Seis deseos: Samael.

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-Aquí yace lo que alguna vez será lo que rechaza.

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Resuenan las campanas del mediodía en el espacioso y silencioso lugar. Un joven postrado frente a la estatua de quien se sacrificó por él, en la solitaria iglesia, donde el silencio se arremolinaba en él.

"Oh, señor mío, le agradezco su compañía en mi camino hacia la madurez, en gloria al Santo, amen".

—¿La misma oración de siempre, Joven Samael?

—Padre, buenas tardes.

—Buenas tardes, hijo, ¿Cómo te va en este día?

—De maravilla, ¿Y usted como esta? no lo vi en la entrada.

—Oh, eso.... se suponía que iría a visitar a un compañero, pero no estaba en casa, así que es ahora que regrese.

—Ya veo. Solamente vine a dar una oración antes de irme, disculpé las molestias.

—Dime Samael, ¿Aun continuas con la búsqueda de tus padres?

—...si, así es...

—¿Y cómo vas con eso?

—Nada bien, ya llevo un mes que no avanzo, casi no tengo pistas.

—Pero aún hay esperanza a que los encuentres, ten fe, hijo mío.

—Por supuesto padre. Bueno, ya tengo que irme, le deseo una buena tarde.

—Lo mismo digo.

Quince de mayo del XXXX, según mi familia adoptiva, ese fue el día en que me encontraron en su puerta, he estado junto a ellos los dieciséis años que tengo de vida. No he dejado de buscar a mis padres biológicos desde los diez años. Siempre me dijeron que tengo una capacidad de memoria y adaptación mental por encima de la gente normal, supongo que eso fue una bendición, gracias a eso puedo recordar por lo menos... el rostro de mi madre...

 el rostro de mi madre

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Entonces esta es la dirección... estaba bastante alejada, bien y ahora... ¿Cómo debería presentarme? es la primera vez que hablo con un familiar biológico, ¿Qué debería decir?... Bien, aquí vamos.

Caminando lentamente hacia la entrada, con una mirada nerviosa y dudosa, pasando por su cabeza: —"¿qué debo decir?". Tocando dos veces la puerta, una figura se acerca del otro lado, abriendo lentamente la puerta, la figura se muestra...

¿Un niño?

—Mmm, hola pequeño, ¿Cómo estás? ¿Están tus padres?

—...

—Mamá, te buscan. —Dijo el niño manteniendo curiosidad por la persona que tenía en frente. —¿Quién es usted?

—Quizá, un familiar tuyo...

Teatro de la dominación: Historia previa al retornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora