Capitulo 14: Noche blanca: Parte 1

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-Bella y maldita sea la noche tranquila que azotada será por su desgraciada oscuridad reluciente y deslumbrante-

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—Con todo eso que me has contado, cualquiera creería que eres el elegido, o por lo menos es alguien especial.

—¿Elegido? quizá, a fin de cuentas fue un desgraciado que me mando a morir y que me dio el poder del tiempo. ¿alguien especial? El todopoderoso me puede quitar este ojo desgraciado cuando quiera, así, lo único especial seria que soy el primero que deserto del cielo por voluntad propia, y como ya se sabe, a Lucifer lo echaron. Dame otra copa.

—Ya has bebido demasiado esta noche... aunque parece no afectarte.

—Pues claro, el cuerpo de un ángel es divino y puro, nada que genere estados alterados en la percepción pueden hacernos algo. O por lo menos eso es lo que se. Otra copa.

—A la orden.

—Ya llevas un mes en Nueva York, ¿te esta gustando?

—Lo único lindo de esta apestosa ciudad es este bar, y eso ya es mucho.

—Hey... aun no has ido a ver a tu familia, se que ya moriste... en tu aula, y que ahora eres un ángel y todo pero, por lo menos deberías ver como están.

—Por desgracia para ti y mas para mi, soy un ángel de guerra. Fui creado solo y únicamente para ganar una pelea de mierda donde habría muerto por segunda vez y sabrá quien a donde iría a parar. Aunque empiezo a pensar que fue una idiotez largarme de ese lugar sin mas. Que mas da, el daño ya esta hecho y la batalla de cincuenta mil años va a seguir.

—¿Eh? ¿Esa guerra entre el Cielo y el Infierno no acabo?

—Claro que no, si de los seleccionados no hubo nadie a quien se le diera elegir el "sigues conmigo o vete con el otro", significaría que va a continuar hasta que surja uno.

—Si, pero a ti te seleccionaron.

—Eso es verdad, el problema esta en que no elegí con quien irme, y a gracia de eso estoy aquí, hablando con un cantinero sobre temas celestiales.

—Vaya... ¿y que pasara ahora?

—Mmm, déjame pensar... es probable que se elija a otro de los Ascendidos restantes para que ocupe el puesto de seleccionado, y así la guerra terminaría... por otros cincuenta mil años. Pero, si eso pasa me tendrían que matar a mi, y si no pasa... también.

—¿Y la razón de eso es...?

—Pues, es algo complejo, si eligieran a alguno de los Ascendidos, se toma como misión eliminar a posibles enemigos que no estén arraigados ni al Infierno, ni al Cielo. Esto ronda por una regla estúpida que ahora no recuerdo. Al tema, si no elijen a nadie, significaría guerra eterna hasta que suceda, y yo estaría metido obligatoriamente ahí, ya que soy, actualmente, enemigo de ambos bandos.

—Ya veo, parece que te tiene preocupado esta situación.

—Ja, claro que no.

—Una persona que bebe mas de veinte copas es alguien que quiere desahogarse de sus problema.

—...Tch, puede ser. Es solo que... hasta ahora, solo me he dedicado a solamente ver, aprender y comprender el porque soy un seleccionado para una guerra eterna sin remedio. Ni momentos antes de que todo esto pasara me puse a pensar que hacer luego, me centre tanto en el presente que ya no se que mas hacer. Ya no se a donde debo ir, me perdí de mi propio camino... y eso que le dije a Dios que seria alguien que creara su propio camino, debo parecer un idiota en este momento.

Teatro de la dominación: Historia previa al retornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora