el actual que sera sometido por fuerzas desconocidas que querran erradicar toda vida existente, en el cual, 7 guerreros enviados por el Creador, usaran sus fuerzas para acabar con lo que aterroriza...